La Audiencia Nacional juzgará al sobrino de Troitiño por los cócteles molotov usados en una protesta en San Sebastián

La Audiencia Nacional juzga este jueves al etarra Jon Joseba Troitiño Ciria, sobrino del histórico dirigente de ETA Antonio Troitiño, por haber transportado los artefactos incendiarios (cócteles molotov) utilizados en una manifestación violenta de la izquierda abertzale en San Sebastián el 7 de abril de 2001.

La Fiscalía acusa a Troitiño por estos hechos de un delito de depósito y tráfico de sustancias y aparatos explosivos y de sus componentes con finalidad terrorista, por el que pide para él 8 años de cárcel y 18 años de inhabilitación absoluta. Las huellas de Troitiño aparecieron en los artefactos incendiarios intervenidos en esa manifestación, por lo que la Fiscalía sostiene que participó en su transporte, según expone en sus conclusiones provisionales.

En 2011, Troitiño Ciria fue condenado a 268 años de prisión por su implicación en los atentados perpetrados el 23 de junio de 2003 contra los hoteles Bahía de Alicante y Nadal de Benidorm, que dejaron un saldo de catorce heridos. Su detención se produjo en Francia en 2005, y posteriormente, en 2010, fue entregado a España para ser juzgado. Debido a esto, la Audiencia Nacional tuvo que solicitar a las autoridades francesas la ampliación de su extradición con el fin de procesarlo por otro caso.

Los hechos adicionales por los que se le vinculó ocurrieron el 7 de abril de 2001 en San Sebastián, durante una manifestación convocada por Euskal Herritarrok (EH) bajo el lema "La Autodeterminación es la Paz. 10 de abril Huelga General". Alrededor de las 19:12 horas, los servicios de emergencia recibieron dos avisos: uno sobre la presencia de siete encapuchados transportando cajas en la Parte Vieja de la ciudad y otro informando del incendio de varios contenedores en las calles Aldamar y Soraluce. Cuando los efectivos policiales llegaron a la zona, encontraron tres contenedores ardiendo. Una vez sofocadas las llamas, descubrieron en su interior restos de diez artefactos incendiarios. Siguiendo las indicaciones de los testigos, localizaron las cajas que contenían estos artefactos, en cuyo interior hallaron 39 cohetes pirotécnicos y 30 dispositivos incendiarios de iniciación química. Estos últimos, conocidos como "de seguridad", consistían en frascos de vidrio con líquido inflamable y ácido sulfúrico, envueltos en bolsas con clorato de sodio granulado, lo que les confería un alto poder incendiario y corrosivo.

Las investigaciones determinaron que Troitiño Ciria estuvo involucrado en el transporte de este material, ya que sus huellas fueron identificadas en los objetos incautados. Según el informe del fiscal, correspondían al dedo medio de su mano derecha y al anular de su mano izquierda. Troitiño Ciria es sobrino de Antonio Troitiño Arranz, un histórico miembro de ETA que fue detenido en Londres en 2014 tras huir cuando la Audiencia Nacional revocó su excarcelación en 2011. Arranz había cumplido 24 años de prisión por varios atentados con víctimas mortales, pero se descubrió un error en el cómputo de sus condenas. En 2018 fue sentenciado nuevamente por su reincorporación a ETA durante su fuga. En 2021, recibió el tercer grado por razones humanitarias debido a un cáncer terminal, enfermedad por la que falleció meses después