Inversiones

Las claves de la semana del 24 al 28 de marzo para invertir en Bolsa

La turbulencia bursátil de las últimas semanas podría no ser nada comparada con lo que ocurre cuando los inversores deciden que ha comenzado una guerra comercial a gran escala

La Bolsa de Madrid
La Bolsa de MadridAltea TejidoAgencia EFE

El S&P ha experimentado una corrección del 10% en solo 22 días, marcando su sexta corrección más rápida en los últimos 75 años. En el lado positivo, al observar la trayectoria media del S&P 500 durante los cinco años anteriores (2020-2024), el índice ha tendido a alcanzar su punto máximo el 16 de febrero, a tocar fondo el 12 de marzo y a empezar a subir de nuevo el 23 de marzo ¿Ocurrirá de nuevo este año?

Si analizamos el mercado alcista promedio del S&P 500 ofrecería una rentabilidad acumulada del 192%. En el mercado alcista actual, que comenzó en octubre del 2022 la rentabilidad ha sido del 58%, por lo que todavía podríamos ver camino por recorrer. Sin embargo, creemos que si Donald Trump, cumple su promesa de imponer aranceles recíprocos y sectoriales de forma generalizada a principios de abril, la turbulencia bursátil de las últimas semanas podría no ser nada comparada con lo que ocurre cuando los inversores deciden que ha comenzado una guerra comercial a gran escala. Por otro lado, el viernes pasado publicó que habría cierta flexibilidad sobre los aranceles, lo cual ha generado algo de tranquilidad en las bolsas.

Una de las claves del mercado actual se encuentra en la evolución de las grandes compañías tecnológicas. Una guerra comercial debería perjudicar de forma desproporcionada a los sectores afectados por aranceles, como el energético, el industrial, el de materiales y el de productos de consumo. Sin embargo, las acciones de los Siete Magníficos han sido las que mayor castigo han recibido, con una caída media del 14,4%. Los principales motivos son sus altas valoraciones y la exposición internacional, sin embargo, la reciente debilidad del dólar puede favorecerles en los resultados trimestrales del próximo mes.

En Wall Street ya se habla de un cambio en la composición del grupo, dando entrada a Berkshire Hathaway en lugar de Tesla. Las pérdidas del grupo han sido responsables de casi la mitad de la caída total del S&P 500. En cambio, el resto del S&P 500 tuvo un mejor desempeño. Aproximadamente una cuarta parte de las acciones del índice registraron subidas durante el período, con una caída media del 6,6% excluyendo a los Siete Magníficos. El índice Bloomberg Magnificent Seven ha subido un 36% anual desde junio de 2015 hasta febrero. Si se eliminan los Magnificent Seven del S&P 500, su rentabilidad cae a un insignificante 5% anual desde 2015.

A pesar de que las caídas de los índices es algo habitual, las caídas tan grandes y persistentes en las acciones y en el dólar son inusuales, ya que este tipo de episodios solo se han producido en contadas ocasiones en los últimos 25 años.

La rentabilidad de los bonos se enfrenta a la denominada “Bessent Put”, con el objetivo de reducir los intereses de la deuda sea como sea, sin que pueda pasar de un nivel que limite sus futuras decisiones. Entre las medidas que se pueden adoptar en el corto plazo entraría limitar el tamaño de las subastas de deuda a 10 años, abogar por una regulación bancaria más flexible para impulsar la demanda de bonos o respaldar la campaña de Elon Musk para reducir el déficit presupuestario.

El incremento en los spread de crédito de los bonos de peor calidad en EE UU ha generado un gran interés en las casas de análisis que están vendiendo bonos europeos dado que ambos ofrecen una rentabilidad muy similar y se acercan los aranceles.

Nos parece que el mercado ha sobrevalorado la respuesta de la FED. Al contrario de lo que ocurre cuando hay un crecimiento de la demanda, no existe una solución monetaria para la inflación generada por un shock de oferta. Si el gobierno persiste con sus aranceles actuales y amenazantes, eso es precisamente lo que conseguirá, encarecer los bienes de los productores, subiendo directamente los precios al consumidor y llevando a trabajadores e inversores a esperar una mayor inflación. Cuando un banco central responde a la inflación de oferta subiendo los tipos de interés, el resultado es una menor producción y un empleo inferior al pleno. A pesar de que el diagrama de puntos reflejaba los mismos recortes de tipos que en diciembre, la media de los puntos era moderadamente superior lo cual debería rebajar las expectativas actuales.

En las últimas semanas, la atención de los mercados se ha desplazado hacia el crecimiento, relegando la inflación a un segundo plano bajo la premisa de que podría ser transitoria. Como resultado, sectores cíclicos podrían verse afectados por una mayor volatilidad en los próximos meses. En cualquier caso, el mes de junio se presenta como un evento clave en el que las nuevas proyecciones de la FED que podrían desatar una tormenta perfecta en los mercados en el caso de que las revisiones aceleren una situación de estanflación, y en el que la desconfianza sobre Jerome Powell crezca, después de definir la inflación como transitoria.

Las perspectivas económicas alemanas siguen siendo desalentadoras. En 2024, la tercera mayor economía del mundo cayó un 0,2% tras una caída del 0,3% en 2023. Esta es la segunda vez desde 1950 que el PIB se contrae durante dos años consecutivos. El Instituto Alemán de Investigación Económica (IFO) prevé un crecimiento de tan solo el 0,2% en 2025.

¿El gasto en defensa e infraestructura puede originar la próxima crisis de Europa? Es probable que los rendimientos de los bonos europeos sigan subiendo a medida que las medidas fiscales impulsen el crecimiento económico. Un 4% para el bono alemán a 10 años significaría hipotecas alemanas del 5% al 6% y el posible estallido de la épica burbuja inmobiliaria alemana. Esto también significaría que los rendimientos de los bonos italianos, españoles y franceses alcanzarían un nivel que podría desencadenar la próxima crisis del euro.

Respecto al Ibex, Puig sigue sufriendo más que sus competidores ante los anuncios negativos sobre el sector. La semana pasada sus acciones se anotaron una corrección de más del 3%, concentrada en la sesión del viernes después de que Bank of America rebajara los precios objetivos de algunas empresas del sector del lujo. En ese sentido, pensamos que la compañía tiene dinámicas algo diferentes a las del sector lujo de ropa, debido a que las fragancias y sobre todo el maquillaje tienen una mayor resiliencia a los deterioros de la demanda, reportando crecimientos incluso en los años de la crisis financiera. En el caso de Puig, el segmento de fragancias sigue creciendo a una tasa de doble dígito, mientras que aunque las inversiones en publicidad para los segmentos de cuidados para la piel y maquillaje (los más recientes de Puig y donde aún no tiene una imagen de marca potente, salvo en Charlotte Tilbury) impactan en el margen en el corto plazo, pensamos que son claves para ganar cuota de mercado cuando la demanda vuelva a crecer.

Por otro lado, IAG consiguió salvar la semana a pesar del cierre de Heathrow del viernes por un incendio. Se trata de la sede de operaciones de British Airways, principal marca de la empresa. Esto no solo supone el día de vuelos perdidos, que se estima en unos 340, sino también el sobrecoste de alojar a esos pasajeros en vuelos de los próximos días, ocupando asientos que podrían rellenarse con billetes de última hora, que suelen tener un mayor margen que los normales. De hecho, IAG estaba concentrando esfuerzos este año para mejorar la puntualidad y las cancelaciones de British Airways y era uno de los puntos clave por los que mejoramos el precio objetivo de las acciones de IAG en nuestra última revisión. Esperamos que la aerolínea vuelva a la normalidad en unos días.

Aunque en materias primas el oro y el petróleo han sido claros protagonistas, en esta ocasión destacamos el cobre. Los precios mundiales del cobre ya han aumentado considerablemente. Los precios de referencia de la LME aumentaron un 12% en lo que va del año hasta 9.855,50 dólares por tonelada el viernes, y los futuros estadounidenses en Comex, inflados por las amenazas arancelarias, se acercan a un máximo histórico. En Shanghái, el cobre ha alcanzado su mayor backwardation en más de un año, con contratos cercanos cotizando por encima de los de vencimiento posterior, lo que indica una escasez de oferta. Las enormes cantidades de metal que están siendo importadas a Estados Unidos dejarán al resto del mundo y, fundamentalmente, a China, el mayor consumidor en problemas, además la creciente demanda de electrificación debería superar el crecimiento de la oferta. Si bien Estados Unidos aún no ha impuesto aranceles a las importaciones de cobre, los precios internos se han disparado a más de 1400 dólares por tonelada, por encima de los del resto del mundo, lo que crea un gran incentivo para que los comerciantes envíen cada tonelada sobrante a Estados Unidos.

Eventos destacados de la semana

Los datos económicos de EE UU de la próxima semana serán claves para obtener información sobre cómo le ha ido a la economía estadounidense después de los recientes anuncios de Trump sobre aranceles y la volatilidad en los mercados de valores estadounidenses.

Algunos indicadores económicos de Estados Unidos han mostrado un marcado deterioro, aunque este panorama no ha sido consistente y algunos datos siguen sugiriendo que la economía se mantiene bien. Los índices preliminares de gerentes de compras del lunes ofrecerán un indicio de la actividad en los sectores manufacturero y de servicios. A continuación, se publicarán el indicador de confianza del consumidor del Conference Board de marzo el martes, los datos de bienes duraderos de febrero el miércoles y las solicitudes de subsidio por desempleo el jueves.

El otro factor clave que determina cuándo la Fed volverá a recortar los tipos de interés es la inflación, sobre todo dado el posible impacto inflacionario de las políticas de Trump. Los datos del viernes sobre la inflación del PCE de febrero, la medida de inflación preferida por la Fed, serán claves. En enero, se situó en el 2,5% y esperamos que se mantenga en ese nivel, mientras que se prevé que la tasa subyacente, excluyendo alimentos y energía, se acelere del 2,6% al 2,7%.

La próxima semana nos espera una oleada habitual de datos de la eurozona a fin de mes. Esto comienza con la estimación preliminar de los índices de gerentes de compras (PMI) de marzo de Francia, Alemania o la eurozona, que se publicará el lunes. El índice de sentimiento empresarial Ifo de marzo de Alemania, que se publicará el martes, recibirá una atención especial, lo que probablemente reflejará un mayor optimismo tras la expansión fiscal a gran escala planificada por el país para los próximos años.

El miércoles, Francia publicará su encuesta de confianza del consumidor y España sus datos finales del PIB del cuarto trimestre de 2024. Ambos países publicarán el viernes sus estimaciones preliminares mensuales de inflación de marzo.

El Banco Popular de China se dispone a anunciar su tasa de facilidad de préstamos a mediano plazo, que junto con los datos de beneficios industriales de enero, que se publicarán el jueves, son los únicos eventos destacados en la lista de datos. Se espera que la tasa a un año de China se mantenga sin cambios en el 2%. Aún así no descartamos una mayor flexibilización monetaria para compensar el impacto de los aranceles adicionales estadounidenses en el crecimiento y estabilizar el sector inmobiliario.