FC Barcelona Regal
2-1. El Leganés gana al Barcelona con una remontada en la segunda parte
Un minuto y todo cambió. Un minuto y el Barcelona enloqueció. En ese tiempo, mínimo en un partido de fútbol, el Leganés dio la vuelta al resultado, remontó, se puso por delante y resistió después ante un rival impotente, casi incapaz de hacer más ocasiones de gol. Lo que el año pasado le costó al equipo de Valverde prácticamente toda la Liga, esta vez le ha llegado en seis jornadas: la derrota. Extraña y, en parte, merecida, porque no termina de jugar bien al fútbol y porque esta vez no tuvo capacidad de reacción, algo que sí había sucedido en otras ocasiones. Primero El Zhar y luego Óscar, en un regalo de Piqué, «anularon» el tanto que Coutinho había logrado casi al principio.
Messi suele ser decisivo en el Barça cuando marca y cuando no. Se había blindado el conjunto de Pellegrino con una defensa de cinco, con cuatro por delante, y no la tocaba el «10». Pero la primera vez que consiguió controlar y girarse, se llevó toda la atención. Tanto le vigilaron que por matemática pura tenía que haber alguien solo. Era Coutinho, que pudo controlar el balón, aunque mal, y aun así prepararse para disparar pegado al poste, lejos de Cuéllar, para lograr el 0-1 en Butarque.
Pero la tarde-noche no había hecho más que empezar. El Leganés todavía tenía mucho que decir, y pese a su precavido planteamiento inicial, se vino arriba más tarde. Antes tuvo que sufrir ante la velocidad en el movimiento de balón de los azulgrana y ante los tiros de Messi, que no ajustó bien en el primero, demasiado centrado; y que ajustó en exceso en el segundo, estrellando la pelota contra el pico de la escuadra. El cambio en los locales empezó en la cabeza: de esperar a ir arriba a por el rival, a dificultar el arranque de las jugadas. Eso, más una falta por aquí y por allá cambió el panorama. No tenía claridad el Barça y se acercaba el Lega en el barullo, con un par de buenas opciones de marcar, en la cabeza de En-Nesyri y con un tiro de Óscar al que respondió Ter Stegen con una palomita. Desde luego, no parecía que se estuvieran enfrentando el primero contra el último.
Volvió a meterse en su campo el Leganés al comienzo de la segunda parte, pero desde ahí se disparó. Primero, ganando la espalda a Sergi Roberto, para generar desde ahí el gol que remató El Zhar. Y cuando todo el mundo, unos y otros, estaban casi asumiendo lo que había pasado, Piqué cortó una contra de En-Nesyri, pero cuando quiso despejar le entregó la pelota a Óscar dentro del área para que hiciera el 2-1. Increíble, pero cierto. No se lo creía el central, de los mejores de su equipo en la tarde de ayer, pero su error fue demasiado grosero.
Quedaba media hora, tiempo suficiente, pero el Barcelona fue un grupo incapaz. Rápido metió Valverde a Luis Suárez por Munir, y después entraron Jordi Alba y Malcom, que reaparecía después de su lesión. Pero no tenía nada claro cómo atacar. Le entraron las prisas y todas las acciones morían por el centro, en un mar de piernas. Nada de profundidad por las bandas, ni con la presencia de Jordi Alba, nada de Messi o Coutinho y Luis Suárez peleándose más intentando jugar. En todo ese tiempo que quedaba, apenas tuvo una oportunidad de marcar, doble, con un tiro de Coutinho, remachado después por Rakitic, pero Cuéllar respondió de forma felina a los dos intentos.
Justo después de marcar, el Leganés todavía se animó a ir al ataque y algún susto más dio. Definitivamente se creció. Después, ya sí se refugió más para no pasar excesivos apuros. Butarque era una fiesta. El Leganés, que no había sido capaz de ganar en esta Liga, ya tiene un triunfo. Un triunfazo.
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