Imposición del catalán

Las triquiñuelas educativas de una escuela de Cataluña para sortear el 25% de castellano al que obliga la ley

Tras recibir medidas cautelares por parte del TSJC por dar solo un 10% en español, la escuela decidió dar en castellano la asignatura de Matemáticas, donde la expresión escrita es reducida

Pintadas a favor del catalán y en contra del castellano
Pintadas en la escuelaAEB

Actualmente, según diversas sentencias judiciales, que incluyen al Tribunal Supremo y al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), la Generalitat de Cataluña está obligada a garantizar que los centros educativos impartan al menos un 25% de las horas lectivas de las asignaturas en lengua castellana. Este porcentaje incluye la asignatura de Lengua Castellana y, al menos, otra materia troncal o análoga.

A pesar de ello, muchas escuelas de Cataluña siguen sin dar el mínimo de horas en español. Aunque distintos portavoces de la Generalitat no paran de repetir que con el Govern del PSC ha vuelto la normalidad a la autonomía y que en las aulas lo que predomina es el bilingüismo (a pesar del dineral que gastan en promocionar el catalán en la educación, a veces incluso por encima del presupuesto), lo cierto es que no es así, y hay un caso en concreto que sirve para llevarle la contraria a ese discurso: se trata de el Institut Escola El Pi Gros, un centro educativo situado en Sant Cebrià de Vallalta, un pequeño municipio de menos de 4.000 habitantes situado en el interior de la comarca del Maresme, cerca de Barcelona.

Una sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Cataluña (TSJC), dictada a finales de mayo o principios de junio de 2024, determinó que el centro no estaba cumpliendo con el mínimo exigido de enseñanza en castellano y obligó a la Generalitat a aplicar medidas correctivas.

Un modelo que excluye el castellano

El centro no estaba cumpliendo con ese 25% estipulado por ley. A raíz de ello, familias contactaron con la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), una asociación que fomenta el bilingüismo en Cataluña llevando a cabo acciones judiciales para contrarrestar la imposición del catalán como única lengua. AEB recurrió el caso al TSJC. Ante la postura del centro de que sí que cumplían con las horas, el tribunal solicitó un certificado al Departament d'Ensenyament un certificado en el que detallara qué asignaturas se impartían en cada lengua en las etapas de educación infantil y primaria.

El documento oficial, entregado por el propio centro y al que ha tenido acceso este medio, confirmó que, salvo la asignatura de Lengua Castellana, el resto de materias se impartían exclusivamente en catalán, con algunas clases puntuales en inglés, lo que equivalía a que solo se impartían en castellano el 10% de las horas. Este hecho evidenció que el castellano estaba excluido de la enseñanza habitual, contrariamente a lo que sostenía la Generalitat ante el tribunal, que insistía en que existía un modelo de bilingüismo.

"Ellos pueden decir misa sobre el bilingüismo, pero la realidad de cuando la ley pide cuentas a los centros, no pueden mentir y dicen que no dan nada en castellano", comenta al respecto Ana Losada, presidente de Escuela Bilingüe.

Ante esta evidencia, el TSJC dictó medidas cautelares que obligaban a El Pi Gros a impartir al menos una asignatura adicional en castellano, además de la propia materia de Lengua Castellana. Como las medidas cautelares se dictaron quedando apenas medio mes para que acabase el curso 2023-2024, el centro dijo que lo haría ya a inicios del actual, el 2024-2025.

Vandalización del centro

El centro decidió que la materia impartida en castellano sería Matemáticas, aunque no en todos los cursos, sino sólo en algunos, tal y como acreditó en otro documento al que también ha tenido acceso este medio. El cumplimiento de la orden judicial ha sido mínimo, ya que la asignatura seleccionada para impartirse en castellano es Matemáticas, una materia donde la expresión escrita es reducida.

La decisión judicial y el consiguiente cambio llevado a cabo en el centro, aunque mínimo, trajo reacciones fuera de la escuela. En septiembre de 2024, a inicios de curso, las fachadas de la escuela aparecieron con pintadas en contra del 25% de enseñanza en castellano, con consignas como "No al 25%. Escuela en catalán" y "Nuestra patria es nuestra lengua", acompañada de una estelada. Esta última una cita del escritor nacionalista valenciano Joan Fuster. Desde Escuela Bilingüe señalan que estas pintadas podrían haber sido realizadas por miembros de Arran, la organización juvenil vinculada a la CUP, famosa por sus acciones violentas e intimidatorias. Pese a las peticiones de algunos padres para que se retiraran, las pintadas continúan visibles.

Pared del centro que apareció con una pintada de "Nuestra patria es nuestra lengua"
Pared del centro que apareció con una pintada de "Nuestra patria es nuestra lengua"AEB
Pared del centro que apareció con una pintada de "No al 25%. Escuela en catalán"
Pared del centro que apareció con una pintada de "No al 25%. Escuela en catalán"AEB

El centro se adscribe a un plan educativo que sugiere mejores notas para niños que hablen catalán

Por otro lado, el centro en cuestión se adhiere al programa ULAE (Usos Lingüísticos en el Ámbito Educativo), un plan educativo subvencionado por la Generalitat de Cataluña desde 2021. El objetivo principal de este programa es promover el uso del catalán en el ámbito escolar, tanto entre alumnos como entre docentes, personal y familias. Para ello, los centros que se suman voluntariamente al ULAE deben analizar la situación lingüística de su comunidad educativa y proponer medidas para aumentar el uso del catalán en todos los ámbitos. Entre las acciones destacadas se encuentran la evaluación favorable a los estudiantes que emplean el catalán y la concienciación del profesorado sobre la necesidad de usar esta lengua tanto dentro como fuera del aula.

El ULAE fue aprobado por el Departamento de Educación durante el mandato del consejero Josep González-Cambray, en el marco del Govern presidido por Pere Aragonès. Además de las medidas mencionadas, el programa contempla la creación de grupos supervisores dentro de los centros, que incluyen figuras como el Comisario Lingüístico, responsables de velar por el cumplimiento de los usos del catalán. En algunos casos, se aplican estrategias para fomentar el uso del idioma incluso en espacios no lectivos, como patios o comedores. Los centros que participan en este plan reciben un presupuesto anual para financiar actividades que fomenten la lengua catalana, con un importe que, en 2023, ascendió a 1.300 euros por centro.