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Imposición
La Generalitat subvenciona un plan educativo que contempla mejor nota a los alumnos que hablen catalán
El ULAE pretende incentivar el idioma en muchos casos vulnerando la libertad lingüística
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La Generalitat de Cataluña lleva desde 2021 subvencionando un plan educativo que, entre otras cosas, contempla que los profesores puntuen mejor a los alumnos que hablan en catalán en las escuelas. En concreto, se trata del programa de Usos Lingüísticos en el Ámbito Educativo (ULAE), aprobado por el Departamento de Educación cuando lo ocupaba el consejero Josep González- Cambray, durante el Govern de ERC presidido por Pere Aragonès (2021-2024).
Dicho plan se puso en marcha como una forma de proporcionar herramientas para incentivar el aprendizaje y el uso del catalán en la escuela, promoviendo su uso entre profesores, personal, alumnos y familias. El pasado lunes 17 de febrero, la Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña (AEB) elaboró un informe sobre el programa en el que constató que, en algunos centros, se producían “advertencias a los alumnos de bajar nota si no utilizaban el catalán para dirigirse a sus compañeros de clase”. En concreto, dentro de un apartado de propuestas de mejora de un centro que se adhiere al plan, está la opción de “potenciar el uso del catalán a través de los criterios de evaluación de las asignaturas (trabajo académico)”.
1.300 euros por centro
El ULAE es un plan que pretende que sean los propios centros que se adhieren al mismo, de manera voluntaria, los que analicen el uso del catalán y propongan medidas para aumentar su uso. Sobre el presupuesto dedicado a ULAE, dice el informe, la cifra más concreta se dio a conocer en marzo de 2023 durante la celebración del evento “Activem-nos pel català” donde el consejero prometió 1.300 euros a cada centro que participar en el programa, lo que suponía un importe de cerca de 2 millones de euros para invertir en actividades que potenciaran el uso del catalán.
Durante el curso 2022-23 formaban parte del programa ULAE un total de 445 centros educativos, a principios de este curso 2024-25, ya con Salvador Illa en el Govern, la cifra se sitúa en 1444 centros. Según AEB, desde su implantación hasta la fecha no se conocen datos ni del análisis de los resultados de este proyecto ni del presupuesto real que se ha dedicado.
El plan estaba contemplado para que los centros que detectasen un descenso en el uso del catalán y “una aplicación incorrecta de la inmersión lingüística” se sumasen al proyecto. Una vez el centro se adhiere, se forma un grupo supervisor, a veces incluyendo a un Comisario Lingüístico, la figura que dentro de cada centro controla el uso correcto de la lengua catalana en todas las áreas lectivas y no lectivas, al profesor de catalán y al jefe de estudios del centro. En algunos centros a este grupo impulsor se añade el propio inspector educativo
La mayoría de escuelas adheridas al ULAE han identificado como problemas para el catalán los siguientes hechos: el panorama plurilingüe fruto de la inmigración y de las aulas de acogida, que las familias son castellanohablantes, que los docentes y alumnos dominan poco el catalán, que este idioma está percibido sólo como “la lengua de la escuela” y que en las nuevas tecnologías, la música o las redes la lengua mayoritaria es el castellano.
"Usar el Google Translate"
Ante esto, las soluciones que se proponen son varias, a parte de la ya comentada de contemplar mejor nota para alumnos que hablen catalán. La primera es concienciar a los docentes de que tienen que hablar el catalán tanto dentro como fuera del aula. “Los maestros siempre nos dirigiremos al alumnado en catalán, independientemente de si estamos en el aula o no”. Con formularios que se hacen tanto a alumnos como a docentes, se permite señalar en qué ámbitos se usa más el castellano y, por lo tanto, indirectamente quiénes son los que usan más el castellano.
En los casos en los que hay profesores reticentes a usar el catalán, explica el informe, el grupo impulsor propone medidas de presión. Tal y como se lee en un informe de una de las escuelas participantes en el programa “dos o tres personas por ciclo deberían ser las impulsoras que cogieran a los maestros más reticentes e implicarles en la tarea”. También se dice que habría que “detectar quién, cuántos y cómo lo hacemos para convencer de las necesidades del uso del catalán en las aulas. Si no es posible, recordar que no hay libertad de cátedra. La inspectora se ofrece a tener encuentros con estos docentes”. Incluso se les da una serie de argumentos para contraargumentar a alumnos o profesores que preguntan por qué hay que hablar en catalán: “porque vives en Cataluña y es la lengua del territorio”.
Otra solución es controlar que se hable catalán en los patios, en los pasillos, en los extraescolares, en las salidas y en el comedor. Una consigna de un centro reza así: “En espacios del centro, como patio, conversaciones de pasillo…si el alumnado habla en su lengua materna y no es el catalán, no se le prohibirá, sino que sutilmente se les intentará reconducir”.
Otra medida es “sensibilizar a las familias de la importancia de conocer y utilizar el catalán”, incluso “invitándoles” a usar el Google Translate para los documentos. “Intentemos evitar el castellano con las familias. Hablar en catalán también es una manera de integrarlos”, dice la consigna de un centro, como si el castellano fuera una lengua extranjera.
Según AEB, solo el 50% de los centros que formaban parte de la muestra que han usado para el informe informaron a las familias del programa ULAE y las implicaciones que ello supone. Cabe decir que otros, en cambio, sí lo hicieron.
El PP insta a Illa a derogar el ULAE
A partir de los resultados del informe de AEB el Partido Popular de Cataluña presentó ayer una propuesta de resolución al Parlament a la que ha tenido acceso este diario, en la que advierten que “una vez más, se pone de manifiesto que la imposición y la presión no es la mejor manera de fomentar el uso del catalán y hay que buscar otras formas de promoción atractiva y no restrictiva o impositiva”, y avisa de la vulneración “de los derechos lingüísticos de alumnos, docentes y familias reconocidos y amparados por la Constitución, el Estatuto de autonomía, la legislación”.
Además, instan al Govern de Cataluña a derogar el ULAE y a abstenerse de impulsar nuevos programas de estas características y promover, en cambio, “un clima de libertad lingüística, personal y docente en los centros educativos”, así como “respetar y garantizar los derechos y libertades lingüísticas”.
Fuentes del partido consideran que “el Govern está utilizando esta lengua como un instrumento que convierte a los profesores en comisarios políticos”, lo que viene a demostrar, dicen, que “en Cataluña, con Salvador Illa, no ha cambiado nada y se sigue facilitando la aplicación de la agenda separatista”.
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