
Islam
El Ayuntamiento de Vic, gobernado por Junts, financia a una entidad islámica que segrega por sexos en una actividad del Ramadán
Así lo denuncia un miembro de Aliança Catalana

El Ayuntamiento de Vic, gobernado por Albert Castells (Junts), ha financiado un acto del Ramadán organizado por un centro islámico que segrega a hombres y mujeres en sus actividades. La denuncia ha sido realizada por Oriol Gès, secretario de organización de Aliança Catalana, la derecha independentista que se reivindica como islamófoba y contraria a la inmigración, quien ha criticado que una administración pública respalde económicamente una entidad con prácticas discriminatorias.
Tal y como se ha revelado en capturas de pantalla de grupos de WhatsApp del Centro Islámico de Vic, la entidad mantiene una clara separación entre hombres y mujeres. Se han identificado dos grupos diferenciados, uno exclusivo para hombres y otro solo para mujeres. En uno de los mensajes, se indica que el evento está destinado a mujeres con el uso de un emoticono de un velo islámico.
“Qué vergüenza que nuestro Ayuntamiento financie un acto con un centro islámico que incluso segrega hombres y mujeres”, ha denunciado Gès, poniendo en duda la coherencia de que se destinen recursos públicos a un evento que en otras circunstancias podría considerarse discriminatorio. Mientras tanto, el alcalde Castells insiste en que “Vic es un modelo de éxito de ciudad educativa e integradora”.
Este episodio se suma a otros casos en los que las instituciones independentistas han mostrado una actitud tolerante hacia el islam. Hace unas semanas, ERC promocionaba el 8M, Día de la Mujer, con un cartel en el que aparecían mujeres con burka. La polémica no evitó que el partido siguiera promoviendo iniciativas similares en distintos municipios.
Contraste con la religión cristiana
Este respaldo institucional al islam contrasta con la actitud que los mismos partidos han mostrado hacia la religión cristiana y sus festividades. En Navidad, por ejemplo, ERC evitó felicitar las fiestas con un mensaje tradicional, optando por un frío “Feliz Solsticio de Invierno”. El PSC de Barcelona, por su parte, ha impulsado medidas que minimizan la presencia de símbolos navideños en la ciudad, como la instalación de “luces multiculturales” en el barrio del Raval o la eliminación del pesebre de la Plaça Sant Jaume. Mientras se financian actos islámicos con una fuerte carga religiosa, las tradiciones cristianas son relegadas bajo la justificación de la laicidad y la multiculturalidad.
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