Industria
Del petróleo al hidrógeno, Sargentes de la Lora apuesta por la energía verde
Esta localidad burgalesa busca alternativas con futuro para recuperar su potencial industrial
El municipio burgalés de Sargentes de la Lora, que hace seis décadas vio cumplido su sueño con la primera extracción de oro negro en el pozo petrolífero de Ayoluengo 1, busca alternativas con futuro para recuperar su potencial industrial y ha puesto el foco en el hidrógeno verde, mientras espera a que el Gobierno central complete el desmantelamiento del campo petrolífero de La Lora, sin actividad desde 2018.
El alcalde de Sargentes de la Lora, Carlos Gallo, explica que quieren ser un recurso industrial más dentro del plan nacional del hidrógeno verde, “una alternativa real al petróleo”, también para la propia actividad económica del municipio, que se ofrece como punto de almacenaje en los ejes de extracción y distribución.
“Hemos hecho el trabajo pertinente para llamar la atención, para posicionarnos”, ha afirmado, pues “Sargentes tiene posibilidades para albergarlo”, de ahí que ya se haya constituido una empresa que cuenta con los permisos oportunos para estudiar esa posibilidad, lo que ofrecería una oportunidad de desarrollo a la localidad acorde a los nuevos tiempos energéticos y medioambientales.
La economía de Sargentes de la Lora ha girado en torno a la extracción de crudo, en el único campo petrolífero en tierra de la Península Ibérica, desde que aquel 6 de junio de 1964 brotó el primer chorro de oro negro en el pozo de Ayoluengo 1, un hallazgo que se convirtió en una concesión de explotación a cincuenta años en 1967.
Sin embargo, la deseada renovación de la concesión no llegó en 2017, pese a que la empresa de hidrocarburos presentó solicitud con un proyecto de ampliación en producción y una nueva inversión; tampoco llegó un nuevo concurso, y en 2018 el Gobierno central ordenó el desmantelamiento del campo petrolífero, que está pendiente de concluir.
El alcalde ha asegurado que envían de manera constante cartas al Gobierno para que retome el desmantelamiento, pues está en sus manos una vez la empresa concesionaria entró en concurso de acreedores en 2021; “es hora de iniciarlo”, ha insistido Gallo, para no frenar la llegada de otras empresas interesadas en nuevos proyectos, como el del hidrógeno verde.
Gallo está centrado en buscar esas nuevas oportunidades de desarrollo industrial, si bien no deja de recordar que el campo petrolífero de La Lora tiene reservas por explotar y que “va a ser muy difícil que nos desprendamos del petróleo por completo”, por todos los usos, productos y derivados, y “estamos lejos de conseguir trabajar con menos combustibles fósiles”.
Un museo único en expansión
Aún así, la apuesta de Sargentes de la Lora es clara y se deja ver también en sus proyectos turísticos como el Museo del Petróleo, el único en sus características en España, que abrió sus puertas en 2015 y que año tras año va aumentando el material expuesto y los recursos con los que acerca la historia de la producción de petróleo en La Lora y el giro industrial hacia la sostenibilidad.
El pasado 9 de marzo el Museo del Petróleo inauguró formalmente su nueva temporada con la incorporación de un laboratorio portátil que se utilizó en los años ‘50 del pasado siglo, y con el que se podían realizar estudios de PVT, química de producción, servicios de muestreo y de transferencias de fluidos de alta presión/alta temperatura.
Otra de las novedades es la colección de décimos de Lotería, del año 1960 al 2023, a la espera de poder poner en marcha el caballito que da la bienvenida al visitante en el recinto exterior del museo; el objetivo es darle movimiento, pero también sonido, gracias a las grabaciones realizadas por Luis Ismael Ortega en los años ‘90, y que el visitante pueda activarlo a través de una aplicación o similar.
Los caballitos son el símbolo por excelencia de los pozos de petróleo, y uno de los caballos de batalla de Sargentes de la Lora, que ha tenido que luchar para conseguir la declaración como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Etnográfico, un reconocimiento que llegó en 2022, después de que la empresa destruyese parte de los caballitos que se querían proteger.
“Conservar esa huella industrial, lo que significó haber tenido el único campo de petróleoen tierra en España, no deja de ser un atractivo cultural; es algo que nos hace únicos y que nos caracteriza”, ha indicado el alcalde, quien ha reconocido que la apuesta turística por la historia del petróleo ha aumento el número de visitantes, y entre museo y actividades superan los 5.000 al año.
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