
Gadgets
El gadget del sábado: Realme 14 Pro+, un antes y un después
Conocido por cambiar de color dependiendo de la temperatura, sus méritos lo sitúan entre los “móviles más calientes” del mercado.

En los últimos años, algunos fabricantes de móviles están destacando por su intención de cambiar el status quo. Sea por diseño (el ejemplo más claro es Nothing), como por precio y prestaciones, es obvio que están a la caza y captura de romper el monopolio del podio. Una de estas es Realme. Reconocido por su excelente trabajo en el apartado de baterías y carga rápida, ahora acosa el baluarte del diseño y ha presentado el primer smartphone con una cubierta termocromática. Básicamente, el Realme 14 Pro+ cambia de color dependiendo de la temperatura.
Lo sorprendente es que no se trata de un truco publicitario que funciona en condiciones únicas, muy precisas, solo reproducibles en un laboratorio. En menos de un minuto pasa de una parte trasera cubierta de vetas azules, a un blanco nacarado si la temperatura asciende por encima de los 17 °C.
¿Tiene alguna utilidad esto? Ahora mismo no, pero es un primer paso para explorar la, valga la redundancia, sensibilidad de los sensores. En el futuro, estos pigmentos sensibles a los cambios de temperatura podrían tener desde propósitos médicos, hasta fines de alerta vinculados a descensos abruptos de presión, temperatura o cambios en la batería y el microchip.
Dicho esto, su diseño ulterior, el que va más allá de este cambio de colores, ha sido muy cuidado y es un móvil que, al ojo, aparenta un alta gama, cuando tiene un precio que parte de los 530 euros. Vamos paso a paso.
Pantalla AMOLED de 6,77 pulgadas (muy grande), sin ser pesado. Esquinas curvas y elegantes y un ratio de pantalla/cuerpo del 93,8%, resolución 1,5K, refresco a 120 hercios y 1.500 nits de brillo pico. ¿Es la mejor pantalla? No, pero se lleva un notable de calle. Quizás, quedándonos en el apartado audiovisual, el punto más débil de este móvil es el sonido: discreto, aprobado pero sin destacar en ningún rango.
Yendo, ahora sí, al intríngulis interior, estamos ante un smartphone con un cerebro Snapdragon 7s Gen 3, memoria RAM de 12 GB y 512 de almacenamiento. Si a esto le sumamos una batería de 6000 mAh (carga rápida de 20 minutos y más del 50%), el conjunto funciona sobre ruedas en seda. Eso sí, teniendo en cuenta que Realme es uno de los fabricantes que más y mejor trabaja los algoritmos de carga, no venir con un cargador propio, es una desventaja. Quizás no querían llegar a los 600 euros de precio, pero un cargador original hace mucha diferencia.
El otro punto que más miradas atrae es la fotografía. Una cámara frontal de 32 MP (con buena apertura, para captar más luz) y una composición trasera que incluye dos lentes de 50 MP y uno de 8 MP. En el lado positivo, la captación de luz, los numerosos “juguetes” de la aplicación nativa de fotografía que permiten explorar modos muy diferentes y divertidos y una calidad general muy digna. Su configuración de triple flash configurable en potencia y tono es una sorpresa muy agradable y poco conocida en el sector.
En el apartado menos favorecedor… Durante años Realme ha destacado por apartados como la batería, el diseño y la relación excelente entre calidad y precio. La fotografía siempre ha quedado en segundo plano. Se nota que ahora quiere centrarse en ello y ha mejorado respecto al pasado. Para un gama media, las fotografías son de notable, pero al parecer un móvil de gama alta, nos tienta pedirle más. No le falta resolución, de software va sobrado, lo que echa de menos es una lente de gran calidad. Un acuerdo con Leica o Hasselblad sería una catapulta vertiginosa, sin duda.
Veredicto
El realme 14 Pro+ es un teléfono que ha llegado para marcar un antes y un después en la historia del fabricante, por varios motivos. En este rango de precio, es el podio de los teléfonos por diseño, prestaciones, batería y fotografía.
✕
Accede a tu cuenta para comentar