
Vivienda
Un inquiokupa chino con chófer deja de pagar los 3.000 euros de alquiler en una vivienda de lujo: “Sabe que no le va a pasar nada”
Tiene 2.000 metros de parcela, con pista de tenis, piscina, zona de barbacoa, huerto, porche, trastero y garaje para varios coches

La okupación es un problema que afecta a todos los sectores de la sociedad. Lo sufren grandes propietarios e inmobiliarias, pero también otros con muchos menos recursos. Recuperar la vivienda okupada no es tan sencillo como parece y si es vulnerable, es casi imposible. Sin embargo, no acaba todo al hacerlo, muchos propietarios tienen que gastarse mucho dinero para reformar los desperfectos causados por los okupas. Esto último le sucedió a Juanki, un influencer que compartió el horrible estado en el que quedo el piso de su madre al recuperarlo tras dos años sin poder acceder a él.
Los casos se multiplican en España y cada vez son más sorprendentes. También está muy de moda la inquiokupación, que consiste en alquilar una vivienda, pagar la renta durante algunos meses y luego dejar de hacerlo, pero no abandonar el piso. 'El Mundo' ha desvelado un nuevo caso de inquiokupación en la que el propietario de un chalet de lujo en la urbanización El Bosque, en Villaviciosa de Odón, en Madrid denuncia que su inquilino chino, al igual que él, ha dejado de pagarle un alquiler de 3.000 euros al mes desde hace seis meses: "Dice que sabe que no le va a pasar nada, que la ley se lo permite", explica al mencionado medio un representante del propietario.
Así es la vivienda okupada y esta es la deuda pendiente
El chalet tiene 2.000 metros de parcela, con pista de tenis, piscina, zona de barbacoa, huerto, porche, trastero y garaje para varios coches. La vivienda en sí tiene tres plantas, 500 metros cuadrados en total y seis habitaciones más un estudio. El propietario, que hizo una gran reforma y puso el inmueble en alquiler para financiarla, firmó un contrato de alquiler de 3.000 euros mensuales. Lleva casi seis meses sin cobrar el alquiler por lo que su inquiokupa ya acumula una deuda de más de 15.000 euros.
Para más inri, el inquiokupa le reclama los pagos del agua del año pasado tras una fuga que sufrió. Lo más surrealista de esta enrevesada historia es que el inquiokupa también se dedica al negocio del alquiler y los impagos no son por problemas económicos. Los inquiokupas son una pareja con nacionalidad portuguesa, aunque con origen chino. No siempre están en la vivienda debido a que vuelan frecuentemente por negocios, tienen un hijo y cuentan con un chófer, que dispone de habitación individual en el chalet.
El propietario tomó precauciones
La familia okupa demostró que era muy solvente cuando firmó el contrato en mayo del año pasado. Pagó tres meses de depósito, un mes de fianza y mostró una cuenta bancaria con miles de euros a modo de garantía de su liquidez. Sin embargo, el inquilino dijo hace seis meses que no pagaba más, que ya le había dado mucho dinero, y que en febrero se iría. Ya ha transcurrido más de la mitad del mes y sigue ahí. "Tienen propiedades en Holanda y Portugal y yo no me siento muy seguro cerca de aquí", explica el propietario al mencionado medio. Una sorprendente situación que deja una inquiokupación que se realiza únicamente por mero capricho.
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