Opinión
Otro estacazo de Pedro Sánchez a la sanidad privada
Denigrar a todo un sector por el mero interés político de atacar a Madrid es un ejercicio de irresponsabilidad
El presidente del Gobierno comenzó el curso político con un discurso en el que, amén de la más que cacareada y populista mención a los lamborghinis, deslizó ataques a las comunidades autónomas del PP y nuevo tortazo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, esta vez en la cara de la Sanidad privada, receptora según dijo de cantidades millonarias de dinero, que estarían presuntamente injustificadas. Claro, parece como si fuese por no hacer nada. Y ahí es donde reside la gravedad del mensaje, como ha tenido ocasión de subrayar Juan Abarca en su primera carta post veraniega. El presidente «nos da un viaje como si fuéramos un grupo de parásitos que exprime a la Administración pública», escribió el presidente de HM Hospitales.
La verdad es que denigrar a todo un sector por el mero interés político de atacar a la Comunidad de Madrid es un ejercicio de irresponsabilidad impropio de quien ocupa un cargo de tantísimo relieve. La Sanidad privada la pagan mes a mes sus usuarios, que además liberan de esa manera al sector público de una tarea que de no existir la privada habrían de asumir los hospitales públicos. El dinero que las administraciones derivan lo es para pagar a las empresas que gestionan servicios no sanitarios colaterales para garantizar que las concesiones temporales funcionan en beneficio de la población general. Dado que la Sanidad pública está sobresaturada, muchas autonomías, no sólo Madrid sino todas en general, y en especial Cataluña, derivan al sector privado actividades que no pueden acometer. Luego la privada no está para parasitar sino para ayudar. De no contar con ella, el colapso de la pública estaría garantizado. Denigrar es fácil, pero que eso lo haga quien tiene la obligación de gobernar con seriedad para todos, es verdaderamente incomprensible.