Opinión

Mónica García acusa de lanzar bulos a todos los que la critican

Se le acumulan los problemas y las soluciones que propone no hacen más que acrecentarlos

La ministra de Sanidad, Mónica García, durante una rueda de prensa, a 15 de enero de 2025, en Madrid (España).
La ministra de Sanidad, Mónica García, durante una rueda de prensaFernando SánchezEuropa Press

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha empezado este año con muy mal pie. A medida que avanzan los días se le acumulan los problemas y las soluciones que propone no hacen más que acrecentarlos, dejándola encima en muy mal lugar. Tan irritada anda, que no para en calificar de «bulos, desinformaciones y manipulaciones» todos los mensajes en los que se la cuestiona, autoerigiéndose en la portadora de la gran verdad y en juez que decide lo que es cierto y lo que no lo es.

La polémica reforma del Estatuto Marco que han elaborado ella y su equipo ha provocado, por ejemplo, algo inédito en casi 30 años: unir en contra del Gobierno a todas las organizaciones médicas de este país, algunas incluso muy próximas a los postulados de la izquierda. Colegios y sindicatos profesionales, asociaciones y sociedades científicas han debido sucumbir a esos «bulos», plantando cara esta semana al Ministerio de Sanidad, en una protesta masiva que no se recordaba en España desde los tiempos en los que Ángeles Amador era titular de este departamento, en el último Gobierno de Felipe González. Todos ellos reclaman mejoras reales para la profesión y un marco que haga atractiva la permanencia de la misma dentro del sistema público, sin que se les imponga. Frente a ello, la ministra les ha ofrecido buenas palabras y un que paguen otros, porque tendrían que ser las autonomías, sin fondos extra, las que abonasen ese plus por la exclusividad.

También son bulos para la ministra los retrasos que sufren algunos fármacos innovadores para llegar al mercado español después de haber sido aprobados por la Agencia Europea del Medicamento, y el que registra en concreto una terapia contra la leucemia infantil cuya financiación fue denegada por razones presupuestarias por la Comisión de Precios.