Nutrición
Este nutriente mantiene a raya la esclerosis múltiple pero apenas lo tomamos en España
Una investigación halla un nuevo beneficio para la salud del consumo este ácido graso, presente en alimentos como las nueces
Las personas con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que consumen más alimentos ricos en determinados ácidos grasos omega-3 podrían estar contribuyendo a ralentizar la progresión de su enfermedad, según un nuevo estudio dirigido por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. Asimismo, podrían tener una supervivencia ligeramente mayor con respecto a los pacientes que no consumen este nutriente, según los resultados del estudio se publica en la revista científica Neurology.
Un nuevo beneficio que se suma a la larga lista de ventajas que comporta para el organismo la ingesta de omega-3. Sin embargo, los estudios demuestran que España no alcanza la ingesta diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud, ni por la Agencia Europea: 250 miligramos al día. De hecho, hasta el 85% de la población en nuestro país toma menos omega-3 del aconsejado, a pesar de la importancia que tiene en muchos ámbitos de la salud, sobre todo, en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Por ello, se les considera un gran aliado del corazón.
En el nuevo estudio, que analizó la supervivencia de personas con ELA en el transcurso de 18 meses, se sugiere que este nutriente también puede tener efectos neuroprotectores. Los investigadores también descubrieron que un ácido graso omega-6 podría ser beneficioso. Especialmente, el ácido alfa-linolénico (ALA), un nutriente que se encuentra en alimentos como las nueces, las semillas de lino o de calabaza, los aceites de chía, canola y soja.
Cabe destacar que el estudio no prueba que estos ácidos grasos omega ralenticen el deterioro de la ELA o prolonguen la supervivencia; pero sí que muestran una asociación. El autor principal, Kjetil Bjornevik, profesor adjunto de Epidemiología y Nutrición en la Universidad de Harvard en Boston (EE UU), declara: "Hallazgos anteriores de nuestro grupo de investigación han demostrado que una dieta rica en ALA y el aumento de los niveles sanguíneos de este ácido graso pueden disminuir el riesgo de desarrollar ELA".
Durante su trabajo, probaron que los pacientes con ELA que tenían niveles sanguíneos más altos de ALA presentaban a una progresión más lenta de la enfermedad y a un menor riesgo de muerte. En el estudio participaron 449 personas. Se evaluaron los síntomas y la progresión de la enfermedad de los participantes y se les dio una puntuación de 0 a 40, en la que las puntuaciones más altas reflejaban síntomas menos graves.
Se midieron los niveles de ácidos grasos omega-3 en la sangre de los participantes, que se dividieron en cuatro grupos en función de dichos niveles. Los investigadores realizaron un seguimiento al cabo de 18 meses para evaluar la funcionalidad física y la supervivencia de los participantes.
Tomar omega-3 redujo el riesgo de morir un 50%
Entre los 126 participantes que fallecieron en los 18 meses del estudio, el 33% tenía los niveles más bajos de ALA, mientras que el 19% tenía los niveles más altos. Teniendo en cuenta la edad, el sexo, la etnia, el IMC, la duración de los síntomas y los antecedentes familiares de ELA, los investigadores concluyeron que los participantes con los niveles más altos de ALA tenían un riesgo de muerte un 50% menor durante el estudio en comparación con los que tenían los niveles más bajos.
"El vínculo hallado en nuestro estudio entre la dieta y la ELA es intrigante y sugiere, aunque no prueba, que los enfermos de ELA podrían beneficiarse de incorporar más ácidos grasos omega-3 a su dieta", afirma Bjornevik, que también es miembro de la Academia Americana de Neurología. "Ahora será importante llevar a cabo investigaciones adicionales que analicen específicamente el ácido graso omega-3 de origen vegetal ácido alfa-linolénico en personas con ELA para explorar más a fondo esta posibilidad".
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