Salud bucodental
No hay dónde esconderse: Estas son las cosas que descubrirá tu dentista solo con que abras la boca
Es prácticamente imposible que un profesional no se dé cuenta de que hemos mantenido una mala higiene bucodental
Todos conocemos los grandes mandamientos de la salud de las últimas décadas: 'Comer cinco piezas de fruta y verdura al día', 'Camina 30 minutos a diario', 'Bebe tres litros de agua', 'Cepíllate los dientes después de cada comida', y un larguísimo etcétera. Casi nadie puede cumplir con tantas exigencias a rajatabla cada día de su vida, pero se debería procurar satisfacer todos estos requisitos para llevar una vida más sana.
Todas estas sencillas acciones son mucho más fáciles de llevar a cabo a diario si se acaban instalando como hábitos, pero para ello hace falta repetirlos en el tiempo durante varias semanas hasta que se conviertan en costumbres imprescindibles. Es necesario un nivel de compromiso y autocontrol no muy elevado, aunque el agotamiento y el ritmo frenético de la vida moderna puedan perjudicarlo.
Podemos ponernos excusas a nosotros mismos, pero no a nuestro médico de cabeza que nos prohibió fumar, ni al endocrino que nos vetó las grasas saturadas y, mucho menos, por supuesto, al dentista que nos conminó a utilizar el hilo dental al menos una vez al día. Los profesionales de salud pueden utilizar los escáneres o una simple inspección en una 'máquina de detección de mentiras'.
Las cosas que no se le pueden ocultar a un dentista
Aunque nos pueda dar vergüenza reconocer ante el dentista que nos hemos saltados sus recomendaciones en cuanto a alimentación y limpieza regular de nuestra dentadura, tratar de mentirle es una tarea absurda. Nada más mirar dentro de nuestra boca, se dará cuenta de que no le estamos diciendo la verdad, además de que esto tan solo nos perjudicaría a nosotros.
Lo más recomendable es ser honestos y contarle la verdad acerca de nuestros hábitos de alimentación, tabaquismo y/o higiene bucodental, para que nos ayude y trabaje en consecuencia. Carly Hall (@caarly_hall) es una creadora de contenido y estudiante universitaria de odontología que se dedica a compartir información útil y divulgar consejos de salud en redes sociales.
Hace unos días, explicó en un vídeo algunos datos curiosos que pueden detectar los profesionales con tan solo echar un simple vistazo a nuestra dentadura:
- Ansiedad, estrés y depresión. Uno de los síntomas de las personas que sufren de estas afecciones es que les acaban rechinando o crujiendo los dientes. Esto sucede porque desarrollan bruxismo de tanto apretar la mandíbula, y puede causar dolores de cabeza de desplazamientos de las piezas dentales.
- Problemas en el sistema digestivo. Si se padece mal aliento a pesar de seguir una limpieza estricta, suele ser por complicaciones estomacales o en el esófago, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE.
- Medicamentos y tratamientos no recomendados. Tanto la ingesta regular de algunos fármacos como de terapias no aconsejadas pueden derivar en insuficiencia de algunos minerales, lo que también se ve reflejado en las piezas dentales y las encías.
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- TCA. Los trastornos compulsivos de la alimentación, especialmente la bulimia, desgastan de manera irreversible los dientes.
- Consumo de alcohol, tabaco y otras drogas. Las personas con tabaquismo son mucho más propensas a sufrir periodontitis, así como pérdida de piezas dentales, al igual que sucede con la dipsomanía y otra clase de adicciones.
- Chuparse el dedo o morderse las uñas. Estos comportamientos maniáticos también desgastan los dientes, por lo que los expertos recomiendan dejar de utilizar chupete a los dos años.
- Lateralidad. Suelen notarse rápidamente si un paciente es diestro o zurdo ya que, por comodidad, se cepilla mejor el lado contrario de la boca.
Si los dentistas y profesionales de la salud bucodental son capaces de extraer toda esta información en una revisión rutinaria, no hay motivo entonces para mentirles, porque sabrán que no les estamos contando la verdad. Ante cualquier molestia en la boca o sospecha de que algo no marcha bien, es recomendable acudir a un experto para que nos examine y dé un diagnóstico.
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