Gemelos idénticos siguen dietas distintas y uno se vuelve más joven genéticamente al final del estudio

¿Qué determina cuánto viviremos, nuestros genes o lo que comemos? La respuesta es más difícil de lo que parece. Pero no por ello hay que dejar de buscarla. Con ese espíritu, un equipo de científicos decidió emprender un experimento para el que contaron con 21 gemelos idénticos. El objetivo era demostrar si seguir seguir una dieta omnívora o una dieta vegana durante unos pocos meses puede reducir nuestra edad "real", llamada técnicamente "edad biológica". Los resultados apuntan que, sorprendentemente, sí, es posible volver nuestro cuerpo más joven de lo que marca el documento de identidad.

Para ello, debemos tener en cuenta que para realizar una estimación de la edad biológica se examinan los niveles de algo llamado metilación del ADN. Se trata de un tipo de modificación química del ADN conocida como "modificación epigenética" que altera la expresión de los genes pero no el ADN en sí. Pues bien, investigaciones anteriores han establecido que un aumento de los niveles de metilación del ADN está asociado al envejecimiento. Es decir, que la metilación del ADN influye en cómo de joven y, posiblemente, cómo de longevo es nuestro organismo.

Y aquí está el quid de la cuestión: ¿se puede modificar estos niveles, incluso en gemelos idénticos monocigóticos que comparten el 99,99% del ADN a través de lo que comemos? Con esta pregunta en mente, Varun Dwaraka, Christopher Gardner y sus colegas investigaron los efectos moleculares de una dieta vegana y una dieta omnívora a corto plazo.

Le indicaron a una mitad de cada pareja de gemelos que siguiera una distinta durante ocho semanas. La omnívora incluía entre 170 y 225 gramos de carne, un huevo y una ración y media de lácteos al día. La otra mitad siguió una dieta vegana durante el mismo periodo de tiempo.

La muestra estaba compuesta en un 77% por mujeres (32), y los participantes tenían una edad media de 40 años y un índice de masa corporal medio de 26 kilogramos por metro cuadrado. Durante las primeras cuatro semanas del estudio, los participantes comieron comidas que les habían preparado y, durante las segundas cuatro semanas, comieron comidas que habían preparado ellos mismos, después de recibir clases de nutrición impartidas por educadores sanitarios.

Los autores investigaron los efectos de la dieta en los niveles de metilación del ADN analizando muestras de sangre tomadas a los participantes al inicio, en la cuarta semana y en la octava semana del estudio. Utilizaron los niveles de metilación del ADN para determinar la edad biológica de los participantes y sus sistemas orgánicos. Los resultados se publican en la revista BMC Medicine.

La dieta vegana redujo la edad biológica y el envejecimiento

Al final del estudio, los autores observaron disminuciones en las estimaciones de la edad real conocida como "relojes de envejecimiento epigenético" en los participantes que seguían una dieta vegana. Pero no fue así entre los que seguían una dieta omnívora. También observaron descensos en las edades del corazón, las hormonas, el hígado y los sistemas inflamatorio y metabólico de los participantes que siguieron una dieta vegana, pero no omnívora, durante ocho semanas.

Los autores advierten que «no está claro hasta qué punto las diferencias observadas entre los participantes que siguieron dietas diferentes pueden atribuirse a sus composiciones alimentarias». Señalan que los participantes que siguieron una dieta vegana perdieron dos kilos más de media que los que siguieron una dieta omnívora debido a las diferencias en el contenido calórico de las comidas suministradas durante las cuatro semanas iniciales del estudio.

Con lo cual, sugieren que estas variaciones en la pérdida de peso podrían haber contribuido a las diferencias observadas en la edad epigenética entre ambos grupos. Es decir: quizá no fue tanto la alimentación en sí como perder peso lo que hace que "seamos más jóvenes". Por último, añaden que es necesario seguir investigando la relación entre la composición de la dieta, el peso y el envejecimiento, además de los efectos a largo plazo de las dietas veganas.

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