¿Dieta con carne o vegetariana? Un estudio sorprende al responder cuál es mejor para un cerebro joven y feliz

Lo que comes afecta a tu bienestar, pero a veces es difícil conocer con precisión cuáles son los efectos de la dieta en la salud del cerebro. Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Mental Health se ha interesado saber cómo afectan las dietas con carne y vegetariana afectan al cerebro en áreas como la salud mental y la función cognitiva.

El resultado revela qué alimentos son mejores para la depresión o la ansiedad (para tener un cerebro más feliz, en definitiva) y qué pauta dietética es superior para prevenir el deterioro cognitivo y mantener un 'cerebro joven': ¿la dieta vegetariana o un menú que permita comer carne de forma equilibrada?

Investigaciones anteriores han demostrado sistemáticamente que la dieta desempeña un papel fundamental en la salud del cerebro. Lo que comemos influye en las funciones cognitivas y el bienestar emocional. Se nos insiste en comer frutas y verduras porque las dietas ricas en nutrientes y equilibradas suelen estar relacionadas con un menor riesgo de deterioro cognitivo y mejores resultados de salud mental.

Sin embargo, hasta ahora no se había realizado un estudio lo suficientemente sólido sobre los efectos de tomar solo alimentos vegetales o una dieta con carne en la salud del cerebro. La investigación analizó los datos de 182.000 personas con una edad media de 71 años. Les preguntaron sus preferencias alimentarias en categorías de 'comida', como lácteos, frutas, alcohol, carne, aperitivos, almidones y verduras. Después, les dividieron en cuatro patrones dietéticos:

• Sin almidón o reducido en almidón: este grupo prefería frutas, verduras y proteínas, pero mostraba una menor preferencia por alimentos ricos en almidón como el pan o la pasta.
• Vegetariano: este grupo prefería la fruta y la verdura, pero mostraba una menor preferencia por las proteínas.
• Alto contenido en proteínas y bajo contenido en fibra: este grupo prefiere los tentempiés y los alimentos proteicos y tiene una menor preferencia por las frutas y las verduras.
• Dieta equilibrada: este grupo mostró preferencias similares en todos los grupos de alimentos.

A continuación, los investigadores examinaron la estructura cerebral de los participantes mediante resonancias magnéticas. También evaluaron su salud mental, recopilando datos sobre componentes como la ansiedad y los síntomas depresivos, los síntomas de manía, la experiencia psicótica, los traumas, las autolesiones y el bienestar.

Analizaron también la bioquímica sanguínea, los biomarcadores metabólicos. Por ultimo, examinaron las puntuaciones de riesgo poligénico, que miden el factor genético en el riesgo de enfermedad mental, e hicieron un análisis de enriquecimiento genético.

La dieta equilibrada es la mejor opción para el cerebro

¿El resultado? El estudio descubrió que el subtipo de dieta carnívora equilibrada era el más beneficiado de los cuatro grupos. Era el que tenía puntuaciones más bajas en la mayoría de las mediciones de salud mental y puntuaciones más altas en bienestar.

El grupo de dieta equilibrada también tenía un riesgo genético relativamente menor para la mayoría de los trastornos mentales. Por el contrario, el grupo vegetariano tenía un mayor riesgo genético de padecer Alzheimer, trastorno bipolar, esquizofrenia y otros trastornos mentales. El grupo rico en proteínas y bajo en fibra tenía un mayor riesgo genético de sufrir un ictus isquémico.

El grupo de dieta con carne equilibrada, también tenían mayores niveles de materia gris (relacionados con un cerebro más joven) en ciertas zonas del cerebro en comparación con el grupo de dieta rica en proteínas y baja en fibra. Sin embargo, el grupo vegetariano también mostró mayores niveles de materia gris en ciertas regiones cerebrales.

En definitiva, los investigadores descubrieron que quienes seguían una dieta equilibrada eran más propensos a tener mejor salud mental y funcionamiento cognitivo. Pero, en general, los resultados muestran cómo seguir una dieta equilibrada puede ayudar a mejorar la salud cerebral y el bienestar mental.

El estudio también tiene ciertas limitaciones. En primer lugar, utilizó datos del Biobanco del Reino Unido, que no refleja totalmente la diversidad de la población del Reino Unido. Además, la investigación se centró principalmente en individuos sanos y la naturaleza del estudio también significa que no puede probar la causalidad.

Los investigadores señalan además que, aunque pudieron examinar los niveles de ácidos grasos omega-3 y omega-6, no examinaron los niveles de triptófano, que está relacionado con la salud mental y la función cognitiva. Tampoco recopilaron información detallada sobre cómo intervenían los ácidos grasos omega-3 y omega-6 en los patrones dietéticos. Estas decisiones pueden haber llevado a pasar por alto datos, ya que estos elementos son importantes para la síntesis de serotonina y, por tanto, para la salud mental en general.

Por último, parte de la recopilación de datos se basó en los informes de los participantes, que no siempre son fidedignos. Los investigadores también se centraron en las preferencias alimentarias en lugar de en los datos sobre los alimentos reales que comían los participantes, y utilizaron mediciones simplificadas de los factores de salud mental.

No obstante, incluso teniendo en cuenta estas deficiencias, los resultados apuntan a la importancia de seguir unos patrones dietéticos saludables para obtener resultados positivos para la salud cerebral. Aunque se seguirá investigando en este campo, el estudio señala la importancia de tomar decisiones nutricionales acertadas para mejorar la función cerebral y la salud mental.