¿Cómo proteger tu piel del sol y de los mosquitos al mismo tiempo?

Exponerse a la luz del sol con frecuencia tiene muchos beneficios para nuestra salud: es nuestra principal fuente de vitamina D (necesaria para mantener los dientes sanos y los huesos fuertes), mejora nuestra respuesta inmunológica y aumenta el número de glóbulos blancos, linfocitos y neutrófilos… e incluso puede hacer que nos sintamos mucho más animados. Ahora bien, si vamos a exponernos a la luz solar, es importante que lo hagamos tomando las debidas precauciones, sobre todo su la exposición va a ser prolongada y nuestra piel es muy clara.

Tres precauciones previas

Para proteger nuestra piel de forma efectiva, debemos elegir el factor de protección solar o SPF adecuado. Este valor aparece en el recipiente representado por un número que suele ser 50+, 30+ o 15+. Lo que indica este número es la capacidad de protección de la crema frente a la radiación UVB.

Básicamente, el SPF de una crema de protección solar valor actúa como un multiplicador que nos dice el tiempo que nuestra piel está a salvo de los efectos dañinos del sol, que dependerá de cada persona. Por ejemplo, si la piel de una persona en concreto aguanta 10 minutos bajo el sol sin quemarse, tardaría unos 100 minutos con una crema SPF 10+; unos 150 minutos con una SPF de 15+; unos 300 minutos con la de factor de protección 30+ y unos 500 minutos con un factor de protección 50+.

Obviamente, todas estas mediciones son -en realidad- aproximaciones. Por eso los expertos hacen una serie de recomendaciones adicionales para que podamos exponernos al sol con seguridad:

• Aplicar el producto 30 minutos antes de tomar el sol
• Renovar la fotoprotección cada dos horas, con independencia del factor de protección.
• Reaplicar la protección después de bañarte o secarte.

Según un estudio de Cinfa avalado por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la mayoría de los españoles no se protegen adecuadamente del sol. Solo el 3% cumple con las tres normas recomendadas, lo que aumenta el riesgo de quemaduras, envejecimiento prematuro y cáncer de piel a largo plazo. Además, es importante no cometer otros errores, como aplicar repelente de insectos inmediatamente después del protector solar, ya que esto reduce su eficacia.

Protegerse a la vez del sol y los insectos:

Es muy común que, durante los meses de verano, pasemos mucho tiempo al aire libre. Sin embargo, es importante que lo hagamos con precaución y resguardándonos de dos de los mayores y más constantes amenazas del verano: los insectos y los rayos ultravioleta del Sol. Ahora bien, protegernos eficazmente contra ambos presenta otro problema: el repelente de insectos, cuando se aplica nada más haber aplicado la crema solar, hace que esta pierda gran parte de su efecto… lo que puede ser muy peligroso.

Si queremos aplicar los dos productos, podemos hacerlo… pero debemos tomar las precauciones necesarias:

Debes aplicar primero el protector solar y esperar 30 minutos antes de aplicar el repelente. Asimismo, es importante recordar que el protector solar debe reaplicarse cada dos horas y después de nadar, secarse o sudar mucho. Al volver a aplicar el protector solar, es fundamental seguir el mismo orden, es decir, aplicar primero el protector solar, esperar 30 minutos y luego aplicar el repelente de insectos. Si seguimos el orden correcto, la eficacia de ambos productos seguirá siendo exactamente la misma que cuando las usamos por separado.