El trípode del domingo
La Sagrada Familia de Nazaret
Es una fiesta que la liturgia señala como el «verdadero modelo de vida» para que nuestras familias se inspiren en Ella y puedan encontrar consuelo y ayuda.
El primer domingo –hoy– después de la Navidad, el calendario litúrgico de la Iglesia Católica conmemora desde 1920, la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, es decir, la compuesta por Jesús, María y José. Es una fiesta que la liturgia señala como el «verdadero modelo de vida» para que nuestras familias se inspiren en Ella y puedan encontrar consuelo y ayuda. Belén, donde nació Jesús; Nazaret, donde vivieron juntos la mayor parte de su vida terrenal; y Egipto, hacia donde un Ángel de Dios le reveló a José que huyeran poco después del nacimiento del Niño Jesús, son por ello lugares especialmente vinculados con su vida terrenal. La huida a Egipto fue señalada para evitar que Herodes, por entonces rey de los judíos, asesinara a Jesús, al pensar que al tratarse del Mesías profetizado y prometido al pueblo judío –como le habían indicado los Reyes Magos y los sacerdotes del Templo–, pretendiera usurparle el Trono. Y por ello ordenó a sus guardias que asesinaran a todos los varones menores de dos años para asegurarse de su muerte. Precisamente en recuerdo de esos niños, se celebra cada 28 de diciembre la fiesta de los Santos Inocentes. En Egipto, la tradición estima que vivieron tres años y medio en diversos lugares, hasta que nuevamente San José recibirá otro anuncio del Ángel de que podían regresar a su tierra porque Herodes ya había muerto. Pero no volverán a Belén sino directamente a Nazaret, donde había nacido la Virgen y donde residirán llevando una vida de gran sencillez, trabajando José como carpintero y Jesús con él, mientras María se ocupaba de las labores de cuidado del hogar familiar. En torno a 30 años después del nacimiento de Jesús, falleció San José atendido y acompañado de Jesús y María, motivo por el que entre otros muchos títulos se le conoce como el «Patrono de la buena muerte». Poco después, el Señor dará comienzo a su vida pública, que se alargará hasta su Pasión y Muerte en la Cruz tres años después en torno a los 33 años de edad. En cuanto a la vida terrenal de la Sagrada Familia en Egipto, existen numerosos testimonios escritos y templos en diversos lugares que la recuerdan, pudiendo destacarse de ellos en la capital El Cairo, una gruta que evoca los tres meses que se cree residieron allí antes de trasladarse hacia Luxor, llegando hasta Asuán y otros lugares del sur de Egipto. Precisamente, encima de esa gruta situada en el barrio Copto de la ciudad, se encuentra la Iglesia Cristiana de san Sergio y san Baco legionarios romanos mártires por su Fe en el siglo III.
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