La impunidad socialista

Conde-Pumpido ha decidido destruir el prestigio que le quedaba consagrando la impunidad de los ideólogos y autores de la corrupción sistémica del PSOE. No le importan las críticas y el desprecio que concita entre los magistrados y fiscales de sala del Supremo. Es cierto que se podrá incorporar al despacho de Garzón, pero ha conseguido convertir el Tribunal Constitucional en un órgano partidista. Lo peor es que lo hace un juez que ha vendido su alma al sanchismo y que está movido por unos celos irracionales contra Manuel Marchena. Algún jurista de medio pelo intenta encontrar similitudes entre la politización del TC y el Supremo de Estados Unidos. Deberían abandonar la Wikipedia. Conde-Pumpido no es Jay, Warren, Marshall, Brandeis, Taft y tantos otros prominentes juristas estadounidenses que estuvieron en el Supremo. Nadie se puede tomar en serio compararle con Jay, que es autor de una obra académica muy apreciable. Entre Marshall y Conde-Pumpido existe un abismo. En el caso de hacerlo con Segoviano, Montalbán, Díez, Balaguer y Campo se puede entrar en un estado de depresión ante su escasa calidad, falta de originalidad y simpleza argumental.

Una consecuencia previsible de la sumisión del TC con el disparate de los ERE la comprobamos con el regreso de Manuel Chaves. Uno de los mayores escándalos de corrupción de la historia de España lo quiere convertir en una operación política, mediática y judicial contra el PSOE. Es una vergüenza. Estos días estaba leyendo unos libros muy interesantes sobre el derecho penal en la Alemania de Hitler publicados por Tirant Lo Blanc. Al igual que ha sucedido con los ERE existió un marco legal. No es ninguna novedad comprobar que hay leyes que se aprueban con un fin ilegítimo, aunque el órgano que lo apruebe sea legal. Es lo que ha legitimado Conde-Pumpido con el apoyo de magistrados que se han beneficiado del PSOE o que incluso han trabajado para la Junta de Andalucía. Lo mismo se puede decir de algunos juristas andaluces que salen al rescate del PSOE, porque quieren seguir facturando dictámenes y llevando casos como hicieron en el pasado. Con la llegada de Juanma Moreno se les han acabado los chollos y las redes clientelares. Chaves sabe muy bien lo que pasó y sus mentiras, como las de Conde-Pumpido, no pueden cambiar lo que sucedió.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).