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El trípode

El caos sanchista

Huye de Paiporta a esconderse del barro, se permite pontificar desde Bakú que «el cambio climático mata» y Tezanos afirma que -esa indigna y patética escena- le ha supuesto que su intención de voto se haya incrementado entre los españoles.

La Comisión de Hacienda del Congreso fue el lunes un nítido espejo del caos que representa el gobierno sanchista, constituido para satisfacer el insaciable deseo de su líder supremo de seguir en la Moncloa. Y así poder disfrutar del Falcon para ir con él de Coruña a Santiago de Compostela. Huye de Paiporta a esconderse del barro, se permite pontificar desde Bakú que «el cambio climático mata» y Tezanos afirma que -esa indigna y patética escena- le ha supuesto que su intención de voto se haya incrementado entre los españoles. Quizás también lo suponga según «su Tezanos» lo vivido hasta pasada la una de la madrugada de ayer en el Congreso, que fueron más de cuatro horas caóticas de suspensión de la sesión, que el sanchista presidente de la Comisión de Hacienda había impuesto para conseguir los votos necesarios para poder aprobar el dictamen y llevarlo a votación del Pleno de mañana.

Había dicho que serían unos «escasos minutos» que fueron más de cuatro horas hasta que ya de madrugada esos votos los consiguieron de ERC, Bildu y el BNG. Aunque Podemos por un extremo y Junts por el otro, no lo aceptan por lo que todo sigue en el aire hasta mañana. La materia objeto de esa situación tiene en la fiscalidad de la banca y las energéticas su cuestión más conflictiva para la macedonia de siglas del sanchismo tan progresista como la que representan Otegi y Puigdemont, y tan feminista como Errejón. Es otra consecuencia más de la lamentable situación en la que está cayendo España con Sánchez al frente. Llegó al gobierno habiendo sido reiterada y estrepitosamente derrotado por las urnas y colocado allí precisamente para eso: para deshacer España. ¿O es que alguien en su sano juicio puede creer que una coalición de comunistas, separatistas y bilduetarras puede querer el bien de la nación española? ¿Alguien puede creer que -tras ser derrotado en las elecciones-, siga en la Moncloa gracias a los apoyos de esos socios y aliados para trabajar por el bien común y el interés general de España? «Lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible» que dijo el Guerra -y ese es el dramático escenario en el que está sumida España. Lo último que debe perderse en toda empresa humana es la esperanza como virtud y ello es aplicable a la situación que atraviesa la empresa sociedad española. «No hay mal que por bien no venga», como se ha comprobado con la DANA, donde ha emergido la entrega y solidaridad de tantos anónimos voluntarios. Y tras el mal del sanchismo, surgirá una España renovada y mejor.