Fin del mundo

El reloj del apocalipsis: qué indica su hora y cuando presupone la llegada del juicio final

Como ya nos ha demostrado nuestra historia, las catástrofes firmadas por la huella humana tienen un impacto irremplazable en la Tierra. Hoy nos encontramos una vez más al filo del ocaso con un conflicto bélico en el punto de mira

Lawrence Krauss (i), director del proyecto Origins de la Universidad de Arizona, y Robert Rosner, profesor en la Universidad de Chicago, tras ajustar 30 segundos el "Reloj del Juicio Final" en 2018
Lawrence Krauss (i), director del proyecto Origins de la Universidad de Arizona, y Robert Rosner, profesor en la Universidad de Chicago, tras ajustar 30 segundos el "Reloj del Juicio Final" en 2018larazon

El apocalipsis está más de moda que nunca. Eso está claro o al menos las incontables guerra que asoman por el horizonte así lo atestiguan. La reciente noticia de Putin haciendo una llamada a la Guerra Nuclearha encendido todas las alarmas de las potencias mundiales. Es por eso que el fin de mundo jamás se ha estilado tanto. En este contexto entra a escena el reloj del fin del mundo, también llamado Doomsday Clock, que ha estado en funcionamiento por más de 77 años. Sin embargo, ¿qué es lo que marca realmente este aparato?

Dos de los últimos registros de la actividad de este reloj datan, el primero, del periodo comprendido entre el 2020 y el 2022 donde marcaba 100 segundos para la medianoche. Y el segundo de enero del presente curso donde, con motivo de la Guerra de Ucrania y la posible implicación de esta con Estados Unidos y Europa, las agujas se situaban a tan solo 90 segundos del apocalipsis. Esta última medida es la más cercana al punto crítico de este artefacto desde su fecha de creación. Por tanto, este presagio estima que nos encontramos más cerca que nunca de una nueva contienda mundial.

Si ponemos en perspectiva lo sucedido en los últimos meses: el enfrentamiento palestino-israelí en la franja de gaza, la intensificación del conflicto ucraniano con armamento nuclear y la tensión palpable de las naciones más poderosas. Tal vez esta medición tenga razón aunque en realidad su funcionamiento deja más dudas que respuestas. La verdad que en esta situación la imprevisibilidad, la incertidumbre y los intereses ajenos se apoderan del debate. En la política exterior en realidad no se busca agradar a nadie sino mirar por el bien de uno mismo, aunque las (falsas) leyes nos quieran decir lo contrario.

¿Qué es y qué significa el reloj del juicio final?

Este reloj encuentra su origen en el Bulletin of Atomic Scientists, un subgrupo de científicos que participaron en el 'Proyecto Manhattan'. El funcionamiento de este ente se rige por las dictaminaciones emitidas por el Consejo de Ciencia y Seguridad de la organización en consonancia con su Junta de Patrocinadores. Estas dos vertientes llegan a a un consenso para emitir la resolución año a año. En algunos casos las agujas del reloj permanecen inmóviles mientras que en otros, de acuerdo a la realidad de nuestra actualidad, se desplazan.

En los últimos años se ha identificado una tendencia hasta llegar a pontos máximos nunca antes explorados. No obstante las críticas sobre el cómo funciona esta máquina han salido de la propia entidad. El exmiembro de la Junta del Bulletin, Lawrence Krauss, ha puesto en duda más de una vez los resultados expuestos por los mismos. Los parámetros que se establecen para la mesura del cambio, si procede, no se corresponden con el paradigma que refleja la realidad. La capacidad de reacción y acción de estas pugnas no es medible. Es una medida cualitativa.

¿Qué ocurre si el reloj del apocalipsis llega a la medianoche?

De esta manera, el reloj no mide como tal el apocalipsis per se pero si el fin del mundo tal y como lo conocemos. No se van a abrir las puertas del infierno y van a salir los espíritus de entre los muertos como en las películas. Pero si que se puede otorgar un sentimiento de descenso a los infiernos del ser humano, de su maldad, su ruindad. Por lo tanto, cuando este marque la medianoche, se habrá producido en el mundo real un intercambio nuclear, el inicio de una pugna mundial o un cambio climático devastador sin precedentes.