Prueba
Seal Design: cien por cien eléctrico, cómodo y muy tecnológico
Este BYD, con 313 cv, ofrece hasta 690 kilómetros de autonomía en ciudad. Tiene una batería de 82 kWh que permite viajar con tranquilidad. Lo hemos comprobado

Hace 25 años muchos conductores miraban con recelo la llegada de marcas coreanas como Hyundai o Kia. Tenían productos asequibles, calidades correctas y tecnología similar a sus competidores. Hoy, estas compañías son referente en el mercado español y nadie duda de ellas. Es más, han abandonado por completo el carácter “low cost” que pudieron llegar a tener y rozan lo “premium” en muchos casos.
De hecho, forman parte del top 3 y top 10 del mercado español. Algo parecido está ocurriendo con las marcas chinas que hoy empiezan a poblar nuestras calles y carreteras. Las dudas pueden ser naturales…hasta que pruebas uno de sus coches eléctricos. Y este es el caso del BYD Seal Design. El coche despierta curiosidad y muchos se acercan al vehículo para verlo, para inspeccionarlo llevados por la inquietud sobre la calidad del coche. Y todos los que lo ven terminan por convencerse… Luego está la típica pregunta sobre los concesionarios, el taller… hasta que se enteran de que, en 2025, habrá en nuestro país un total de 100. Ahí acaban las dudas iniciales.
El coche en cuestión de esta prueba es el BYD Seal Design, una berlina de cinco puertas con una longitud de 4,8 metros, una altura de 1,46 y un maletero de 400 litros de capacidad detrás y 53 delante. En el delantero se pueden guardar los cables de carga o incluso una mochila de ordenador. El BYD tiene un diseño que recuerda al Tesla Model 3, pero quienes se acercan a “fisgonear” el coche afirman que “este es más bonito”. Y puede que lo sea. El fabricante chino incorpora en este coche un motor que rinde una potencia equivalente a 313 cv, tracción trasera y una batería de 82 kW con una potencia de carga máxima de 150 kw (muy correcta pero algo justa siendo un coche en el que se puede viajar porque la curva de carga enseguida baja a cerca de 100…).
La capacidad es buena, más que correcta y nos permitirá realizar viajes con total tranquilidad. Es decir, si salimos con el 100% podemos completar por autovía unos 350 kilómetros rodando a velocidad legal y dejando un margen del 10-15% por si el cargador de la parada no funciona, está ocupado o en mantenimiento. Una cifra que podría superar los 500 kilómetros si nos limitamos a la ciudad. Si en nuestro día a día recorremos poca distancia, con cargar una vez a la semana sería suficiente.
Por dentro, el coche transmite mucha calidad. Es innegable. Los asientos resultan muy cómodos y en general se aprecia un gran trabajo con buenos materiales. Sorprende la pantalla central de 15,6 pulgadas que puede usarse de forma vertical u horizontal. Una vez en marcha el coche se siente con buen aplomo, cómodo, agradable de conducir, pero ya está. Si le pides cualquier esfuerzo deportivo puede que no responda estén pensando. Aunque la filosofía del coche no es esa. Desde la pantalla central se manejan casi todas las funciones del coche, desde la frenada regenerativa, la dureza de la dirección y hasta la dirección de las salidas de aire.
El planificador de rutas del navegador requiere que ofrezcas wifi (datos) desde tu teléfono móvil, aunque es cierto que luego su funcionamiento es bueno, aunque sin llegar al nivel de Android Automotive con Google. En cuanto a fiabilidad, cosa que no hemos podido comprobar, todos los conductores VTC que tienen el Seal no tienen una sola queja. Su precio arranca en 41.000 euros, que si vuelve el Moves puede quedarse en 35.000 o en unos 600 euros si hacemos un renting a 60 meses y 10.000 kilómetros por año.