
Entrevista
Paula Fabregat (Renault): «La creatividad es igual de importante que antes a pesar de la Inteligencia Artificial»
La diseñadora española, responsable de los nuevos Renault 5, R4 y Captur, habla con La Razón acerca del coche eléctrico, pero también de arte y de futuro. El Vel Satis fue el Concept Car que más le impactó

Es una de las responsables de diseño de coches como el Captur, el R5, el R4, el Twingo y algunos modelos más de Renault que vendrán en el futuro. Paula Fabregat, valenciana, estudió Diseño Industrial en CEU San Pablo y posteriormente Diseño de Automóviles en la Politécnica valenciana. En la vorágine del Salón del Automóvil de París tras presentar el R4, y todavía resonando los ecos del impresionante éxito del R5, atendió a La Razón para hablar de diseño, inspiración y arte.
¿Es un mito que el coche eléctrico ofrece más libertad a los diseñadores en comparación con uno de combustión?
Es un mito. En realidad, hay un motor, hay cuatro ruedas, un poquito menos de entradas de aire... Lo que es interesante es que tenemos las plataformas que son cien por cien eléctricas y también te dan más habitabilidad. Pero en cuestión de diseño no hay tanta diferencia. Las entradas de aire es la gran diferencia, que no necesitas tantas. En realidad, al final, cuando decides hacer un coche eléctrico, o un coche térmico o híbrido, coges las limitaciones de cada tecnología y te pones a diseñar. Y tampoco hay una tipología de eléctrico o de térmico, creo que ya hemos pasado esa época, cuando pensábamos que los coches eléctricos serían clínicos y limpios.
-Dicen que con el coche eléctrico los diseñadores se imponen a los ingenieros.
No. Yo creo que los mejores coches, como el R5 y el R4, este tipo de resultados los obtenemos cuando detrás hay un equipo hiper unido. A mí me encanta hablar de mis homólogos en ingeniería y en producto porque hemos hecho un trío, un «trío calavera», un trío que ha funcionado tan bien… Yo no tenía que luchar contra, teníamos que luchar juntos, los objetivos eran comunes y entre los tres veíamos un problema y teníamos una visión 360, con lo cual yo entiendo perfectamente la problemática de la ingeniería, de producto y al contrario. Cuando consigues la unión de esas tres direcciones es fantástico porque el proyecto sale como ha salido con el R5 y el R4. Lo que ha ayudado mucho es haber hecho un «showcar» tan bueno. Y que todo el mundo, de una manera u otra, dijo «esto es lo que hay que hacer», tanto en ingeniería como producto como diseño. Entonces el objetivo era común...
Pero el «show car» hay que llevarlo a producción con todo lo que eso supone a nivel industrial…
Sí, pero hemos luchado por llevar la producción todos juntos, no en contra. A eso me refiero. Cuando ingeniería venía con algún problema intentábamos encontrar una solución, entonces intentábamos girarlo de otra manera para alcanzar el mismo objetivo. Hay proyectos en los que puede costar más, porque a lo mejor el objeto que yo estoy creando puede gustar más o menos. Si no convenzo, la ingeniería va a intentarlo, pero si no sale… no es lo mismo decir «yo también quiero hacerlo». La motivación no es la misma. Es una cuestión de estado de ánimo, si estás convencido de que quieres hacer esto y todos queremos hacer lo mismo… Da igual que sea ingeniería, que sea diseño. Al final juntos encontraremos soluciones para llegar a esto y eso es lo que es increíble con estos coches.

Cuando te encargaron diseñar el nuevo R5, con todo lo que eso significa porque es un coche icónico ¿eso es más presión que crear un coche nuevo desde cero? ¿Saber que el coche tiene un espíritu histórico que ha enamorado a millones de personas supone más presión?
Hay dos tipologías. Cuando empiezas con una página blanco y tienes que poder proyectarte en el futuro y decir «esto será lo que será bueno dentro de cuatro años», eso también es emocionante, pero es un peso también importante, sobre todo, con un nuevo coche en el que se invierten muchos millones. En cambio, coger un coche, un icono como el 4L o como el Renault 5 y proyectarlo hacia el futuro es otro reto, pero no creo que sea ni más ni menos, creo que los dos casos son retos muy parecidos a nivel de presión. Pero en el caso de los R5 y R4 la diferencia es que a lo mejor hay más emoción porque son coches que todos los hemos vivido y hay un vínculo emotivo, un vínculo emocional con ellos, entonces yo creo que esa es la gran diferencia. Eso, precisamente, ayuda más a crear esa osmosis entre los equipos.
Dentro del R5 y del R4 ¿qué elemento de diseño ha sido un empeño tuyo y una lucha importante dentro del proceso de creación del coche? ¿Algo reconocible, algo que el conductor pueda tocar?
El indicador de carga, que al principio nadie creía en él. Fue una propuesta de diseño (en el antiguo R5 era una entrada de aire en el capó y ahora es una pantalla que indica el nivel de carga con varias barras). Y bueno, una vez más, con este trío de producto, ingeniería y diseño, convencí a mis homólogos. Hubo mucha gente que no creía en ese detalle porque tecnológicamente había que hacer cambios y no fue fácil. Pero gracias a que funcionábamos tan bien, llegamos a sacarlo y lo conseguimos. Luego hay detalles como el pintalabios, es 100% mío (ríe) (la forma del selector de marcha tiene forma de pintalabios). Luego hay una cosa que también la he llevado bastante de la mano, con más cariño, como es el porta baguettes… En realidad, mi puesto es como un director de orquesta, con lo cual formo parte de todo. También ha habido mucha emoción con ese objeto. A mí me gusta mucho la artesanía y en el mundo del automóvil la artesanía no existe, es industrial. Y hacer un objeto de este tipo de mimbre y la aventura como lo hemos hecho, con una artesana y demás ha sido muy bonito. Y luego, para el Renault 4 yo diría que el frontal porque lo que es la máscara negra con el logo, con el contorno y el logo también iluminado, es la primera vez que lo hemos hecho. Luego había problemas de reparabilidad, es decir, si hay un accidente no lo tenemos que cambiar todo, no, eso también lo hemos estudiado, entonces había tantas limitaciones, ha sido una pieza que ha sido muy compleja y yo creo que al final lo hemos conseguido porque es súper impactante. Además, ese coche se va a reconocer desde que aparezca a kilómetros de nuestra vista.

Con la llegada de la inteligencia artificial ¿un diseñador de coches todavía necesita buscar inspiración para crear un coche? ¿El hecho de tener tantas herramientas digitales ha reducido este aspecto?
No, que va, yo creo que la inspiración y la creatividad es igual de importante que antes. Aunque claro que utilizamos la inteligencia artificial. Para empezar, funciona muy bien para todo lo que es imágenes, para todo lo que es programas. Si hago un dibujo y se lo doy a la inteligencia, me hará un dibujo realista. Eso antes nos costaba días y ahora con un botón lo tenemos todo solucionado. Entonces ahí funciona muy bien. En cambio, la creatividad pura, la inteligencia artificial lo que hace es copiar lo que ya existe. O sea, no es creativa. Entonces, necesitas una mente creativa y buena, que sea un buen creativo, para decirte si eso es válido o no es válido. En un momento dado puede darnos pistas y entonces luego ya el buen diseñador cogerá varias pistas y las va a desarrollar y las va a trabajar para que sea algo óptimo, pero la inteligencia artificial no nos va a dar ningún diseño. Porque, en principio, lo que hace es copiar o hacer popurrís, copio de aquí, de aquí, de ahí o algo todo junto…
Cuando los artistas, músicos o escritores tienen una crisis de creatividad se escapan a unos sitios, se inspiran o hacen cualquier cosa ¿tú qué haces?
Me gusta inspirarme cada día. Pero en cuanto tengo tiempo me encanta ir a ver exposiciones de arte, me encanta la arquitectura, me gusta viajar… Yo creo que el diseñador es una mente más abierta y, sobre todo, curiosa, y eso es lo que nos diferencia a lo mejor del resto, de esa manera de observar. Yo creo que todo nos influye y todo puede ser un núcleo de creatividad: desde ir a un buen restaurante, que no tiene por qué ser caro, un sitio con carisma, una exposición, arquitectura, una buena película, todo puede ser inspirador en realidad.
¿Tienes alguna actividad o visitas algún lugar en concreto para encontrar esa inspiración?
En el día a día hago deporte. Eso me ayuda. También te puedo decir que lo último que más me impactó y que me emocionó fue, por ejemplo, una gran exposición de Nicolás de Staël, que es un pintor que me encanta y antes, también, la de Turner, que es un pintor que me gusta muchísimo. Y bueno, es gente que me emociona, entonces eso me inspira, me alimenta…Tenemos la suerte, y no nos damos cuenta de eso hasta que nos vamos fuera, de vivir alrededor del Mediterráneo con culturas que son tremendamente ricas como Italia, España, Francia, y de verdad que no nos damos cuenta hasta que nos vamos fuera. Y cuando lo hacemos nos percatamos de que la cultura que tenemos no es solo cultura de ir a una exposición, es cultura gastronómica, es cultura de vino, cultura de exposiciones, de arte de vida. De verdad que no lo valoramos. Yo he vivido bastante tiempo fuera y ha estado muy bien para aprender, pero también me he dado cuenta de que lo que tenemos aquí es enorme.
¿El éxito del R5 y el probable del R4 puede abrir una nueva tendencia de diseño en futuros modelos de Renault?
A ver, yo creo que el R4, el R5 y el Twingo (un show car mostrado en París cuya versión definitiva saldrá el próximo año) también es una familia de iconos que es súper pertinente para todo lo que es el tema del eléctrico. La tecnología va muy rápido y de una manera u otra vamos corriendo detrás de ella. Entonces, una manera de acercarnos a ella es precisamente haciendo modelos super emocionales que vamos a ir al concesionario y vamos a decir «yo quiero el R5», es eléctrico, sí, pero dice «yo quiero el R5» y es una manera también de aproximar la tecnología al humano. Vamos a ver... El R17 concept es una preciosidad. Todo el mundo me ha dicho «cuándo lo comercializamos…». Son pistas que lanzamos y Luca (De Meo, CEO de Renault) en este sentido es bastante atrevido.
¿Qué coche de Renault te hubiera gustado diseñar anteriormente?
El concept car del Vel Satis. Es el show car que me impactó cuando era joven. Y eso es lo que me hizo querer venir a esta empresa.
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