
Opinión
Comprometidos con nuestro patrimonio verde
Con la distinción del arbolado por la ONU, la ciudad suma un nuevo aval a las políticas medioambientales del Ayuntamiento

Todos los que amamos el patrimonio verde de la ciudad de Madrid, sus árboles y sus parques y jardines, estamos de enhorabuena. El Retiro cumple 90 años desde que fue declarado Jardín Artístico. Nueve décadas que vienen a avalar el trabajo de cuidado y protección que el Ayuntamiento ha impulsado en estos jardines. Desde el respeto a la esencia de El Retiro, pero también desde la firme convicción de mejorar, enriquecer y actualizar uno de los emblemas por excelencia de la ciudad, orgullo para los madrileños y punto obligado de visita para millones de turistas.
Al recuerdo de aquel reconocimiento en el ya lejano 1935 hemos sumado esta semana un nuevo aval a las políticas medioambientales del Ayuntamiento. La ciudad de Madrid, por sexto año consecutivo, ha sido elegida Ciudad Arbórea del mundo por Naciones Unidas. Madrid se consolida así en el selecto club de urbes que han recibido esta distinción todos los años desde su creación y que son referencia internacional en su estrategia de gestión y cuidado del arbolado como Toronto (Canadá), Auckland (Nueva Zelanda) y Birmingham (Reino Unido). La única española en esta ilustre nómina de ciudades verdes.
Estamos profundamente honrados ante el hecho de que la Organización de las Naciones Unidas y la Arbor Day Foundation reconozcan la infatigable labor que, a pie de cada una de nuestras 3.800 zonas verdes, llevan a cabo nuestros jardineros, técnicos y equipos del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. Cumplimos con los requisitos que se exigen desde Tree Cities of the World: contar con una estructura de gestión del arbolado, mantener un censo actualizado, garantizar recursos financieros para su conservación, disponer de una normativa específica sobre su cuidado y fomentar la concienciación ciudadana en esta materia.
El reconocimiento no solo supone un impulso renovado al trabajo desplegado cotidianamente en las 6.000 hectáreas de zonas verdes y en nuestras 5.200 calles arboladas. Echando la vista atrás al pasado más reciente de la capital, la designación como Ciudad Arbórea del mundo por sexto año consecutivo también significa un reconocimiento a uno de los valores que mejor define a los madrileños. Su capacidad para recuperarse y levantarse de los golpes más duros. La borrasca "Filomena" dio forma en enero de 2021 a uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado el Ayuntamiento de Madrid en su historia en la protección de su patrimonio verde. Su embate alteró el paisaje de muchas de nuestras mayores joyas medioambientales. De la Casa de Campo al Capricho o El Retiro. Pero Madrid, también en esta ocasión, supo en tiempo récord recomponerse y mirar al futuro con optimismo. Hoy, cuatro años después, podemos decir con orgullo que nuestra ciudad se ha recuperado por completo de aquel episodio.
Frente a quienes aún hoy, en pleno 2025, consideran las políticas medioambientales como una cuestión ideológica, patrimonio de la izquierda, desde el Gobierno liderado por José Luis Martínez-Almeida apostamos por el trabajo serio y por medidas basadas en criterios técnicos y no políticos. Alejados de pancartas y soflamas y muy cerca de las decisiones que nos sigan consolidando como referente internacional en este terreno. De momento, podemos presumir de un balance ilusionante ante los madrileños. Como la capital menos contaminada de Europa. Como Ciudad Misión de la Unión Europea por el éxito en el despliegue de la Estrategia Madrid 360. Y, ahora, como Ciudad Arbórea por sexto año consecutivo.
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