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Kristersson, el "premier" sueco, tras el "sí" turco la adhesión a la OTAN: "Hoy es un día histórico para Suecia"
Los principales partidos del país nórdico saludan el fin de más de 200 años de no alineamiento militar
Tras levantar Turquía este lunes, en la víspera de la Cumbre de Vilna, su veto a la candidatura sueca, Estocolmo se encuentra un paso más cerca de acabar con más de 200 años de un no alineamiento militar que comenzó al concluir las guerras napoleónicas en 1814.
Tras reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hoy en la capital lituana, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, habló de un “día histórico para Suecia”. El jefe de Gobierno se mostró seguro de que Hungría, el único país junto a Turquía cuyo Parlamento no ha ratificado hasta ahora la integración sueca, no será una obstáculo para conseguir que el país nórdico se convierta en el Estado miembros número 32 de la OTAN.
El acuerdo del lunes significa que Suecia se compromete a intensificar la lucha contra el terrorismo y aumentar la cooperación con Turquía en materia de terrorismo y seguridad. Esto último puede ser cuestionado, sobre todo en el debate sueco. Turquía es un país que es criticado repetidamente por sus debilidades democráticas, las violaciones del Estado de derecho y la falta de respeto a los derechos humanos. También significa que la promesa sueca de apoyar a Turquía en un acercamiento a la UE puede percibirse como controvertida. El desarrollo de Turquía en una dirección autoritaria ha significado que varios países de la UE no quieren a Turquía en el club comunitario, e incluso entre los partidos parlamentarios suecos ha habido durante mucho tiempo fuertes críticas a los acontecimientos en Turquía.
En cualquier caso, el desbloqueo de la adhesión sueca a la UE fue recibido con satisfacción por la mayoría de los partidos políticos en Estocolmo. La líder socialdemócrata, Magdalena Andersson, que como primera ministra presentó la solicitud formal de adhesión hace un año, consideró la noticia “un mensaje importante y bienvenido para nuestro país”.
Desde el tercer partido del país nórdico, los ultraderechistas Demócratas Suecos (SD), socios parlamentarios del actual Gobierno de centro derecha, su responsable de política exterior, Aron Emilsson, se mostró en la televisión pública SVT “cautelosamente positivo sobre una decisión histórica en una cumbre histórica”.
“Ha sido importante que se cumplan los términos del acuerdo trilateral y que no implique nuevos compromisos por parte sueca que signifiquen nuevos cambios en la legislación sueca además de los ya realizados”, añadió Emilsson.
Mientras, para el líder liberal y ministro de Integración y Trabajo, Johan Pehrson, alabó el “buen trabajo del Gobierno” y la del Ejecutivo anterior “por una solicitud históricamente importante en un momento difícil”. “La libertad debe ser defendida. Juntos”, escribe en Twitter.
En la misma línea, se expresa Ebba Busch, la líder de los cristiano demócratas, también socios del tripartito encabezado por Kristersson: "¡Ahora Suecia está fortaleciendo a la OTAN!”.
Desde el opositor Partido del Centro, su máximo dirigente, Muharrem Demirok, saluda las “buenas noticias de la Cumbre de Vilna”. “Erdogan da marcha atrás y Turquía aprobará la entrada de Suecia en la OTAN. Bienvenida y muy esperada. Suecia pertenece a la OTAN y la OTAN se vuelve más segura con Suecia como miembro. Gracias al pueblo sueco que tan claramente apoyó el proceso”, añade en un mensaje de Twitter.
La nota discrepante procede del Partido de la Izquierda, cuya líder, Nooshi Dadgostar, insistió en su conocida posición de que “Suecia no debería haberse unido a la OTAN”. "Siempre hemos respetado que haya una mayoría entre los partidos en el ‘Riksdag’ [Parlamento] para la membresía en la OTAN. El proceso de convertirse en miembros podría haberse manejado mejor y mostrar lo mal que funciona la OTAN”, lamenta.
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