
África
Ruanda rompe relaciones diplomáticas con Bélgica por su postura en el conflicto de RDC
El Gobierno insta a "todos los diplomáticos belgas en Ruanda" a abandonar el país en un plazo de 48 horas
Ruanda rompió este lunes relaciones diplomáticas con Bélgica tras acusar a la exmetrópoli de tomar partido en contra del país africano en el conflicto en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde ha ocupado territorios el rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), apoyado por Kigali.
Ruanda "notificó hoy al Gobierno de Bélgica su decisión de romper relaciones diplomáticas con efecto inmediato. La decisión de Ruanda se ha tomado tras una cuidadosa consideración de varios factores, todos relacionados con los lamentables intentos de Bélgica de mantener sus delirios neocoloniales", afirmó en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional ruandés.
Según el Gobierno ruandés, "todos los diplomáticos belgas en Ruanda deben abandonar el país en un plazo de 48 horas" y, de conformidad con la Convención de Viena, Ruanda "garantizará la protección de las instalaciones, los bienes y los archivos de la misión diplomática belga en Kigali".
Bélgica, subrayó, "ha debilitado sistemáticamente a Ruanda, tanto antes como durante el conflicto en curso" en la RDC, "en el que Bélgica ha desempeñado un papel histórico profundo y violento, especialmente en sus acciones contra Ruanda"
"Hoy, Bélgica ha tomado partido claramente en un conflicto regional y continúa movilizándose sistemáticamente contra Ruanda en diferentes foros, utilizando mentiras y manipulación para obtener una opinión hostil injustificada sobre Ruanda, en un intento por desestabilizar tanto a Ruanda como a la región", aseveró.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruandés señaló que la decisión refleja el compromiso de Ruanda de salvaguardar sus "intereses nacionales y la dignidad de los ruandeses, así como de defender los principios de soberanía, paz y respeto mutuo".
Ruanda ya suspendió su programa de cooperación bilateral
El pasado 18 de febrero, Ruanda ya suspendió su programa de cooperación bilateral con Bélgica por considerar que el país europeo, junto con la RDC, ha desarrollado una “agresiva campaña” destinada a sabotear el acceso de Ruanda a los programas de ayuda al desarrollo en las instituciones multilaterales.
La ofensiva del M23 -grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- en el este de la RDC, donde ha librado intensos combates con el Ejército congoleño desde enero pasado, ha incrementado la tensión con la vecina Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa a Kigali de apoyar a los rebeldes.
El M23, que cuenta con apoyo de Ruanda -según la ONU y países como EE.UU., Alemania y Francia-, controla las capitales de las provincias congoleñas de Kivu del Norte, Goma; y Kivu del Sur, Bukavu, entre otros territorios. Ambas provincias son fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamentales para la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.
El número de muertos por el conflicto en la capital de Kivu del Norte, Goma y alrededores superó los 8.500 desde el pasado enero, según detalló a finales de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.
En esa provincia se reanudó la actividad armada del M23 -grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño. Desde entonces, ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores a una posible guerra regional.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).
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