
Armamento
Los misiles ATACMS se agotan en Ucrania, pero a cambio recibe de EEUU más bombas de pequeño diámetro GLSDB
Las tropas de Zelenski sufrirán una mayor vulnerabilidad en el campo de batalla y perderán capacidad de ataque en profundidad

El Ejército ucraniano ha agotado su suministro de misiles del Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS), suministrados por Estados Unidos. La confirmación de esta información por parte de un funcionario estadounidense a la agencia Associated Press ha suscitado no pocas inquietudes entre los aliados occidentales de Zelenski. Aunque recientemente han llegado "menos de 40" nuevos misiles para reponerlas, la disponibilidad de estos proyectiles sigue siendo una preocupación para Kiev, añadió.
Desde su llegada a Ucrania en septiembre de 2023, el misil balístico táctico ATACM -con 300 kilómetros de alcance- ha sido fundamental en los ataques de precisión contra objetivos rusos de alto valor. Uno de los más relevantes ocurrió en enero de este año, cuando un ataque destruyó un radar de detección 92N6 del sistema de misiles tierra-aire S-400 cerca de Belgorod. En noviembre del año pasado, tras recibir la autorización de Washington, los misiles fueron empleados contra territorio ruso reconocido internacionalmente, intensificándose su uso en la ofensiva ucraniana.
El funcionamiento del ATACMS depende en gran medida del uso de redes satelitales occidentales y del apoyo de personal especializado de países aliados. Asimismo, drones de vigilancia estadounidenses como el Global Hawk han sido clave en la recolección de información para el éxito de los ataques.
No obstante, la eficacia de los ATACMS ha sido contrarrestada en ocasiones por las avanzadas capacidades rusas de guerra electrónica. Expertos como David T. Pyne, exoficial del Departamento de Defensa de EEUU, han destacado que Rusia cuenta con los sistemas de inhibición de GPS y radiofrecuencia más avanzados del mundo. En mayo de 2024, Pyne advirtió que estos sistemas estaban evolucionando rápidamente para interferir con los misiles ATACMS, lo que ha generado un intenso debate sobre la efectividad de los proyectiles en un entorno de guerra electrónica altamente sofisticado.

A pesar de estas dificultades, el ATACMS ha logrado impactar objetivos en zonas de retaguardia. Un hecho significativo ocurrió en mayo de 2024, cuando dos aviones MiG-31BM rusos fueron destruidos en la base aérea de Belbek, en la península de Crimea. La importancia de estos misiles hace que su agotamiento represente un duro golpe para el esfuerzo bélico de Ucrania, sobre todo en un contexto donde la producción de estos sistemas en Estados Unidos es limitada. Mientras tanto, Rusia ha mantenido una producción constante de misiles balísticos tácticos Iskander-M y ha reforzado su arsenal con misiles KN-23B de Corea del Norte.
EEUU reanuda el envío de bombas GLSDB
Ante la reducción del arsenal ucraniano de ATACMS, Estados Unidos ha decidido reanudar el suministro de bombas de largo alcance conocidas como Bombas de Pequeño Diámetro Lanzadas desde Tierra (GLSDB). Dos fuentes informaron a Reuters que estas municiones han sido mejoradas para resistir mejor las interferencias electrónicas rusas y que su envío se concretará en los próximos días.
Las GLSDB fueron adquiridas durante la administración de Joe Biden a través de la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania. Washington ha destinado aproximadamente 33.200 millones de dólares en compra de armas y equipo militar nuevo para Kiev. La última vez que estas bombas fueron utilizadas en el conflicto fue hace meses, por lo que su reintroducción en el campo de batalla se espera con gran interés.
En las últimas semanas, EEUU llevó a cabo 19 pruebas para evaluar las mejoras de las GLSDB. Según fuentes consultadas, los cambios incluyeron el refuerzo de las conexiones internas de los dispositivos para hacerlos más resistentes a los sistemas de guerra electrónica rusos. Paralelamente, la administración del presidente Donald Trump ha decidido reanudar la cooperación militar con Ucrania, incluyendo el intercambio de inteligencia y apoyo logístico, después de que Kiev mostrara disposición para respaldar una propuesta estadounidense de alto el fuego temporal con Rusia.
El agotamiento de los ATACMS y la introducción de las GLSDB marcarán un nuevo capítulo en la guerra, con Ucrania intentando mantener su capacidad de ataque a larga distancia mientras enfrenta los desafíos de la guerra electrónica rusa.
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