Irán exhibe músculo militar en plena crisis con Israel

El régimen iraní ha exhibido este miércoles su poderío militar a la espera de una respuesta de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) al inédito ataque con drones y misiles del sábado pasado contra territorio israelí. Con motivo del Día Nacional del Ejército, las autoridades iraníes han celebrado desfiles militares en varias capitales provinciales del país. En ellos se mostraron drones de diversos tipos, tanques y misiles Fatah 360, Qader de corto y medio alcance entre otros, además de fuerzas terrestres del Ejército.

Un día más, las autoridades de la República Islámica combinaron el lenguaje amenazante y belicista con el mensaje dirigido a Tel Aviv y Washington de que el ataque del sábado fue la «legítima defensa» ante la operación israelí contra el Consulado iraní en Damasco el 1 de abril –que costó la vida a seis miembros de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria, entre ellos dos generales– y no una declaración de guerra abierta contra el «enemigo sionista». En cualquier caso, desde entonces y el mensaje desde Israel es inequívoco: de una forma u otra, habrá respuesta a Irán.

En este sentido, acompañado por la plana mayor de las Fuerzas Armadas, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, aseguró desde Teherán que «la [operación] Promesa Verdadera fue una acción limitada y no integral. Si hubiese sido una acción a gran escala, no habría quedado nada del régimen sionista». «Si el régimen sionista lleva a cabo el más mínimo acto de agresión contra nuestro territorio, se enfrentará a una respuesta severa y contundente», aseveró el mandatario iraní en declaraciones recogidas por EFE.

A juicio del presidente iraní, la operación Promesa Verdadera –el 99% de los tres centenares de drones y misiles de crucero lanzados por Teherán fueron interceptados por los sistemas de defensa israelíes además de los de sus socios estadounidenses, británicos y jordanos– supuso una «derrota estratégica» para Israel. Además, el mandatario persa afirmó que, «gracias a la autoridad de nuestras fuerzas armadas», para Estados Unidos «la opción militar no está sobre la mesa».

«Nuestras Fuerzas Armadas garantizan la seguridad y la paz y establecen la soberanía en toda la región, y son completamente confiables», afirmó el presidente iraní. «No hay necesidad de fuerzas extranjeras en la región», agregó Raisi en Teherán después de pedir a los gobiernos de la región que dejen de cooperar con Tel Aviv. No en vano, las autoridades iraníes amenazaron con atacar Jordania por el auxilio prestado a Israel en la noche del sábado. «Este es el momento en que quienes apoyan al régimen sionista se darán cuenta de que el poder que esconden será incapaz de hacer nada», zanjó el mandatario persa.

No fue el presidente Raisi el único en tomar la palabra. El comandante de las Fuerzas Aéreas, el general de brigada Hamid Vahedi, afirmó que los cazas de combate rusos Sukhoi Su-24 están listos para «golpear objetivos» si el «enemigo» comete un error estratégico, en alusión a un eventual ataque de las FDI.

Además, el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, destacó la «valiosa y sofisticada» operación militar llevada a cabo por las Fuerzas Armadas iraníes el pasado sábado y agradeció por ello de manera particular al general de división Abdul Rahim Musavi en declaraciones recogidas por la agencia estatal IRNA.

También desde la cúpula de la Armada iraní anunciaron el despliegue de la flota naval para proteger buques comerciales persas camino del mar Rojo ante la posibilidad de un ataque israelí. «La Armada llevará a cabo la misión de escoltar los buques comerciales iraníes camino del mar Rojo y por ello nuestra fragata Jamaran está presente en el golfo de Adén», afirmó el comandante naval Shahram Irani.

Entretanto, Estados Unidos y la Unión Europea barajan plantear nuevas sanciones contra Irán tras su ataque a Israel. El jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, anunció el martes la iniciativa tras la reunión extraordinaria que los ministros de Exteriores de la UE celebraron por videoconferencia. En ella los titulares nacionales de Exteriores condenaron el ataque, reafirmaron su compromiso con la seguridad de Israel y pidieron a todos los actores que eviten la escalada. La intención es que las sanciones afecten a la fabricación de drones iraníes, de la misma forma que la UE ya está haciendo con los aviones no tripulados que la República Islámica entrega a Rusia en la guerra contra Ucrania.

Por su parte, desde EE UU se anunciaron nuevas sanciones contra el programa de drones y misiles de la República Islámica, además de contra entidades que apoyen a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria y al Ministerio de Defensa. La secretaria del Tesoro Janet Yellen anunció que su Departamento seguirá trabajando con sus aliados para «continuar frustrando la maligna y desestabilizante actividad del régimen iraní». El Departamento del Tesoro ha sancionado a más de 500 individuos y entidades conectadas con la actividad terrorista y financiadas por Teherán desde enero de 2021.

El régimen iraní vive desde hace meses un momento difícil en el ámbito doméstico. La muerte a manos de la Policía de la Moral en septiembre de 2022 de la joven Mahsa Amini desencadenó las mayores protestas contra la teocracia islámica de los últimos años, una oleada de descontento que solo encontró una respuesta represiva de las autoridades iraníes. Las sanciones occidentales y la mala gestión económica han deteriorado las condiciones de vida de la mayor parte de la población iraní que teme que la actual situación acabe por agravar aún más la situación para sus bolsillos.

La región entera contiene en estos momentos la respiración ante la posibilidad de que la respuesta israelí al ataque de este sábado –la primera vez que Teherán lo hacía de manera directa desde la fundación de la República Islámica– desencadene una guerra abierta entre ambos países con implicaciones en todo Oriente Próximo. En las últimas horas, los aliados de Tel Aviv, empezando por Estados Unidos, pero también la UE, Japón y Australia, han pedido a Israel contención, como Rusia y China han hecho lo propio con su aliado iraní.