Nueva Zelanda, un país donde es noticia destacada que un pasajero no ceda su asiento en un avión para que una familia no vaya separada, se ha visto hoy conmocionado por un grave ataque.

A primera hora de este jueves, la Policía recibió la primera llamada para denunciar un “daño intencionado” en, ni más ni menos que la oficina de la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, en Morningside, Auckland.

Según informa el diario Stuff, los testigos observaron cómo una persona rompía una puerta de cristal y salía humo del edificio. Algo parecido a una espada samurái yacía en el suelo. Poco después, sobre las 9:03, el propio medio recibió un correo electrónico en el que se reivindicaba el ataque.

Dos horas y media después, la Policía neozelandesa confirmó que había detenido a una mujer de 57 años.

También una mujer hizo una llamada a la redacción del “New Zealand Herald”, afirmando que había usado una espada entrelazada y que había destrozado la ventana 10 veces antes de introducir una bomba de humo en la oficina de la primera ministra.

La detenida “está ayudando a la Policía con nuestras investigaciones sobre el asunto y no estamos buscando a nadie más”, dijo el portavoz de la Policía local en declaraciones recogidas por el “New Zealand Herald”.

“La mujer actualmente está ayudando a la Policía con nuestras investigaciones sobre el asunto y actualmente no estamos buscando a nadie más”, ha declarado el portavoz, tal y como ha recogido el periódico ‘New Zealand Herald’.

Por suerte, el ataque se ha producido a primera hora de la mañana y aún no había trabajadores en la oficina de la primera ministra. Asimismo, Jacinda Ardern está de viaje oficial a la Antártida para conmemorar los 65 años de la Base Scott, un centro de investigación científica neozelandés.