Así es la nueva vida de Belén Rodríguez en pleno tratamiento contra el cáncer

El pasado 27 de noviembre quedará grabado para siempre en la memoria de Belén Rodríguez. Aquel día, la periodista hizo público su diagnóstico: un tumor en la garganta contra el que comenzó a luchar a principios de año. Actualmente, se somete a sesiones de quimioterapia, pero, más allá del tratamiento médico, ha decidido tomar las riendas de su bienestar con una serie de cambios en su estilo de vida que pueden darle un impulso extra en su recuperación.

El primero y más significativo ha sido dejar de fumar. Un hábito perjudicial al que ha puesto fin con la firme convicción de que nunca es tarde para empezar de nuevo. De hecho, se ha convertido en una auténtica defensora del antitabaquismo y, a través de sus redes sociales, anima a sus más de 100.000 seguidores a seguir su ejemplo incluso estos días en los que, según se ha publicado, permanece ingresada en el hospital. Comparte consejos y avances, celebrando que, si todo sigue según lo previsto, el próximo 1 de marzo alcanzará dos meses sin tabaco.

“En este mes, mi vida ha cambiado radicalmente. Yo sí puedo decir aquello de ‘año nuevo, vida nueva’, pues comencé el año con el firme propósito de curarme. Rodeada de excelentes profesionales que han encontrado el tratamiento adecuado, ya va quedando menos”, expresó con emoción el pasado 1 de febrero, cuando cumplió su primer mes sin fumar.

Pero su transformación no se queda ahí. Siempre que su estado se lo permite, Belén se mantiene físicamente activa y acude con frecuencia al gimnasio, acompañada de algunos de sus amigos más fieles en el mundo del fitness. Su determinación por darle un giro a su vida es inquebrantable y no permitirá que la enfermedad sea un obstáculo, salvo en aquellos días en los que los efectos secundarios de la quimioterapia se hacen más evidentes.

A pesar de su optimismo y buena actitud, Rodríguez no es ajena a las secuelas de su tratamiento. Lleva semanas afónica y ha tenido que reducir al mínimo el esfuerzo al hablar para proteger su garganta y sus cuerdas vocales. Además, aunque su fortaleza sigue intacta, hay momentos en los que la fatiga se hace notar, obligándola a limitar sus planes de ocio.

En este proceso, ha experimentado una inesperada sensación de distancia con algunas personas que, hasta hace poco, consideraba cercanas. Mientras la vida sigue su curso para ellos, ella observa desde la tranquilidad de su hogar, acompañándolos en alma, aunque no en presencia. Sin embargo, lo tiene claro: las fiestas, las reuniones y las risas volverán. Y cuando lo hagan, ella estará ahí para disfrutarlas más que nunca.