Kate Middleton, la protagonista del Domingo del Recuerdo

Kate Middleton se ha convertido en la gran protagonista de los actos de conmemoración por los soldados caídos, uno de los días más importantes del año en el calendario del Palacio de Buckingham. Se trataba de su primer gran evento público desde que el pasado mes de septiembre comunicara que había terminado con el tratamiento de quimioterapia por el cáncer que aún padece.

La princesa de Gales no puede retomar aún por completo su agenda. Ella misma dijo al finalizar el verano que "aún queda un largo camino por recorrer". Pero poder verla en la ceremonia frente al Cenotafio del centro de Londres lanza un mensaje tranquilizador en un año arduamente complicado para la Monarquía británica. No en vano, el propio Carlos III -que esta semana cumplirá 76 años- también anunciaba en febrero que padecía un tumor, cuyo tipo tampoco se ha especificado. El hecho de que tanto el monarca, como responsable de la Corona, y Kate, quien representa el futuro de la institución, pudieran estar finalmente en los actos del Domingo del Recuerdo fue tremendamente simbólico. Para Isabel II, el Domingo del Recuerdo, era el acto anual más importante. Durante los 70 años de su reinado, sólo se ausentó de la ceremonia en siete ocasiones por causas mayores.

Vestida de negro sobrio como marca la tradición, Kate lució en su honor unos pendientes de diamantes y perlas pertenecientes a Isabel II y su broche de plata de la Guardia de Dragones, en un guiño a su papel como Coronel en Jefe del regimiento, debajo del broche con tres amapolas rojas, flor que lucen durante el mes de noviembre los británicos en honor a los soldados.

Este año, la gran ausente ha sido la reina Camilla, quien está convaleciente por una infección en el pecho. Por lo tanto, mientras que el príncipe de Gales, William, y el Carlos III depositaron la corona de flores en el Cenotafio, en el balcón presidencial Kate estuvo acompañada de la Duquesa de Edimburgo, mujer del príncipe Eduardo, hermano pequeño del monarca, con gran peso en esta era Carolina.

Kate también estuvo el sábado por la noche en la comitiva real en los actos que se celebraron en el Royal Albert Hall. Durante toda la velada, Guillermo y su mujer, que suelen limitar sus muestras de afecto en público, se mostraron de lo más cómplices con gestos protectores.

Pese a que Kate se mostró radiante, en uno de los momentos de la noche no pudo reprimir su emoción con los ojos llenos de lágrimas y mordiéndose los labios en un intento de controlar sus sentimientos.

Durante su viaje oficial a Sudáfrica la pasada semana, el propio príncipe de Gales, se sinceró como nunca sobre los momentos tan complicados que la familia ha atravesado. Cuando le preguntaron cómo estaba tras el cáncer tanto de su mujer como de su padre, William, más honesto que nunca, contestó: "¿Digo la verdad? Ha sido terrible. Probablemente ha sido el año más difícil de mi vida. Tratar de superar todo lo demás y mantener todo en orden ha sido realmente difícil", aseguraba. "Pero estoy muy orgulloso de mi esposa, estoy orgulloso de mi padre, por manejar las cosas como lo han hecho. Pero desde un punto de vista personal y familiar, ha sido brutal", añadía.

Tras un periodo alejado de los focos, Carlos III sí ha retomado su agenda, prácticamente por completo, como jefe de Estado. El mes pasado, a pesar de seguir con su tratamiento contra el cáncer, realizó incluso una gira de varias semanas por Australia y Samoa, la más larga desde que le diagnosticaron la enfermedad. Sin embargo, desde Palacio, insisten en que los actos de Kate serán limitados y que sólo se anunciarán con poco tiempo de antelación, ya que sigue en proceso de recuperación.