En Sanxenxo
Juan Carlos I, en forma, en su primer día en el mar
El Monarca se da un baño de masas en el Club Náutico de Sanxenxo y coincidió con el líder del PP en Vigo
Como estaba previsto Don Juan Carlos salió a navegar. Este jueves tuvo el primer contacto con la tripulación del Bribón y con las amistades que comparten con él la misma afición por la navegación y las regatas. Es un grupo compacto y discreto que nada tiene que ver con lo que se denominó la Corte de Mallorca. En este último caso, muchos de ellos tuvieron problemas judiciales con sentencias desfavorables y acabaron en prisión. Otros como el famoso príncipe georgiano Tchokotua, que falleció en julio de 2019, fue uno de los protagonistas del "caso Los Almendros", una estafa inmobiliaria en Mallorca. Personajes oscuros que el general Sabino Martínez Campo, Jefe de la Casa de su Majestad, bautizó como "las amistades peligrosas del Monarca".
Don Juan Carlos ha vuelto por tercera vez a Sanxenxo y con una rutina muy parecida a la vez anterior, cuando el avión privado que le traía desde Abu Dabi aterrizó en el aeropuerto de Vigo, el pasado mes abril. Esta vez coincidía por breves momentos con Alberto Núñez Feijóo que tomaba un vuelo regular con destino a Madrid.
El Rey se aloja de nuevo en casa de su amigo Pedro Campos. Un chalet familiar de dos plantas donde el presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo y su mujer se convierten en sus anfitriones.
Rodaballo y empanada
La tarde de su llegada permaneció en el hogar de la localidad de Nanin sin visitas ajenas a la familia. Aunque el desplazamiento hasta Vigo lo hace en avión privado con los beneficios que eso supone, son diez horas de vuelo. Por la noche, el menú de la cena fue muy parecido al de otras ocasiones con el rodaballo como plato principal que acompañaron con empanada de zamburiñas y un buen vino. Uno de sus preferidos es el Castillo Ygai gran reserva, que fue nombrado como mejor vino del mundo por uno de los medios más respetados del sector, Wine Spectator. Don Juan Carlos inauguró en 2014 la remodelación de la bodega propiedad de Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga y su familia.
A Don Juan Carlos se le ha visto en este viaje con mejor apariencia física que en otras ocasiones. Más delgado y con mejor y mayor movilidad. Su paso por la clínica del doctor Anitua, en Vitoria, le ha hecho efecto. Y, sobre todo, una dieta menos contundente como la que mantenía en España con sus rutas gastronómicas por el norte, sur, este y oeste de la península.
Esta mejoría general ha hecho posible que el padre de Felipe VI bajara la escalerilla del avión sin el apoyo de Vicente García Móchales, teniente coronel de la Guardia Civil y jefe de Seguridad del monarca jubilado. Esta vez no le ha hecho falta apoyarse en Mochi (así se le conoce familiarmente) para bajar del avión, ni tampoco a su llegada al club náutico. Sí, en cambio, ha precisado ayuda para bajar las escaleras de piedra, algo resbaladizas, que llevan al lugar donde estaba amarrado el Bribón. Don Juan Carlos llegó sobre la una de la tarde y a las cuatro se programó su regreso. El mismo camino de vuelta que hizo a la ida para volver de nuevo a Nanin, a la casa de los Campos.
A diferencia de su última estancia en abril pasado, que fueron días lluviosos y con pocos ciudadanos en la calle, esta vez ha sido muy diferente. El tiempo acompañaba y desde el muelle algunas personas le han aplaudido al grito de ¡Viva el Rey, Viva España!
Menos esfuerzo físico
Este viernes comienza la regata oficialmente y si no hay cambios climatológicos importantes para el Rey Juan Carlos será la vuelta a la normalidad. Se trata de la XXIV Regata Hotel Carlos I Silgar, destinada a las clases Cruceros ORC, Open y 6 Metros, que se va a celebrar este fin de semana en aguas de la Ría de Pontevedra organizada por el Real Club Náutico de Sanxenxo. El Monarca participa en este última categoría donde no hace falta un gran esfuerzo físico y una vez que se descartó su participación en la Copa del Rey en la bahía de Palma, al estallar el "caso Corina/Botswuana".
Esta regata forma parte de la preparación del Rey Juan Carlos para disputar el campeonato del mundo que se celebrará a mediados de agosto en el Reino Unido, en las aguas que rodean la isla de Wigth. Los tres últimos años antes de la pandemia de la Covid-19 el tándem Borbón/Campos se convirtió en ganador del mundial. Esperemos, y es muy posible, que este año tengan la misma suerte.
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