Capricho real

La tentación de la Reina Letizia: el día que no pudo resistirse a unos torreznos

La esposa de Felipe VI protagonizó una divertida anécdota en un restaurante segoviano

La Reina Letizia en el Teatro Real.
La Reina Letizia en el Teatro Real.Gtres

No es ningún secreto que la Reina Letizia sigue, desde hace tiempo, un plan de alimentación estricto y muy saludable que le ayuda a lucir una piel radiante y una silueta tonificada y muy cuidada. Se trata de una dieta poco restrictiva, pero basada en productos sanos, con poder antiinflamatorio y beneficiosos para el organismo. Incluye una gran variedad de alimentos que le proporcionan los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar correctamente. Salmón, sardinas, atún, verduras de hoja verde, semillas de chía, copos de avena, kéfir o yogur natural, frutos rojos, algún fruto seco, aceite de oliva o cebolla roja. Son solo algunos de los ingredientes que conforman su lista de la compra.

XLI edición del premio de periodismo “Francisco Cerecedo”
XLI edición del premio de periodismo “Francisco Cerecedo” José OlivaEuropa Press

Todos esos buenos propósitos se le disiparon cuando la tentación le salió al paso en forma de una apetitosa torre de torreznos. Los Reyes se encontraban en Soria para impulsar la vuelta a la normalidad tras el Covid. Era noviembre de 2024 y visitaron el restaurante Casa Augusto, situado en la Plaza Mayor de esta ciudad castellana. Al ver una pila de torreznos, Doña Letizia se dirigió directamente a Toribio Arranz, dueño del local, y le dijo: "Quiero este y este, porque los veo tan buenos.. que esto tiene que ser una maravilla". Tori, como se le conoce a este empresario, se quedó sorprendido y respondió a su antojo: "No sé preocupe, que vamos a darles unos para que se los lleve". La Reina añadió: "Sí, porque además a mis hijas les gustan mucho".

Han pasado cuatro años, pero ha sido ahora cuando Toribio, un hombre que ha demostrado una discreción inifinita, ha compartido la anécdota con un periodista de "El diario de Soria", que la ha publicado en sus páginas. El capricho gastronómico de Doña Letizia confirma que esta gruesa tira de panceta de cerdo con corteza crujiente y frita en aceite a altas temperaturas, aunque sea una bomba calórica, es uno de los tesoros de la cocina española, especialmente en tierras castellanas, donde se sirve como aperitivo o acompañando a un buen plato de patatas revolconas, meneás o removidas. Igualmente calóricas, pero irresistibles.