Ya se cuentan las horas para que en Dinamarca se haga historia. Este domingo 14 de enero está prevista la ceremonia en la que la reina Margarita ceda el trono a su hijo, el príncipe Federico, que pasará a denominarse rey Federico X de Dinamarca. Y todo aún con la noticia a medio procesar de la abdicación de la soberana el pasado 31 de diciembre, tras 52 años al frente de la corona danesa. La sorpresa al escuchar el anuncio oficial en su pueblo fue mayúscula en Nochevieja. Pero la soberana tiene más ases en la manga en lo que ha sorpresas se refiere y es que acaba de pillar desprevenidos a todos sus ciudadanos una vez más.

Un día antes del acto en el que deje el trono en manos de su heredero, la reina Margarita ha sorprendido a su pueblo apareciendo en las pantallas de su televisor. Lo hacía a través de los canales de TV2 y DR, donde se ha emitido una programación especial con motivo de esta abdicación inédita, pues no sucedía algo así desde hacía 900 años. El programa, titulado ‘La Reina de Dinamarca. Muchas gracias’, hizo un repaso de su vida, sus grandes momentos y todo ello amenizado con actuaciones de artistas desde el Kongens Nytorv.

Un espacio en el que la propia soberana ha reaparecido para emitir un sentido mensaje de agradecimiento a todos por el apoyo y el cariño que ha sentido a lo largo de su reinado. Sentada en uno de los salones de palacio, se materializó en las pantallas gigantes del concierto para sorpresa de los congregados y también de los telespectadores. “¡Qué fiesta! No sé ni cómo expresar mi agradecimiento por la fantástica fiesta que me habéis dedicado. Estoy casi sin palabras”, decía la reina Margarita acompañada de vítores y aplausos del público.

“Gracias desde el fondo de mi corazón a quienes han hecho posible esta celebración. Gracias a todos los que habéis venido en esta fría tarde de enero”, expresaba la reina Margarita. Eso sí, no era un vídeo pregrabado con una emoción enlatada, sino que la propia soberana estaba viendo el espectáculo desde el palacio de Amaliengorg y conectaba en directo con el concierto desde su salón. Un gesto único con el que se ha metido en el bolsillo a su pueblo una vez más, a escasas horas de ceder la corona y comenzar a disfrutar de las mieles de una merecida jubilación.