Cifras

Elena San Román, catedrática de Historia: «Los viajes del Rey Juan Carlos hicieron crecer un 4,1 por ciento las exportaciones»

Los datos son rotundos. Los viajes oficiales de Don Juan Carlos entre 1976 y 2014 crearon riqueza para España. Hablamos con una de las coautoras del estudio

King Juan Carlos of Spain looks at children waving Mexican and Spanish flags during an official reception at the Campo Marte in Mexico City, Monday, Nov. 18, 2002.
King Juan Carlos of Spain looks at children waving Mexican and Spanish flags during an official reception at the Campo Marte in Mexico City, Monday, Nov. 18, 2002. Guillermo AriasAP Photo

El pasado 19 de diciembre de 2024 asistí en la Fundación Rafael del Pino a la presentación del libro “Ancla de Barlovento. Los viajes oficiales de Juan Carlos I y el crecimiento económico de España”. La obra, editada por la Asociación Concordia Real Española, fue presentada por su autora principal, por Carlos Espinosa de los Monteros, marqués de Valtierra, ex Alto Comisionado para la Marca España, y por el periodista y escritor Miguel Ángel Aguilar. El acto contó con la presencia de S.A.R. Don Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleáns, duque de Calabria. La profesora Elena San Román, catedrática de Historia Contemporánea, del Departamento de Economía Aplicada, Estructura e Historia, en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid, y autora principal del libro, del que también son coautores Águeda Gil-López, Jorge Hernández-Barahona y Teresa Mateo López-Mora, tuvo a bien concederme la siguiente entrevista donde analiza las conclusiones de este exhaustivo trabajo de investigación y pone de manifiesto el papel clave del Rey Don Juan Carlos I en el crecimiento económico de España durante sus 38 años de reinado.

¿Cuál considera que es el hecho diferencial, en lo que se refiere a la acción exterior y la consecución de acuerdos económicos, de una monarquía respecto a una república?

Una monarquía, especialmente parlamentaria como la española, tiene la ventaja de mantener a su jefe de Estado al margen de los vaivenes políticos internos, lo que proporciona estabilidad y continuidad en las relaciones internacionales. En el caso de Don Juan Carlos, su figura representó un símbolo de confianza en un momento crítico de la historia de España: la Transición. Su liderazgo fue esencial para guiar al país hacia una democracia consolidada, ganándose el respeto de la comunidad internacional y facilitando el reconocimiento del nuevo régimen político.

Como "adalid de la Transición", el Rey desempeñó un papel de puente entre las distintas sensibilidades políticas, proyectando una imagen de moderación y consenso que también resultó clave en el ámbito exterior. Su habilidad diplomática, conocimiento geopolítico y carisma personal le permitieron establecer relaciones a largo plazo con líderes internacionales, trascendiendo diferencias ideológicas o partidistas y posicionando a España como un socio confiable en el escenario global. Esta continuidad institucional y su capacidad de liderazgo fueron fundamentales para promover acuerdos económicos estratégicos, impulsar las exportaciones y atraer inversiones, fortaleciendo el desarrollo económico del país.

¿Se puede contabilizar el crecimiento de las exportaciones nacionales a raíz de las gestiones exteriores del Rey Don Juan Carlos?

Se puede hacer una estimación del impacto de los viajes sobre el crecimiento de las exportaciones, y esta es la pequeña aportación de nuestra investigación. Aplicando una versión refinada del modelo de gravedad del comercio exterior, formulado originalmente por el Premio Nobel de Economía Jan Tinbergen en 1962, nuestros resultados muestran que las visitas oficiales de Don Juan Carlos explican un 4,1 % del aumento de las exportaciones nacionales entre 1976 y 2014. La repetición de viajes a un mismo destino fue decisiva, logrando un crecimiento cercano al 5 % en las exportaciones españolas durante el periodo estudiado

¿Entiende que la permanencia en la Jefatura del Estado de una misma persona -el monarca- durante un buen número de años favorece el crecimiento económico de la nación?

Cuando constatamos la importancia de la repetición de visitas a un determinado país, se pone de manifiesto que un monarca longevo, con excelentes capacidades para crear y mantener redes en el exterior, puede sostener una actividad diplomática reiterada, fortalecer la confianza internacional y consolidar relaciones económicas y políticas estratégicas que impulsan el comercio exterior y, en consecuencia, el crecimiento económico de la nación. Don Juan Carlos mantuvo una actividad diplomática constante y cohesionada a lo largo de décadas. Estas redes, forjadas con paciencia y visión a largo plazo, fueron fundamentales para el éxito de su diplomacia económica.

El Rey Don Juan Carlos de Borbón pronuncia unas palabras a su llegada hoy a Panamá para asistsir a la X Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
El Rey Don Juan Carlos de Borbón pronuncia unas palabras a su llegada hoy a Panamá para asistsir a la X Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. JULIAN MARTINAgencia EFE

¿Cuáles fueron las regiones del mundo a las que más viajó Don Juan Carlos y por qué razones? ¿Cree que en la elección de esos países pesaron aspectos económicos? ¿Qué otros aspectos, además de los económicos, pudieron pesar en esa elección?

Europa e Iberoamérica fueron las regiones más visitadas por Don Juan Carlos durante su reinado. Al inicio los factores políticos tuvieron un peso determinante en la elección de los destinos. La prioridad era reintegrar a España en el concierto internacional como una nación democrática y confiable tras décadas de aislamiento. Los viajes del Rey ayudaron a validar la naciente democracia española, establecer alianzas estratégicas y mostrar al mundo un país abierto al cambio.

Una vez cumplida esta tarea esencial, los aspectos económicos adquirieron cada vez mayor relevancia. La integración en la Comunidad Económica Europea, lograda en 1986, fue un ejemplo de cómo los viajes del Rey contribuyeron a consolidar la democracia y, al mismo tiempo, integrar a España en un mercado que impulsó su crecimiento económico. Este acceso permitió modernizar la economía, atraer inversiones extranjeras y transformar a las empresas españolas en actores globales.

En Iberoamérica, donde el Rey realizó 62 visitas oficiales, la diplomacia inicial también tuvo un componente político importante, reforzando el concepto de Hispanidad y apoyando procesos de democratización en la región. Con el tiempo, el enfoque económico se fortaleció, especialmente a través de las Cumbres Iberoamericanas, iniciadas en 1991. Estas cumbres impulsaron una cooperación estratégica que consolidó a España como el segundo mayor inversor extranjero en Iberoamérica, solo detrás de Estados Unidos.

¿Podría decirse cuál es el convenio o tratado de cooperación más beneficioso para España de todos los que logró impulsar Don Juan Carlos?

Es difícil identificar un único convenio o tratado como el más beneficioso. Quizá más que hitos cabría destacar que Don Juan Carlos tuvo un papel esencial en convertir los viajes al exterior en una práctica habitual, algo que no había sido común en la jefatura del Estado hasta entonces. Aunque los jefes de Estado españoles no son los artífices directos de la política exterior ni de su agenda, las singulares circunstancias de su llegada al trono le permitieron desempeñar un papel amplio y decisivo en ambos aspectos, especialmente en los primeros años de su reinado. Este nuevo enfoque marcó un estilo en el que los viajes se entendían como una herramienta clave para garantizar la presencia activa de España en las conversaciones internacionales y reforzar su relevancia global. El estilo diplomático y la visión estratégica de Don Juan Carlos contribuyeron significativamente a posicionar a España como un actor destacado en el panorama internacional.

¿Cuántos viajes de Estado al exterior hizo Don Juan Carlos durante sus 38 años de reinado?

En nuestro libro hemos trabajado con una muestra de 226 viajes oficiales realizados por Don Juan Carlos entre 1976 y 2014. Esta muestra excluye aquellos viajes de carácter privado, homenajes, entregas de premios o visitas a instituciones que no encajan en la categoría de viajes oficiales con objetivos diplomáticos y económicos claros.

Esta obra está redactada por usted con la colaboración de tres profesores universitarios, dos de ellos doctorandos: Águeda Gil-López, Jorge Hernández-Barahona y Teresa Matero López-Mora. ¿Cuál ha sido el papel de ellos y el suyo propio en la realización de este trabajo de investigación?

Hemos escrito estas páginas cuatro profesores universitarios con trayectorias profesionales muy distintas. Pertenecemos a tres generaciones diferentes, con casi 30 años de diferencia entre el más joven del equipo y la menos joven, y esta diversidad también se refleja en nuestros intereses, formas de entender el mundo y, por supuesto, nuestras opciones políticas. Esa pluralidad nos ha permitido abordar el tema desde perspectivas diversas, trabajando de forma interdisciplinar.

A pesar de nuestra diversidad, compartimos la pertenencia a un área de conocimiento preciosa y relativamente joven: la Historia e Instituciones Económicas. Este ámbito, inspirado por autores como el Premio Nobel de Economía Douglas North, resalta la importancia de las instituciones económicas entendidas en un sentido amplio. Estas instituciones no son meros engranajes del sistema, sino auténticos pilares del desarrollo y la estabilidad económica. Este año, el reconocimiento de los Premios Nobel de Economía Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson refuerza aún más la relevancia de este enfoque. Inspirados en ellos, entendemos que conocer, cuidar, respetar y agradecer estas instituciones es fundamental para cualquier país, y este propósito ha guiado nuestras reflexiones y análisis en el libro.

Además, como investigadora primera, que solo significa que soy la menos joven, quiero destacar la importancia de trabajar con un equipo de profesores excelentes. En ellos veo una promesa de futuro brillante para nuestra área de conocimiento, y estoy profundamente agradecida por lo que hemos construido juntos en este proyecto.

Los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía, acudieron en la jornada de hoy al "land" de Bremen donde visitaron el Museo Marítimo y el Puerto de Contenedores. En la foto el rey Juan Carlos se trasladó hasta el aeropuerto pilotando el helicóptero.
Los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía, acudieron en la jornada de hoy al "land" de Bremen donde visitaron el Museo Marítimo y el Puerto de Contenedores. En la foto el rey Juan Carlos se trasladó hasta el aeropuerto pilotando el helicóptero. Agencia EFE

El libro fue presentado por Carlos Espinosa de los Monteros, marqués de Valtierra, y por el periodista y escritor Miguel Ángel Aguilar. Por razones de salud el ex ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo no pudo estar entre los presentadores. ¿Qué destacaría de las palabras de presentación de sus dos compañeros de mesa en ese acto?

Fue un honor contar con las valiosas aportaciones de Carlos Espinosa de los Monteros y Miguel Ángel Aguilar que enriquecieron la presentación del libro desde sus perspectivas y experiencias. Al mismo tiempo, lamentamos profundamente la ausencia de José Manuel García-Margallo, cuyo conocimiento y reflexión sobre el papel del Rey habrían aportado un valioso complemento a la mesa. En una conversación previa, García-Margallo me recordó, precisamente, la importancia crucial de Don Juan Carlos para romper el aislamiento internacional de España y lograr su integración en el escenario global, especialmente en los primeros años de su reinado. Ya en el acto, Carlos Espinosa de los Monteros destacó el papel del Rey en Iberoamérica, resaltando que visitó todos los países de la región, reforzando los lazos históricos y culturales y abriendo importantes oportunidades económicas y contribuyendo de manera decisiva a la creación de la marca España. Por su parte, Miguel Ángel Aguilar nos recordó las extraordinarias dotes de comunicación del monarca, destacando su capacidad para disipar recelos y generar confianza. Cada uno de ellos, con su visión única, contribuyó a resaltar el impacto del Rey Don Juan Carlos en el ámbito diplomático y económico.

¿Qué otros aspectos entre las aportaciones del Rey Don Juan Carlos en beneficio de España entiende que deberían explorarse en el futuro?

Pensamos que merecería mayor atención el impacto de la acción exterior del rey en la creación del concepto de Hispanidad y el análisis de cómo la marca España se consolidó en Hispanoamérica gracias a su labor. También nos planteamos la necesidad de analizar la agenda exterior de Felipe VI, marcada por el deseo de seguir la tradición viajera de su padre, pero con la incorporación a su agenda internacional de temas como medioambiente, migración y el papel de las mujeres. Y en este sentido la investigación podría profundizar en las contribuciones de las reinas Sofía y Letizia que ha jugado y está jugando un papel relevante.

¿Cree que el pueblo español es consciente de todas las aportaciones del Rey Don Juan Carlos al crecimiento económico de España y del resto de beneficios que dicho monarca trajo a la nación?

En general, el pueblo español ha valorado y reconocido principalmente la aportación política de Don Juan Carlos como figura clave de la Transición y adalid de la democracia en España. Su papel en este ámbito ha sido ampliamente estudiado y divulgado, y con razón, dado su impacto histórico. La Transición es una parte de nuestra historia que sigue asombrando al mundo y de la que todos los españoles ponemos sentirnos noblemente orgullosos.

Sin embargo, con este libro hemos querido llamar la atención sobre un aspecto menos conocido, pero igualmente relevante: su contribución al crecimiento económico de España. A través de sus viajes oficiales, Don Juan Carlos impulsó el comercio exterior, atrajo inversiones y fortaleció la posición internacional del país, demostrando que la diplomacia económica fue también un pilar fundamental de su reinado. Este enfoque complementa su legado político y nos invita a valorar su figura desde una perspectiva más completa.

¿La inversión directa extranjera (IDE) ha sido directamente impactada por los viajes de Don Juan Carlos? ¿En qué magnitud?

En nuestra investigación hemos constatado una clara coincidencia de cronologías y destinos entre los flujos de inversión directa extranjera (IDE) y los viajes oficiales de Don Juan Carlos. Esta coincidencia muestra cómo España se fue consolidando como un mercado competitivo y atractivo para los inversores extranjeros, mientras las empresas nacionales se convertían en actores cada vez más relevantes en el escenario internacional, logrando una exitosa internacionalización.

Don Juan Carlos sale del Restaurante D'Berto
Don Juan Carlos sale del Restaurante D'Berto Ángel Díaz BriñasEuropa Press

¿Considera que es mejor ser un país receptor de inversiones o emisor de las mismas? ¿Por qué? En este sentido ¿Ha supuesto la actividad de Don Juan Carlos un cambio a mejor en estos aspectos?

Se trata de lograr un equilibrio que permita maximizar los beneficios de ambas dinámicas. Ser un país receptor de inversiones extranjeras fortalece la economía al atraer capital, generar empleo y modernizar sectores clave. Por otro lado, ser emisor permite a las empresas nacionales expandirse internacionalmente, diversificar riesgos y ganar competitividad global.

Durante el reinado de Don Juan Carlos, España experimentó un avance significativo en este equilibrio. Por un lado, los viajes del monarca contribuyeron a mejorar la percepción internacional del país, atrayendo inversores que encontraron en España un mercado estable y prometedor. Por otro lado, estos mismos viajes abrieron puertas para que las empresas españolas se internacionalizaran, especialmente en regiones como Iberoamérica, donde muchas de ellas lograron posicionarse como líderes en sectores estratégicos. Este doble enfoque no solo impulsó el crecimiento económico interno, sino que también fortaleció la capacidad de las empresas españolas para competir en el exterior, consolidando a España como un actor global tanto en la recepción como en la emisión de inversiones.

¿Qué virtudes y capacidades de Don Juan Carlos considera que han podido ser claves en los logros de su reinado?

Don Juan Carlos posee una combinación de capacidades que fueron fundamentales para los logros de su reinado. En primer lugar, destaca su habilidad para comunicarse con líderes de todo el mundo, sustentada por un dominio de idiomas que le permitió establecer una conexión directa y personal con interlocutores de culturas muy diversas. Esta habilidad fue crucial para generar confianza y fortalecer relaciones diplomáticas en un contexto internacional cada vez más globalizado. Don Juan Carlos tiene además un profundo conocimiento geopolítico y una notable capacidad para adaptarse a diferentes entornos y situaciones. Ha sido y es un comunicador nato, capaz de disipar tensiones y recelos, y construir puentes entre posiciones encontradas. Su carisma y su don de gentes le permitieron proyectar una imagen cercana, pero al mismo tiempo sólida y confiable, que representó a España con dignidad y eficacia en el escenario internacional.

¿Cómo es visto Don Juan Carlos en Hispanoamérica? ¿Por qué? ¿Y en los países árabes? ¿Por qué?

En Hispanoamérica, Don Juan Carlos es reconocido por fortalecer los lazos históricos y culturales entre España y la región, recreando el concepto de Hispanidad desde una perspectiva moderna. Sus visitas a todos los países iberoamericanos consolidaron relaciones políticas y económicas que beneficiaron a ambas partes y reforzaron la cooperación estratégica en diversos ámbitos.

En los países árabes, su figura fue clave en momentos en que España tenía pocos aliados estratégicos o en momentos de crisis cuando era necesario buscar mercados sustitutivos. Estas relaciones no solo garantizaron recursos energéticos vitales, sino que también abrieron mercados, mostrando la capacidad del Rey para actuar como un interlocutor confiable y pragmático.

¿Qué papel tuvo Don Juan Carlos en la salida de España de la crisis de 2008?

El Rey Don Juan Carlos desempeñó un papel significativo en la proyección internacional de España durante la crisis de 2008. Su agenda se intensificó, de hecho, 2009 fue uno de los años más activos de su reinado en términos de visitas oficiales, igualando a 1977, un año clave en la consolidación de la democracia española. Estos viajes, centrados en abrir nuevos mercados sustitutivos, facilitaron que las empresas españolas encontraran oportunidades en regiones estratégicas y redujeran su dependencia de mercados tradicionales más afectados por la recesión. La interlocución al más alto nivel y su capacidad para generar confianza fueron determinantes para posicionar a España como un socio confiable en momentos de incertidumbre global. Este esfuerzo diplomático ayudó a crear un entorno más favorable para la internacionalización de las empresas españolas, contribuyendo al crecimiento y la recuperación económica del país.

¿Cómo cree que debería recordarse el reinado de Don Juan Carlos?

Es interesante recordar su legado valorando la amplitud de su contribución tanto en el ámbito político como económico. El legado de Don Juan Carlos invita a preservar lo logrado, a seguir trabajando en un proyecto colectivo de país democrático en el que cabemos todos y a continuar avanzando en las relaciones internacionales que fortalecen a España.