Elegida por 12 sabios
Así es la nueva reina de los maoríes que le plantó cara a Carlos III con 25 años
Ahora, Nga Wai Hono i te po Paki tiene 27 años y ha sido elegida como digna sucesora de su padre. Lucha por recuperar lo que les fue arrebatado
Su nombre resulta atípico, Nga Wai Hono i te po Paki, pero bien podríamos acostumbrarnos a él, pues se trata de una reina. De hecho, una que está de actualidad por hacer historia por su juventud, al ser coronada a los 27 años de edad, por ser declarada digna ocupante del trono por un consejo de sabios. Es la tercera hija del rey Tuheitia Pootatau Te Wherowhero VII y tras ponerse a pruebas sus talentos y ser vista como “el nuevo amanecer”, se le ha colocado la corona de flores en una ceremonia que la reconocía como la nueva reina de los maoríes. Miles de fieles, descendientes de los indígenas neozelandeses, festejaron su elección en Ngarauwahia, en la Isla Norte de Nueva Zelanda, en un acto tradicional que se remonta al primer rey maorí, en 1858. Una ceremonia en la que se cubre a la soberana con aceites sagrados, entre rezos y entonando canciones, que dotan a la escena de un gran simbolismo.
La reina Nga Wai Hono i te po Paki sucede en el trono a su padre, que falleció la semana pasada a los 69 años de edad. Había estado 18 años en el trono y tras encontrarle sucesora, se podía consumar su último adiós, en una ceremonia en la que su hija sería proclamada como reina de los maoríes. Lo hace siendo vista por su pueblo como el “nuevo amanecer”, ocupando ya su trono y con una corona de flores sobre su cabeza. También tuvo que realizar el simbólico gesto de sentarse frente al ataúd de su padre, mientras observaba cómo se perdía en la lejanía río Waikato abajo, para ser enterrado en la montaña sagrada de Taupiri.
Aquí yacen sus antepasados, también su abuela, Te Arikinui Dame Te Atairangikaahu, quien también reinó antes que su padre, siendo la primera mujer en ocupar tan distinguido poder, entre los ocho soberanos que han recibido el encargo. Y es que no se trata de un destino hereditario como en la gran mayoría de las monarquías, sino que se somete a votación. No se tiene en consideración el género, pues cabe señalarse que la actual reina de los maoríes es la tercera hija del antiguo rey y que sus hermanos son mayores y varones. Eso sí, el Consejo Asesor Kiingitanga la considera a ella la idónea para preservar sus tradiciones indígenas, respetar su cultura y hacerse valer frente a las agresiones colonizadoras. Pero más allá de esta tarea, su papel institucional o legal es prácticamente nulo. Se trata de un honor para la identidad maorí, aunque en realidad Nueva Zelanda, como parte de la Commonwealth al tratarse de una antigua colonia británica, está bajo el amparo de la corona del Rey Carlos III de Inglaterra.
Pese a proteger los intereses y tradiciones del pueblo maorí, la reina Nga Wai Hono i te po Paki no es ajena al mundo moderno. Tiene un máster en Estudios Culturales Maoríes por la Universidad de Waikato y ahí ha aprendido muy bien lo que han sufrido sus antepasados por la colonización británica. De hecho, bien se lo hizo saber al rey Carlos III hace tan solo dos años atrás, cuando aún ostentaba al trono que ocupaba su madre, la Reina Isabel II de Inglaterra. Desde la derecha se buscaba restringir sus derechos, ahondar más en sus diferencias e incluso limitar el uso de su lengua, algo de lo que se quejó ante el por aquel entonces príncipe: “Seré sincera. Mi mayor deseo es que toda la tierra maorí sea devuelta a los maoríes”. No se anduvo por las ramas, fue clara y concisa, sin perder el respeto. Ahora es ella quien se hace respetar, pues es la nueva reina de los maoríes, un cargo que su padre afrontó durante 18 años, mientras que su abuela lo hizo durante cuatro largas décadas.
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