Medio Ambiente
El proyecto de Altri agita el escenario político en Galicia
El PP advierte a nacionalistas y socialistas, que votaron a favor en el Parlamento hace dos años, que "tendrán que explicar por qué han pasado de apoyar a querer boicotear la instalación"
El anuncio oficial llegaba hace casi dos años: la empresa Altri iba a construir en Palas de Rei (Lugo) su esperada planta de fibras textiles. Una iniciativa única en España con una inversión de más de 800 millones de euros que supondrá la creación de más de 2.500 empleos directos e indirectos en su entorno.
La previsión de Altri es que la planta produzca 200.000 toneladas de fibras textiles cada año, cifra que equivale a un 3% de la demanda mundial de fibras textiles y que hace de este un proyecto estratégico cuyo emplazamiento se escogió entre 46 posibles ubicaciones en la Comunidad.
Sin embargo, esta semana, cuando representantes de Greenfiber, del grupo portugués Altri, comenzaban las sesiones informativas entre los vecinos, algo cambiaba en el escenario cuando en la primera de esas charlas vecinos y miembros de la Plataforma Ulloa Viva protestaban al grito de “Altri, no”. Proclamas que llegaban acompañadas de carteles en los que podía leerse: 'A auga é nosa e non a celulosa', '¿Megacelulosa ecolóxica?' o 'A terra non se vende'.
Al día siguiente, aprovechando la coyuntura, el Bloque cargaba con todo y contra todos, anunciando una ofensiva contra una iniciativa que no ha dudado en calificar como “auténtica bomba ambiental en el corazón de Galicia”.
En la misma línea recogía hoy el guante el socialista José Ramón Gómez Besteiro, alertando de posibles cambios en el proyecto de la multinacional portuguesa. “Hay cosas que parece que son distintas de lo que se dijo en un principio. Iba a ser una fábrica textil ecológica y ahora parece que tiene una parte importante de celulosa”, subrayaba aprovechando el acto de entrega de avales para su candidatura a la secretaría general del PSdeG.
Ataques contra un proyecto que desde la Xunta siempre han considerado estratégico, reclamando por ello y para ello fondos Next Generation al Gobierno central, y que agitan el panorama político gallego sin que todavía haya arrancado apenas la nueva legislatura.
BNG y PSOE votaron a favor en el Parlamento
Hasta el punto de la secretaria general del PPdeG, Paula Prado, no ha dudado en dar la réplica a la oposición en su tradicional rueda de prensa de los viernes, en donde ha advertido que “tanto el PSOE como el BNG tendrán que explicar el motivo por el que en dos años han pasado de apoyar a Altri a querer boicotear su instalación”.
Así, la número dos de los populares gallegos ha recordado que hace dos años el Parlamento de Galicia aprobó por unanimidad una iniciativa en defensa de la instalación de Altri en la provincia de Lugo “por tratarse de una gran apuesta económica, laboral y estratégica”.
“Ahora nos encontramos con que la izquierda vuelve al no y a boicotear el futuro de Galicia”, ha explicado a continuación poniendo en evidencia las contradicciones de un PSOE que en su día apoyaba el proyecto y en este momento “no sabe si seguir haciéndolo o no”. De hecho, ha recordado que Besteiro, en su etapa como delegado del Gobierno, “llegó a ofrecerse cómo mediador entre Altri y el Ministerio de Industria”.
En la misma línea, Prado ha apuntado que el BNG, después de apoyar también esta iniciativa, ahora se posiciona “en contra de crear empleo y de que Galicia prospere”. Una situación que, en opinión de Paula Prado, es habitual en el nacionalismo gallego.
“Es cómo cuando Ana Pontón pasó de criticar a Amancio Ortega por ‘explotador’ a ensalzarlo cómo ‘referente mundial’, o cuando habló de Finsa como ejemplo de innovación y sostenibilidad’ cuando unos años antes se refería a ella como parte de la ‘oligarquía’ madereira de Galicia”, ha concluido.
Más de 4.000 empleos
Mientras tanto, Altri, a través de Greenfiber, ha asegurado hoy que las obras para implantar su factoría en la localidad Palas de Rei generarán más de 4.000 empleos. Además, cuando la fábrica empiece a funcionar, generará 500 puestos de trabajo directos, además de otros 2.000 indirectos.
Esos datos son parte de la información facilitada por la compañía a través de un díptico que acaba de editar para explicarle a la ciudadanía de la comarca de A Ulloa, donde se ubicará, los detalles de su proyecto industrial, después de que en las últimas horas hubiese suspendido las charlas programadas en varios municipios por la "actitud agresiva" de determinados colectivos.
En esa información, la empresa aclara cómo será el proceso industrial para la fabricación de celulosa y fibras textiles, con especial incidencia en el aprovechamiento de la energía renovable que se generará en el propio proceso de transformación para autoabastecerse y en la captación de agua en el embalse Porto de Mouros.
También incide en el "respeto al entorno" del complejo industrial y en la buena "relación con la comunidad" que quiere promover la empresa.
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