Decisión
Sumar elige hoy portavoz para olvidar el "caso Errejón"
Los de Díaz se ven obligados a escoger por consenso al relevo ante la crisis del espacio
Sumar dará hoy un primer paso para tratar de alejarse de la sombra que todavía pesa sobre el grupo parlamentario tras la crisis generada en el espacio a causa del «caso Errejón». El ya exportavoz comienza a ser «ese señor» dentro de toda la izquierda, consciente de que la violencia machista lastra sobre todo entre el electorado más de izquierdas.
Este martes se reúne la dirección del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados con el objetivo de debatir y elegir al sustituto de Íñigo Errejón como portavoz del grupo y cabeza visible del partido minoritario de Gobierno en la Cámara Baja. Un paso que se ha dilatado más de lo previsto por los afines a Yolanda Díaz, ante el aviso de sus propios aliados de que la decisión debía de ser consensuada entre todos los socios, a pesar de que en el acuerdo de coalición quedó reflejado que sería Movimiento Sumar quien tendría la potestad para tomar las decisiones sobre la organización del grupo parlamentario. Lo cierto es que el «caso Errejón» ha sido el último golpe que ha noqueado al partido de Díaz en medio de su propia reconstrucción. Ante la gravedad de la crisis, hay una sensación de intento de control total por parte de los aliados sobre el partido de Díaz. A la vez, ha sido la ventana de oportunidad de sus aliados para tratar de ganar poder en la coalición, en detrimento de la vicepresidenta. La secretaria de Organización de Sumar, Lara Hernández, aseguró ayer que la decisión que previsiblemente adopte hoy el grupo parlamentario será por consenso de todas las formaciones que arropan a Sumar en el Congreso y garantizó la «horizontalidad» a la hora de la toma de decisiones en el grupo.
La decisión sobre quién ocupará la portavocía en el Congreso todavía está en liza y más allá de que será una mujer quien se haga con el cargo, el nombre sigue siendo preservado, al cierre de esta edición. Ahora mismo, el grupo parlamentario Sumar debate entre dos perfiles: el de la diputada y actual portavoz de los Comunes, Aina Vidal, y la diputada por Pontevedra y persona cercana a la vicepresidenta Yolanda Díaz, Verónica Martínez Barbero. En las últimas horas, dentro del grupo parlamentario tomaba mayor consenso el nombre de la diputada gallega –de la máxima confianza de Díaz– frente al de Aina Vidal, que, según algunas de las fuentes consultadas, no aceptó la propuesta. Si finalmente se opta por Verónica Martínez Barbero, se apostaría por un perfil más bajo frente a la sobreexposición con la que contaba Íñigo Errejón. Parecido al de su predecesora en el cargo, Marta Lois. Barbero parte con ventaja, además, puesto que es cuota netamente de Sumar en el Congreso y porque fue la directora general de Trabajo de Yolanda Díaz hasta que se sumó a las listas electorales del 23J. Es, la preferida, a todas luces por Movimiento Sumar.
El partido admite haber tanteado a la diputada catalana hasta el último minuto. Pero pesa sobre Sumar si dar o no el poder a una diputada de la cuota de los comunes, dado que ya cuentan con mayor exposición dentro del grupo parlamentario al ostentar también la portavocía adjunta y también un cargo de representación en la Mesa del Congreso con Gerardo Pisarello como secretario primero del órgano. Además, en el Gobierno cuentan con un ministro por la cuota comunes, Ernest Urtasun, ministro de Cultura. En cualquier caso, el conflicto dentro del grupo parlamentario no se focaliza sobre la portavocía. Fuentes de Sumar aseguran que hoy se tomará la decisión por consenso y también puntualizan que ha habido «coordinación» en todo momento. Los posibles choques dentro del espacio se atisban en tanto al reparto de las cuotas de poder tanto dentro del grupo parlamentario como a nivel de coalición de cara a futuras elecciones.
La formación de Yolanda Díaz se enfrenta al reto interno de recomponerse como partido. La crisis generada por el «caso Errejón» ha dejado noqueado al espacio y en condiciones de debilidad al partido de Díaz dentro de la izquierda alternativa. Y es que los aliados que arropan a Sumar en el Congreso
–IU o Compromís– ven el momento como una «oportunidad» para reorganizar las cuotas de poder dentro del grupo parlamentario, que sería en detrimento de Movimiento Sumar. De hecho, en la alianza ya hablan sin tapujos de dejar atrás las siglas de Sumar de cara a unas nuevas elecciones generales. Y es que Movimiento Sumar se enfrentaba –antes de que salieran a la luz las informaciones sobre Errejón– a su propia reconstrucción tras los sucesivos batacazos en las urnas en el primer semestre del año. La formación de Díaz había admitido la necesidad de repensar el espacio que hasta entonces lideraba y a asumir las reclamaciones del resto de partidos: horizontalidad y participación en la toma de decisiones a través de fórmulas democráticas. Estas condiciones exigidas por los socios son asimiladas ya por los de Díaz, aunque en su entorno no tiran aún la toalla por seguir siendo ese espacio aglutinador y es por eso que tratan de imponer sus tiempos.