Exteriores

Albares evita fijar una fecha para la apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla

Llevan cerradas desde 2020 y su apertura estaba prevista en la declaración conjunta de 2022

El ministro de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, interviene durante una sesión plenaria, en el Senado, a 22 de octubre de 2024, en Madrid (España). El Gobierno se enfrenta a una nueva sesión de control en el Senado con 17 preguntas y dos interpelaciones que formularán el Grupo Parlamentario Popular y el Grupo Parlamentario de Izquierdas por la Independencia. Después el pleno tomará en consideración la Propuesta del PP para reformar el Reglamento del Senado para int...
Sesión de control al Gobierno en el SenadoCarlos LujánEuropa Press

Cuando, en la madrugada del 13 de marzo de 2020, las autoridades marroquíes decidían cerrar unilateralmente las fronteras terrestres con España, incluidas las de Ceuta y Melilla, tras las primeras detecciones de casos de covid-19 en el país pocos habrían sido capaces de imaginar entonces que unos meses después estallaría una de las peores crisis diplomáticas bilaterales y que las dos ciudades autónomas iban a ser las grandes damnificadas. Y lo siguen siendo hoy, cuatro años después y cuando hace dos que los dos países dieron comienzo a un idilio tras el giro del presidente Pedro Sánchez en el conflicto del Sáhara Occidental, a la espera de las aduanas.

La apertura de estas aduanas fue uno de los compromisos en la cumbre de Rabat del 7 de abril de 2022, una hoja de ruta que se firmó menos de tres semanas después del histórico apoyo de España a las tesis marroquíes en el conflicto del Sáhara. Más de dos años después de ese compromiso, la fecha de su apertura sigue siendo una incógnita y parece que se demorará todavía más ante lo que parece un desinterés por parte de Rabat de proceder a su apertura. No en vano, en caso de que Rabat acepte y abra la aduana, supondría, de facto, que Rabat reconociese la soberanía española de estos dos puntos estratégicos

Si bien es cierto que desde el Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez se llegó a poner una fecha sobre la mesa, en concreto enero de 2023, a día de hoy desde el Ministerio de Exteriores se evita poner sobre la mesa un día concreto. "Con respecto a las aduanas, es un compromiso firme que Marruecos ha reiterado en varias ocasiones. Estuvimos haciendo pruebas que, por nuestra parte, fueron completamente concluyentes. Por lo tanto, no es necesario hacer más pasos de prueba para ello. Estamos simplemente analizado el momento y seguimos hablando con Marruecos para intentar abrir esas aduanas tanto en Ceuta como en Melilla", dijo ayer el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, en una entrevista en el Canal 24 Horas.

Estas declaraciones vuelven a situar al gobierno alauita en una posición dominante respecto a la decisión. Cabe recordar que en los últimos meses, desde Rabat eximen problemas técnicos que estarían detrás del retraso en la apertura de los puestos fronterizos.

En este contexto, cabe recordar que esta misma semana la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado dio luz verde un moción presentada por la senadora ceutí del Partido Popular, Cristina Díaz en la que instaba al Gobierno español a dialogar con su homólogo marroquí para reabrir las aduanas comerciales y normalizar el régimen de viajeros, facilitando así el tránsito de personas y mercancías. Esta iniciativa parlamentaria de los Populares también plantea fomentar inversiones compensatorias en sectores clave, para paliar el daño económico sufrido por el cierre de dichos pasos aduaneros, así como a resolver los problemas y conflictos comerciales necesarios para normalizar el régimen de viajeros en sus fronteras.

Así las cosas, todo apunta a que uno de los puntos contemplados en la hoja de ruta de abril de 2022 sigue sin materializarse. Cabe recordar que ese acuerdo tenía como objetivo la normalización de las relaciones bilaterales a través de 16 puntos, que también incluía reforzar la cooperación en el ámbito de la migración. Este punto no era baladí ya que el reino alauita usó la migración como arma híbrida para presionar a España después de que saliese a la luz que el líder del Frente Polisario, Brahim Gali, se encontraba en España tratándose del covid, lo que precipitó el giro de 180 grados respecto al Sahara Occidental