Deuda pública

Deuda con más deuda: España pide dinero prestado para pagarla

Somos el país desarrollado en el que más ha aumentado la deuda pública de todo el mundo, según la OCDE

Pedro Sánchez y María Jesús Montero en el Congreso de los Diputados
Pedro Sánchez y María Jesús Montero en el Congreso de los DiputadosGonzalo PérezLa Razón

Maria Belen Sbrancia, economista del Fondo Monetario Internacional (FMI), escribió en un informe de la institución, apenas leído por los muy especialistas –muy cafeteros en el argot de los entendidos– que «el empeoramiento de las finanzas del Estado se asocia con un tipo de interés más bajo de la deuda pública». El Banco de España, por cierto, publicó el lunes que la deuda pública española alcanzó en enero un nuevo récord histórico en términos absolutos, al superar los 1,6 billones –con «b» de burrada– de euros. Todo eso, claro, según las cuentas de acuerdo con lo que se denomina el Protocolo de Déficit Excesiva (PDE) de la Unión Europea. Hay otra cuenta, que es la de los pasivos de las Administraciones Públicas, que ascienden a la fabulosa cifra de 2,1 billones de euros. Quizá, para ingenuos y también ignaros, habría que aclarar que los «pasivos» no son la deuda, sino el origen de los fondos, pero que, como son fondos prestados, hay que devolverlos en algún momento, por más que haya operaciones cruzadas entre Administraciones Públicas: es decir, Estado, autonomías, Corporaciones Locales y Seguridad Social.

Por cierto, aunque ha pasado algo inadvertido, la OCDE, además de apuntar que el PIB español crecerá según sus previsiones un 2,6% este año, también recalca que España es el país en el que más ha aumentado la deuda pública. Los números son los números y si Pitágoras (570-490AC) no miente –y es lo más probable– la deuda española, según los protocolos de la UE ha subido casi 70 puntos porcentuales desde 2007, cuando eclosionó la Gran Recesión. Dato al margen, o no. La deuda griega, en ese periodo, ha subido menos que la española. Ahora, los paladines del gasto que pagan otros –las generaciones futuras, hijos y nietos para que no haya dudas–celebran que exista una cierta barra libre –contable, que no real– para seguir con paso firme por la senda del endeudamiento. Unos y otros olvidan o ignoran que, en estos momentos, España, entre otros países, paga la deuda con más deuda. Es decir, pide prestado dinero para pagar sus deudas. Una espiral que cae una y otra vez en la trampa del tipo de interés cada vez más bajo de la deuda pública que detectó Maria Belen Sbrancia.