Tercera ronda
Serena Williams se rebela contra su destino y sigue viva en el US Open
La estadounidense derrota a Kontaveit, número dos del mundo, y alcanza la tercera ronda en su torneo de despedida
Serena Williams quiere más. La leyenda estadounidense se regaló otra bola extra con su segunda victoria en el US Open. Disfrutó e hizo disfrutar jugando un duelo memorable ante Anett Kontaveit, la número dos del mundo. El que estaba llamado a ser “The last dance” de Serena se convirtió en un partidazo memorable ante la estonia. Se impuso por 7-6 (7/4), 2-6 y 6-2. El anuncio de la retirada, de la “evolución” como dice ella, que hizo en una carta en Vogue el 9 de agosto puede esperar. Ante Kontaveit y en dos horas y 26 minutos dejó una colección de saques directos, palos imponentes desde el fondo de la pista y una colección de gestos de una jugadora irrepetible. Y la hinchada local enloqueció. En tercera ronda le espera la australiana Ajla Tomljanovic, la número 46 del mundo. Y a ver quién dice ahora que Serena no puede colarse en la segunda semana de torneo.
El público de la Arthur Ashe contaba con disfrutar de Serena hoy en el cuadro de dobles, junto a su hermana Venus cuatro años después. Con lo que no contaba era con que tumbara a Kontaveit y que siguiera viva en el cuadro individual. La hinchada neoyorquina estaba preparada para la despedida. Y es que hace tiempo que Serena dejó de perseguir el sueño de igualar los 24 Majors de Margaret Court. El récord del mito australiano se esfumó en cuatro ocasiones. Fueron otras tantas las finales pérdidas (dos veces en Wimbledon y dos en Nueva York) cuando el vigésimo cuarto Grand Slam ya estaba a la vista. Las últimas temporadas habían hecho añorar a la jugadora que ante Kontaveit durante algunos momentos recordó a la número uno del mundo. “He jugado liberada”, aseguró tras la victoria.
Serena recordó a la competidora feroz dentro y fuera de la pista. La hermana pequeña de las Williams revolucionó el tenis con una mezcla de potencia, agresividad y control en sus golpes como no se había visto antes. Y así la sufrió Kontaveit. Serena dominó el circuito durante 15 años después de ganar su primer Grande precisamente en Nueva York hace 23 años, en el siglo pasado. Y con un uniforme diseñado por ella que incluía una chaqueta bomber plagada de brillos, un espectacular vestido negro con incrustaciones de pedrería y una falda de seis capas en referencia a su media docena de títulos en el US Open, Serena se rebeló contra su destino y tumbó a Kontaveit. Volvió a verse el vídeo homenaje locutado por Oprah Winfrey, pero el homenaje definitivo puede esperar.
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