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¿Por qué una película sobre violencia machista se ha convertido en un auténtico fenómeno cultural en Italia?

"Siempre nos quedará mañana" se ha convertido en la película más taquillera del territorio transalpino desde la pandemia por encima de fenómenos como "Oppenheimer" o "Barbie"

Madrid Creada:

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Con una recaudación de más de 40 millones de euros, una afluencia de visionados que alcanza los 5 millones de espectadores desde que se estrenara en salas italianas en octubre del año pasado y constituida de manera oficial como la película más taquillera en Italia desde el periodo post pandémico situándose por encima de fenómenos taquilleros estratosféricos como "Oppenheimer" o "Barbie", la película "Siempre nos quedará mañana", que llega a nuestros cines este viernes 26 de abril, sigue generando un auténtico huracán cultural en el territorio transalpino.
Por razones que bien pueden responder a una temperatura social que se interroga de manera constante sobre costumbres pasadas o el aumento considerable de una mayor concienciación por parte de la sociedad en cuestiones relacionadas con la desigualdad de género, lo cierto es que esta cinta protagonizada y dirigida por primera vez por la actriz italiana Paola Cortellesi, ha generado un interesante debate por todo el país al poner sobre la mesa temas sensibles como la violencia de género, el abuso cometido de manera sistemática en los matrimonios de antes y la emancipación femenina.
En este caso, el contexto histórico escogido para desarrollar el grueso de la trama, resulta, como tantas otras veces, esencial para entender la profundidad y perspectiva del mensaje. Cortellesi nos sitúa en la Roma de 1946. Delia (la propia Cortellesi) es la mujer de Ivano (a quien da vida Valerio Mastrandrea) y tiene tres hijos. Esposa y madre son los roles que la definen y eso le basta. Tras la guerra, ambos luchan por sacar a su familia adelante con trabajos mal pagados. Ivano es el patriarca de la familia, un bruto caricaturizado que trabaja para traer un poco de dinero a casa y no pierde ocasión de recordarlo con sus tonos despectivos o directamente con el uso enloquecido de la correa. Solo respeta a su padre, un viejo despótico y misógino de cuyos cuidados también tiene que ocuparse Delia.
Un fotograma de "Siempre nos quedará mañana"
Un fotograma de "Siempre nos quedará mañana"Bteam Pictures
El único alivio para esta mujer inicialmente abnegada es la amistad que mantiene con su amiga Marisa. Es primavera y toda la familia está alborotada por el inminente compromiso de la hija mayor Marcella , que solo quiere casarse de prisa con un buen chico de una familia burguesa, Giulio y librarse por fin de esa familia de la que se avergüenza. El personaje interpretado por Corteselli no pide otra cosa: acepta la vida que le ha tocado y solo desea un buen matrimonio para su hija. Sin embargo, la llegada de una carta misteriosa le otorgará el coraje para cambiar los planes prestablecidos e imaginar un futuro mejor, no solo para ella.
Teniendo en cuenta estas pautas narrativas, resulta particularmente llamativo que el 45% de espectadores que han acudido a las salas por el momento según datos oficiales, son hombres. Un porcentaje relativamente esperanzador que parece subrayar la toma de conciencia común y equilibrada por parte ambos géneros respecto al funcionamiento patriarcal que marcaba las dinámicas de las relaciones de generaciones anteriores en las que aguantar, preservar, callar y asumir eran máximas que se situaban muy por encima del deseo o la voluntad real de las mujeres.