Vall d'Hebron inicia las obras de reforma integral del Área de Oncología y Hematología Pediátricas

El modelo asistencial hospitalario ha cambio radicalmente en las últimas décadas. No solo se han producido importantes avances médicos que, en algunos casos se han traducido en la aparición de nuevas terapias y tratamientos que requieren de unas instalaciones adecuadas para su administración y puesta en práctica, sino que además ha habido una evolución hacia un modelo que pone al paciente en el centro, diseñado y pensado con el fin de garantizar el bienestar del enfermo y sus familiares.

Y un cambio de esta magnitud debe ir acompañado de una transformación de las instalaciones y equipamientos dirigida a garantizar que estos espacios hospitalarios ofrezcan las condiciones necesarias para poder poner en práctica el nuevo modelo de atención y los avances médicos. Conscientes de ello, en abril de 2021, el Hospital de la Vall d'Hebron, que recientemente se ha convertido en el único hospital español acreditado por la Organización de Institutos Europeos del Cáncer como centro integral de atención oncológica, y las fundaciones Aladina, A. Bosch y Small firmaron un acuerdo de colaboración para poner en marcha una campaña de recaudación de fondos para remodelar de forma integral el Área de Oncología y Hematología Pediátricas, un proyecto, bautizado como Realidad Aumentada, que ahora, algo más de dos años después, empieza a tomar forma con el inicio de las obras

"Las instalaciones que tenemos ahora de Oncología y Hematología tienen bastantes años. El área de trasplantes, por ejemplo, se hizo en el año 90 y no cumple con las necesidades que tenemos para tratar bien a los pacientes de ahora", admite el doctor Lucas Moreno, jefe del Servicio de Oncología y Hematología Pediátricas de Vall d'Hebron, quien acerca de la reforma señala que "ésta va a cambiar por completo el Área de Oncología y Hematología Pediátricas y nos va a permitir dar un salto cualitativo muy importante, que significa no solo que los profesionales vamos a poder trabajar en mejores condiciones y administrar nuevos tratamientos que ahora tienen distintos requerimientos, sino que también supone cambiar por completo la experiencia o vivencia que tienen los pacientes y sus familias".

El paciente en el centro

"Es importante trabajar para garantizar el máximo bienestar a nuestros pacientes y sus padres o cuidadores, puesto que muchos de ellos pasan mucho tiempo en el hospital, ya sea por estar ingresados para recibir tratamiento o bien porque han de estar hospitalizados cortos periodos de tiempo pero muy frecuentes", indica el doctor Moreno, para a continuación recordar que "enfermedades como la leucemia o procedimientos como los trasplantes de progenitores hematopoyéticos requieren ingresos muy prolongados que son de meses y, para algunos pacientes, hasta de un año". "Que ese día a día pueda ser lo mejor posible, que puedan tener su rato de juego, de escolarización, de actividad física, que puedan venir los hermanos y la familia... eso hace que la vivencia sea mucho mejor", insiste el doctor, para quien la claves está "en dar al paciente el mejor tratamiento, con la mejor tecnología y los mejores profesionales pero también en hacer que esa experiencia hospitalaria, por todo el tiempo que tienen que pasar ingresados los niños y sus cuidadores, sea lo mejor posible, porque esto tiene un impacto psicológico muy importante".

En este sentido, Moreno asegura que "asegurar el bienestar del paciente y su entorno durante la hospitalización tiene un impacto durante el tratamiento, ya que afecta a la disposición que éste tiene, pero también a medio y largo plazo, porque la mayoría de los niños con cáncer se curan y luego van a vivir muchos años y haber pasado por mucho tiempo de hospitalización tiene sus secuelas a largo plazo y el que esa experiencia sea lo más agradable posible y con el mayor bienestar posible es muy necesario". "Además, todo lo que está relacionado con un mayor bienestar tiene su traducción en lo que es tolerar mejor los tratamientos, tener menos dolor ... ", añade.

El doble de espacio

En definitiva, se trata de "hacer lo posible para que los pacientes, pese a que nunca se van a sentir en el hospital como en casa, puedan hacer su vida y con el mayor bienestar posible". En esta línea, el proyecto Realidad Mejorada contempla la ampliación del espacio que ocupa el Área de Oncología y Hematología Pediátricas para pasar a ocupar la planta entera y duplicar así su superficie, que, cuando finalice las obras será de 2.646 metros cuadrados. Esta ampliación del espacio va a permitir que todas las habitaciones sean individuales, el triple de grandes y que cuenten con una cama para garantizar el descanso del acompañante. Al respecto, Moreno recuerda que "hace 30 años, las cámaras de trasplante tenían 7 metros cuadrados y, tras la reforma, van a pasar a tener 18".

Además, gracias a estos metros cuadrados extras, el área dispondrá de una mayor superficie para acoger los espacios comunes, de manera que habrá una amplia zona de juego y ocio para los pacientes, otra para los familiares y también se mejorará el gimnasio, el aula de escolarización y el comedor equipado para que las familias puedan hacer su comida durante la estancia hospitalaria.

Espacio para adolescentes y adultos jóvenes

Pero la reforma no solo supondrá una ampliación de los espacios, sino que ésta permitirá además acometer dos grandes proyectos completamente novedosos. Por un lado, al término de las obras, el área contará con una gran terraza en la que pacientes y familiares podrán disfrutar de tiempo al aire libre, y, por el otro, permitirá la creación de un zona dedicada exclusivamente al paciente adolescente y adulto joven, que dispondrá de espacios propios, separados de los pacientes infantiles y de los familiares adultos. "Vamos a poder separar a los adolescentes y adultos jóvenes de los niños, porque, al margen de sufrir, en algunos casos, tumores distintos, tienen también unas necesidades diferentes", recuerda Moreno, quien señala que estos pacientes "ya no suelen querer estar jugando con sus padres ni con los niños pequeños, sino que prefieren estar solos con otros chicos de su edad".

Así pues, tras la reforma habrá, una zona específica para la hospitalización de adolescentes, que contará con 8 habitaciones y que estará separada de la de hospitalización de niños, que tendrá 12 habitaciones más, y contará además con un espacio exclusivo para ellos, en el que se podrán juntar. Pero las obras también permitirán crear una nueva zona de trasplantes, en la que se podrán administrar en condiciones y con la máxima seguridad los nuevos tratamientos, como las terapias avanzadas o las CAR-T, y una área exclusiva para los pacientes que participan en ensayos clínicos. "Todos los aspectos de preparación de medicación, espacios de trabajo ... se mejorarán con la reforma para trabajar de forma más segura y poder dar estos tratamientos que están llegando ahora y darlos de la mejor manera posible", comenta al respecto Moreno.

La nueva Área de Oncología y Hematología Pediátricas, que ha sido co creada por pacientes, familiares y profesionales, será una realidad en 2025, tras dos años de obras que se dividirán en dos fases, la primera de las cuales acaba de arrancar. El presupuesto total de la reforma es de 7,4 millones de euros, una cantidad que aportan fundaciones Aladina, A. Bosch y Small, mientras que la financiación del equipamiento médico corre a cargo del Servei Català de Salut.