Seguridad

La Generalitat aumenta en 400 agentes la promoción prevista de Mossos por la crisis de inseguridad

Se ha propuesto aumentar el techo de plantilla, fijado en 2021 en 22.006 efectivos, para corregir los "déficit estructurales", reforzar su capacidad

El 40 % de la nueva promoción son mujeres
El 40 % de la nueva promoción son mujeresEuropa Press

El Govern ha incrementado en 400 nuevas plazas la última convocatoria de Mossos d'Esquadra, que sube hasta los 1.300 agentes, y se ha propuesto aumentar el techo de plantilla, fijado en 2021 en 22.006 efectivos, para corregir los "déficit estructurales", reforzar su capacidad y mejorar la seguridad.

En la reunión del Govern de este martes, el ejecutivo catalán ha aprobado, a propuesta de la consellería de Interior liderada por Núria Parlon, sumar 400 nuevas plazas a la última convocatoria de Mossos, que se añaden a las 900 aprobada a principios de septiembre, con lo que, con este aumento, se llegará a los 1.300 nuevos policías.

Según detalla el Govern en un comunicado, esta aplicación pretende dar respuesta a las actuales necesidades en materia de seguridad, ya que los "riesgos" a los que se enfrenta la sociedad y la policía en 2024 "poco tienen que ver con las previsiones basadas en los típicos indicadores de referencia que hasta ahora se han utilizado para calcular plantillas de efectivos policiales".

Según el ejecutivo catalán, en los últimos años se ha ido "arrastrando" un "déficit estructural" de efectivos en los Mossos, "que limita las posibilidades de dar la mejor respuesta posible a las necesidades de seguridad" de los catalanes.

Por este motivo, la Conselleria de Interior se ha fijado como objetivo revisar el techo de 22.006 efectivos fijado en 2021 en la Junta de Seguridad de Cataluña -en un acuerdo rubricado por el exconseller republicano Joan Ignasi Elena y el ministro socialista Fernando Grande-Marlaska-.

En concreto, el Gobierno y la Generalitat acordaron en noviembre de 2021 ampliar el techo de la plantilla de los Mossos hasta los 22.006 agentes, lo que suponía un incremento del 20%, con 3.739 efectivos más que el máximo de 18.267 que se mantenía desde que en 2006 se fijó el límite vigente hasta ahora.

Pese a que este techo de la plantilla era efectivo desde que se firmó el pacto en 2021, el entonces conseller Elena ya advirtió que la Generalitat no podía contratar de forma inmediata a los 3.739 efectivos que faltaban, porque antes se tenían que formar los agentes, por lo que se comprometió a abordar un proceso escalonado con un crecimiento de entre 800 y 900 agentes anuales, como ha sido hasta ahora.

El nuevo equipo de Interior, con Parlon al frente, plantea ahora revisar este techo de 22.006 efectivos, de forma que estudiarán otras opciones para asegurar que la plantilla que finalmente se considere adecuada y se decida "corrija" los "déficit estructurales" y que sirva para mejorar y reforzar la capacidad y el nivel de servicio de los Mossos y, con ello, la seguridad pública de Cataluña a medio plazo.

Según el Govern, el nuevo techo del gasto también tendrá que permitir adaptar la capacidad a las nuevas necesidades sociales y la demanda de seguridad, reforzando la gestión ordinaria de la seguridad ciudadana con efectivos de orden público, así como combatir fenómenos como el terrorismo y la radicalización, el cibercrimen, las violencias contra las mujeres, la minorías y los colectivos vulnerables, la delincuencia urbana y la multirreincidencia, el tráfico de drogas y las ocupaciones ilegales de propiedades, entre otros.

Otro elementos a reforzar en materia policial se refieren a aspectos como la propensión social a la intolerancia y al conflicto, el incivismo y la polarización social y política, con fenómenos como la extrema derecha, la emergencia climática y los desastres naturales, la migración y los refugiados y la seguridad en grandes manifestaciones, según el Govern.

Ampliar el techo de plantilla de los Mossos también debe permitir, según el ejecutivo catalán, cumplir con la responsabilidad y el compromiso adquirido con los ciudadanos de prestar unos servicios públicos de la "mejor calidad", con un modelo de proximidad intensiva que requiere una plantilla suficiente para poder estar "verdaderamente" en las calles y ser accesibles a los ciudadanos.