
Sequía
Cataluña alivia las restricciones por sequía en la mitad del territorio, pero mantiene la alerta en Barcelona
Las lluvias de los últimos días permiten hacer algunos cambios aunque, advierte Paneque, "la mitad de los embalses aún no están al 50%"

Las últimas lluvias han permitido al Govern de la Generalitat iniciar una “desescalada” de las limitaciones por sequía en Cataluña. Gracias a la mejora en el estado de embalses y acuíferos, la Generalitat ha levantado las restricciones en la mitad de las cuencas internas del territorio. En total, se han aprobado diez modificaciones que suponen un cambio radical en la situación de emergencia que sufría la comunidad.
La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, ha explicado que, aunque las reservas hídricas han mejorado considerablemente, todavía es necesario mantener la prudencia. “Hace un año, los embalses tenían 105 hectómetros cúbicos de agua y hoy tenemos 316, una realidad muy diferente”, ha señalado. Sin embargo, ha recordado que los niveles aún no han alcanzado el 50% y que la crisis hídrica no puede darse por superada: “Estamos en un proceso de desescalamiento de las restricciones, pero aún no podemos hablar de normalidad completa”.
Menos restricciones en nueve zonas clave
El Govern ha decidido modificar los niveles de emergencia en varias unidades de explotación, permitiendo así flexibilizar las restricciones en buena parte del territorio. Entre los cambios más significativos destacan:
- El embalse de Darnius-Boadella, que abastece a municipios como Roses y Figueres, ha pasado directamente de emergencia a alerta.
- En Riudecanyes, la mejora ha sido aún más notable, saltando tres niveles hasta situarse en prealerta y eliminando todas sus restricciones.
- El acuífero de Fluvià-Muga ha pasado de emergencia a excepcionalidad.
- Ocho zonas han vuelto a la normalidad: Anoia-Gaià, la cabecera del Ter y del Llobregat, el Mig Llobregat, Prades-Llaberia, el Estany de Banyoles, el acuífero de Carme Capellades y el acuífero Plioquaternari de Tarragona.
En la Serralada Transversal y el Empordà, la situación ha pasado de excepcionalidad a alerta.
El sistema Ter-Llobregat sigue en alerta
A pesar de las mejoras en otras zonas, el sistema Ter-Llobregat, que abastece a la región metropolitana de Barcelona, la Costa Brava sur y parte de la Cataluña Central, se mantiene en alerta. Se trata de la unidad más importante en términos de población, ya que engloba a la mayor parte de los habitantes de Cataluña.
Actualmente, las reservas en los embalses del Ter, el Llobregat y el Cardener ascienden a 295 hectómetros cúbicos. La previsión es que se supere el umbral de 300 hm³ entre miércoles y jueves, lo que podría permitir el levantamiento de algunas restricciones. Sin embargo, la consellera Paneque ha llamado a la prudencia y ha señalado que, para alcanzar la normalidad total, sería recomendable llegar al 60% de capacidad: “Hemos de ver si las lluvias que indican los modelos se producen”, ha advertido.
A pesar del avance de los últimos días, las reservas han pasado del 31% al 47% en apenas diez días,, el Govern mantiene su estrategia de inversión en infraestructuras para garantizar el abastecimiento a largo plazo.
Un ciclo del agua menos dependiente de la lluvia
El Ejecutivo catalán sigue apostando por medidas estructurales para reducir la dependencia exclusiva de la pluviometría. Entre los proyectos en marcha destaca la construcción de una Estación de Regeneración de Agua en Figueres, prevista para 2027, que permitirá destinar más recursos hídricos al riego agrícola y a la preservación de caudales ambientales. Además, se han licitado obras para perforar cinco nuevos pozos en el acuífero del Fluvià-Muga, con el objetivo de mejorar su sostenibilidad.
Mientras tanto, el Govern insiste en la necesidad de mantener el consumo controlado y ha agradecido el esfuerzo de sectores especialmente afectados por la sequía, como la agricultura. “La pagesia catalana ha tenido un comportamiento modélico”, ha reconocido Paneque.
Próximos pasos
En el corto plazo, el Govern prevé que la normalidad pueda alcanzarse en más zonas si las lluvias continúan. No obstante, su apuesta sigue siendo firme: “Tenemos una ruta clara para que Cataluña pueda tener un ciclo del agua desacoplado de la lluvia. La tecnología y estas infraestructuras nos permitirán alejar durante años la amenaza de la sequía”, ha afirmado Paneque.
Mientras tanto, el sistema Ter-Llobregat sigue en alerta, aunque todo indica que en cuestión de días la situación podría cambiar.
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