Sociedad
Recuperar los vínculos comunitarios y vecinales frente a la soledad no deseada
El CES celebra un foro con expertos donde se advierte de este problema social del que solo un 9% de la sociedad manifiesta “abiertamente” este sentimiento por temor a sufrir un estigma
El Grupo de Enlace del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León ha celebrado este miércoles un nuevo foro, el quinto, para hablar sobre la soledad no deseada, uno de los problemas sociales de este siglo, que muchos definen ya como la gran epidemia de nuestro tiempo que afecta sobre todo al medio rural y cada en mayor medida a los jóvenes.
Una lacra que solo un 9 por ciento de los ciudadanos reconoce por temor a sufrir un estigma, aunque este porcentaje se eleva al 40 por ciento en el caso de los jóvenes que la viven, debido a la superficialidad de las relaciones o las redes sociales.
El presidente del CES de Castilla y León, Enrique Cabero, destacaba en la introducción de este foro que el objetivo es debatir sobre una cuestión que está relacionada con el modelo de sociedad en el que vivimos, y que repercute en la salud física y mental de las personas, puesto que altera los hábitos de convivencia de estas.
"Estamos ante un problema que altera la forma de muchas personas de relacionarse con los demás", decía Cabero, mientras llamaba a “responder” con iniciativas de carácter público-privado, pero también con educación sobre un nuevo contexto social que favorezca las relaciones entre personas.
Especialistas e investigadores, como Francisco José Ausín, del Instituto de Filosofía del CSIC, explicaba que la soledad es un problema de nuestro tiempo, "porque el cambio de vida ha conducido a ese sentimiento: el auge del individualismo, el debilitamiento de las relaciones familiares, sociales y laborales y la irrupción de las nuevas tecnologías", advertía.
Por su parte, Carmen Cárdenas, otra de las ponentes del foro, aseguraba que la soledad no es una cuestión que tenga que ver estrictamente con factores individuales, sino con el modelo de sociedad, "en el que se ha perdido el apoyo de la comunidad o del vecindario".
En la jornada se pusieron encima de la mesa algunas de las iniciativas en marcha para hacer frente a este problema, como el "Proyecto Crece", financiado con fondos europeos, que se ha llevado a cabo en 53 localidades de 15 provincias de ocho comunidades autónomas.
En el caso de Castilla y León, por ejemplo en Valladolid y León, donde se ha trabajado con 3.707 personas y sus entornos, que han mostrado su vivencia a través de una escala validada científicamente.
Y, tras esa actuación, el 90 por ciento de los participantes han observado una reducción de esa soledad, a la que se ha dado respuesta desde el ámbito comunitario, y ha aclarado que la investigación no se centra en situaciones puntuales, sino en un sentimiento que persiste en el tiempo, ya que todos, en algún momento de la vida, podemos sentirla.
Durante el foro se ponía de relieve también que no existe una receta para combatir la soledad no deseada, pero apelaban a la necesidad de que se generen vínculos significativos con personas del entorno cercano, además de recuperar valores que se han perdido y repensar el capital social de la comunidad, que antes era una red de apoyo.
También se hacía hincapié en que para prevenir una situación primero hay que conocerla y sensibilizar a la población, incluidos los agentes clave, según Silvia de la Varga, otra de las ponentes.
El Foro del CES tendrá una segunda parte, en el primer trimestre del próximo año, que se centrará en la brecha digital desde la perspectiva social, y que también contará con ponentes de alto nivel, al igual que en esta primera fase dedicada a la soledad no deseada.
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