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Islas Canarias
España tiene una isla que aparece y desaparece: llegó a ser incluida en los mapas
Durante siglos, navegantes y expertos se han introducido en el mar en busca del territorio fantasma, un enigma que aún no tiene explicación científica
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Las ocho islas que conforman Canarias son un auténtico paraíso de sol, playa y naturaleza. Su clima inmejorable durante todo el año, su deliciosa gastronomía y la cálida hospitalidad de sus habitantes atraen cada año a millones de turistas de todos los rincones del mundo. Sin embargo, en este pequeño rincón del Atlántico se oculta un enigma que ha capturado la imaginación de generaciones: la novena isla, conocida como San Borondón o San Branda, dependiendo de quién cuente la leyenda. Algunos aseguran haberla visto, otros afirman haber pisado su tierra, pero la realidad parece cambiar según el relato de cada testigo. Según las viejas crónicas, esta ínsula se ubicaría a unos 500 kilómetros al noroeste de El Hierro y a 200 kilómetros de La Palma. Sin embargo, su existencia es tan efímera como un espejismo: a veces aparece, y otras se desvanece, dejando tras de sí más preguntas que respuestas.
¿Qué misterio rodea la isla de San Borondón?
A partir del año 1500 d.C., comenzó a circular la misteriosa leyenda de una isla fantasma en el Archipiélago Canario, situada al oeste de La Palma, al norte de Tenerife o cerca de El Hierro. Esta ínsula, que emergía brevemente de las aguas, desaparecía en un suspiro entre las brumas del océano, justo cuando los navegantes intentaban acercarse a ella. Se cree que su nombre proviene de la isla-ballena en la que, según la tradición, desembarcó Brendan, un monje irlandés del siglo VI, tras adentrarse en las aguas del Atlántico en busca de nuevas tierras.
La historia de esta enigmática isla fue tan conocida que, durante la Edad Media, llegó a ser incluida en los mapas, una representación que parecía confirmar su existencia. A lo largo de los siglos, muchos han asegurado haberla visto con sus propios ojos, algo que solo ha alimentado el misterio que la rodea. Sin embargo, a pesar de las múltiples afirmaciones, la isla sigue siendo tan esquiva como un espejismo, un enigma que continúa fascinando a quienes se atreven a buscarla.
¿Se ha intentado encontrarla?
Una de las expediciones más notables que intentaron localizar la enigmática isla de San Borondón tuvo lugar a principios del siglo XIX. El navío, que zarpó desde Tenerife, se adentró en el mar en busca de la isla misteriosa. Sin embargo, tras varios días de navegación, la expedición se vio obligada a regresar a tierra sin encontrar ningún vestigio de su existencia, debido a la feroz tempestad que azotó las Islas durante ese tiempo.
La primera aparición de San Borondón en un mapa ocurrió a finales del siglo XIII, en el famoso Mapamundi de Hereford. Este documento, elaborado en Inglaterra alrededor de 1280, muestra una isla con forma de barco al oeste de Canarias, con la inscripción "San Brandan". A pesar de este primer registro cartográfico, el territorio ha permanecido como un misterio sin resolver. Las múltiples expediciones que partieron a lo largo de los siglos desde diversos puntos del Archipiélago no han logrado aportar ninguna prueba definitiva de su existencia. Si realmente existiera, San Borondón sería la isla más grande del Archipiélago, con unos impresionantes 480 kilómetros de largo y 155 kilómetros de ancho, pero el enigma sigue intacto, como un espejismo que desafía a la historia.
Sin explicación científica en pleno siglo XXI
La mayoría de los expertos lo consideran una leyenda o un mito nacido de la imaginación popular o de errores de navegación a lo largo de los siglos. Desde una perspectiva científica, se han propuesto varias teorías para explicar los avistamientos de la isla. Algunos estudiosos sugieren que podrían tratarse de espejismos causados por fenómenos ópticos, o incluso efectos psicológicos de sugestión en los navegantes que, influenciados por las leyendas, creen ver algo que no está allí. Otra hipótesis apunta a que las formaciones nubosas sobre el horizonte podrían crear ilusiones ópticas que dan la impresión de una isla emergiendo del mar.
Una teoría más intrigante sugiere que San Borondón podría ser una isla que aparece y desaparece con el tiempo, producto de la actividad volcánica submarina. Este fenómeno de "islas temporales" ocurre cuando el volcán bajo el mar crea una isla que surge del océano, pero que se desvanece cuando la actividad volcánica cesa. Sin embargo, a pesar de estas explicaciones, San Borondón sigue siendo un enigma que desafía la ciencia, sin pruebas concluyentes que confirmen su existencia o desmientan por completo su leyenda.
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