Entrevista
Goria Serra: «Cuando te imitan, entonces sabes que eres único»
La catalana es, desde hace años, la voz del periodismo de investigación. Su estilo es un sello que da fuerza y credibilidad a las historias de «Equipo de Investigación»
Con más de 14 años al frente de «Equipo de Investigación», Gloria Serra se ha convertido en la voz inconfundible del periodismo de investigación en España. Su estilo, único y reconocible, ha sido objeto de imitaciones y elogios que han consolidado el programa como un referente en televisión. La rigurosa narrativa de cada reportaje y la conexión con historias reales han creado un fenómeno televisivo que sigue captando nuevas audiencias en cada emisión. En conversación para LA RAZÓN, Gloria comparte los secretos de su éxito, los desafíos de un formato inusual y las emociones que surgen al desentrañar historias que aún impactan a miles.
Gloria, decir enhorabuena se queda corto, porque no solo son ya 500 programas, sino también una «Antena de Oro».
Gracias. Este premio es muy especial porque hemos cumplido 14 años y, como dices, 500 programas. Es un reconocimiento que nos llena de alegría a todo el equipo, especialmente porque nunca tenemos tiempo para presentarnos a premios, así que recibir este galardón es una alegría inesperada.
Llegar al medio millar de emisiones es solo comparable con formatos como «El Hormiguero».
Bueno, aunque no se puede comparar en recursos ni en dinero, sobre todo porque ellos son un programa diario y nosotros vamos con reportajes, es verdad que hay muy otras pocas referencias para poder compararnos en cuanto a longevidad. Pero lo interesante es que, aunque nuestro contenido es informativo y solemos enfrentarnos a temas difíciles, el público conecta muchísimo con «Equipo de Investigación». Nos sorprende que, incluso en redes y en la aplicación de laSexta, la gente busque y vuelva a ver nuestros episodios, aunque sean antiguos.
¿A qué cree que se debe este fenómeno?
Creo que se debe a nuestro estilo. Convertimos hechos reales en algo que parece una película, sin perder credibilidad. La estructura del programa tiene una narrativa fuerte, cada reportaje está diseñado como si fuera un episodio de una serie, pero siempre cuidando que el contenido mantenga su rigor y seriedad. La gente lo recuerda y lo quiere volver a ver porque, aunque ya saben lo que pasa, es como ver una buena película varias veces.
¿Este estilo fue algo buscado o surgió espontáneamente?
Fue algo planeado. Cuando comenzamos, estábamos en una franja con mucha competencia de entretenimiento, lo que nos llevó a jugar con la música y a construir una narrativa más impactante. Incluso el jefe de redacción me pidió que narrara con más intensidad, algo que me costó al principio. Me inspiré en actores como Ricardo Darín, que con su voz y presencia logra transmitir mucho en el escenario. Pero tuve que ajustar mi tono para que no fuera exagerado y mantuviera la naturalidad de un periodista.
¿Cómo se tomó las primeras imitaciones?
Fueron y son una señal de éxito. Carlos Latre fue de los primeros en hacerlo, y siempre desde un homenaje cariñoso, no una burla. Muchos de los humoristas que me imitan son fans del programa, y eso me halaga mucho. Además, ver a gente en redes sociales o incluso a una drag queen imitándome es muy emocionante, porque refleja el impacto que ha tenido Equipo de Investigación.
¿Cómo eligen los temas que investigan?
Tenemos dos criterios clave: primero, que podamos aportar algo nuevo, algo que nadie haya contado. Y segundo, que el tema tenga suficiente relevancia y profundidad para llenar una hora. A veces da rabia dejar fuera temas muy interesantes porque no dan para una hora entera, pero en esos casos hacemos programas de temas similares que podemos agrupar.
¿Han tenido que abandonar algún reportaje por amenazas?
Abandonarlo no, pero sí hemos recibido algunas amenazas y hasta alguna agresión, sobre todo cuando tocamos temas de mafias o narcotráfico. Siempre tomamos precauciones, a veces vamos con protección de la Guardia Civil o seguridad privada. Sabemos a lo que nos enfrentamos y tomamos todas las medidas posibles para proteger al equipo. La adrenalina del trabajo ayuda a superar el miedo, aunque entendemos que no es para todo el mundo.
¿Algún caso la ha tocado a nivel personal?
No permito que me afecte al nivel de perder la objetividad, pero sí empatizo, sobre todo con quienes sufren. Por ejemplo, durante la erupción del volcán en La Palma, la gente lo perdió todo y eso impacta mucho. También me afectó el caso de Lucía Garrido, un crimen sin resolver durante años, y cuya hermana, que luchó para que su historia se contara, falleció antes de ver justicia.
Supongo que ayudar a cerrar un caso sirve para a dormir mejor.
Absolutamente. Casos como el de las niñas de Alcàsser, donde aportamos nuevas pistas, o el de Déborah Fernández en Galicia, son buenos ejemplos. Cuando logramos que un caso se reactive gracias a nuestro trabajo, es un momento muy satisfactorio. Vale la pena todo el esfuerzo.
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