Misión IM-1
¿Qué significa el despegue de Odiseo, el módulo lunar lanzado por la NASA y SpaceX?
El módulo lunar tiene como objetivo la explotación de recursos de la Luna y acelerar la exploración e investigación del satélite natural de la Tierra
El módulo de aterrizaje lunar Nova-C, más conocido como Odiseo, ha despegado con éxito a bordo de un cohete Falcon9 de SpaceX, compañía de Elon Musk, desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos, a las 7:05 horas, hora peninsular española.
Este módulo, perteneciente a la compañía Intuitive Machines, tiene prevista su llegada a la Luna el 22 de febrero.
Odiseo porta 12 cargas útiles, la mitad de la agencia espacial estadounidense, que con la ayuda de colaboraciones con empresas privadas, busca avanzar en su programa Artemis de establecimiento de una presencia sostenible en el satélite terrestre.
Un ejemplo es ROSES (Radio Observations of the Lunar Surface Photoelectron Sheath), cuyo objetivo de analizar los efectos de la meteorología espacial sobre la Luna.
Otros ejemplos son el sistema de guía por laser LRA (Laser Retro-Reflector Array), un mecanismo que podrá ayudar a los vehículos a navegar en la Luna; y SCALPSS (Stereo Cameras for Lunar Plume-Surface Studies), cámaras destinadas al estudio de la pluma levantada por la interacción entre el cohete del Nova-C y la superficie de la Luna.
Entre las cargas comerciales se encuentra un reflector térmico experimental creado por Columbia Sportswear y EagleCam, una cámara que se separará del módulo para captar su aterrizaje. Finalmente, también se encuentran esculturas lunares del escultor estadounidense Jeff Koons.
El porcentaje de éxito para los aterrizadores lunares sigue por debajo del 50%. En concreto, los proyectos privados de los últimos años no han ayudado a mejorar esta estadística: Beresheet de Israel en 2019, Hakuto-R de Japón en 2023 y Peregrine de Astrobotic Technology en enero de 2024 no tuvieron éxito. Este último intento, impulsado por la NASA, supuso la pérdida de la nave Peregrine, que sufrió un fallo de propulsión y acabó desintegrada. En 2023 también se estrelló la nave Luna-25, de Rusia, pero aterrizó con éxito Vikram, de la India.
Los desafíos de Odiseo
El despegue de este módulo se enmarca dentro la misión IM-1, que tiene como objetivo aterrizar cerca del cráter lunar Malapert A, a 260 kilómetros del polo sur lunar. Una vez allí, y próximo al lugar donde aterrizó con éxito la India en 2023, se pretende explotar el recurso de hielo de agua para la exploración espacial.
Este recurso es especialmente llamativo debido a que el hidrógeno y el oxígeno del agua, si se licúan, se puede conseguir combustible para los cohetes. Es decir, que si fuera posible parar en la órbita de la Luna o en una base lunar para repostar, ya no sería necesario llevar todo el combustible desde el despegue, lo que aligeraría significativamente la nave espacial y abarataría el lanzamiento.
A su vez, estas misiones están englobadas dentro de la iniciativa CLPS (Commercial Lunar Payload Services), iniciativa de la NASA cuyo objetivo es acelerar el reconocimiento lunar.
En caso de éxito, se convertirá en el primer alunizaje estadounidense desde la misión Apolo 17, hace 52 años.
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