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El gadget del sábado: L20 Ultra, un robot que hace hogar
Probablemente uno de los robots de limpieza más completo del mercado… algo que se refleja en el precio.
Aunque no tienen las formas que se anticipaban en los relatos de ciencia ficción (humanoides, con ruedas en lugar de pies y brazos como los del Inspector Gadget), los robots de limpieza del hogar (cada vez más) muestran sus infinitos brazos robóticos que friegan, lustran, limpian, aspiran y vuelven a su estación para recargarse hasta la siguiente misión. Y entre ellos hay clases, los que hacen alguna tarea, los que hacen varias y aquellos que hacen todas. En esta última categoría se incluye el L20 Ultra de Dreame.
Este robot no pasa desapercibido en absoluto. Su estación de carga (de batería, de agua y de autolimpieza) mide 60,7 cm de alto, 42,6 cm de ancho y 49,9 cm de profundidad. Gran parte de este cuerpo es para almacenar agua o bolsas para el polvo. La gran ventaja del L20 Ultra es también una de sus desventajas: tiene muchas opciones y la facilidad de uso engaña. Por un lado, es muy sencillo enchufarlo y ponerlo en marcha es la opción más fácil, pero la menos aconsejable dado su precio (€800): perderemos numerosas opciones.
Apenas instalado, el L20 Ultra creará automáticamente un mapa 3D, identificando diferentes superficies y tomando nota de obstáculos inamovibles como paredes y muebles. Punto a favor: el mapa lo actualiza sobre la marcha si movemos los muebles o colocamos nuevos.
Sin embargo, muchas de las funciones adicionales del robot son complicadas de activar o incluso de entender. Consejo: para aprovechar todas sus opciones, lo mejor será tomarse media hora y leer el manual. Sí, es engorroso, pero vale la pena y las sorpresas.
La bolsa para el polvo tiene capacidad para 3,2 litros de polvo antes de que sea necesario reemplazarla, mientras que el tanque de agua y el tanque de aguas residuales tienen capacidad para 4,5 litros. Eso es lo que te permite olvidarte de él durante semanas. Porque el L20 Ultra friega, barre, aspira…
Una de las sorpresas más gratas de sus cualidades es que tiene un “brazo retráctil” que le permite evitar los perfiles del cuerpo y asegurarse que limpia todos los rincones. En su interior están las dos mopas y su cepillo lateral de tres puntas, pero no sobresalen demasiado.
En la parte superior del robot se encuentran su escáner LIDAR y tres botones de control, que brindan cierta funcionalidad, pero usar la aplicación sigue siendo mucho más conveniente. Cuando está limpiando, tiene dos luces frontales que pueden ser increíblemente brillantes, pero esto solo significa que su LIDAR es efectivo independientemente de si su casa está bien iluminada o no, y solo encenderá sus luces si la iluminación es deficiente.
Esa es la primera parte del proceso del L20 Ultra; la segunda es fregar, lo que hace con sus dos mopas integradas. En general, funciona muy bien y dejó los pisos impecables (el modo de limpieza profunda es recomendable para la cocina, donde las manchas suelen ser más rebeldes). Eso sí, lógicamente este modo lleva más tiempo.
Algo para lo que no estaba preparado cuando comenzó a funcionar fue su micrófono. No me esperaba que en mitad de la rutina de limpieza me informara de lo que está haciendo. Una vez acostumbrado a ello, no fue complicado que respondiera a las órdenes que le daba, una función de accesibilidad muy útil, aunque también da bastante miedo si olvidamos que programamos una limpieza. Es compatible con Siri y con Alexa, otra ventaja más.
Otra grata sorpresa es que el L20 Ultra se vacía solo, por lo que no es necesario preocuparse por quitar su contenido después de cada sesión de limpieza. La bolsa para el polvo que se proporciona dura 75 días, según Dreame, y se pueden comprar más cuando se acabe. Es prácticamente autónomo en muchos más sentidos que la mayoría de los robots con tantas funciones.
La batería dura unas tres horas, vuelve a la estación de carga y, si no ha terminado con su rutina, continúa desde donde lo dejó. Aunque haya terminado con una superficie (moqueta, por ejemplo) y deba comenzar con otra (madera). Las detecta automáticamente. De hecho, las alfombras las deja en general para el final: levanta las almohadillas de la mopa y reduce su velocidad para aspirar mejor el material más grueso. A propósito de las mopas: cuenta con un secador para estas, que evitan la formación de moho dentro de la estación.
La otra recomendación firme, junto a la lectura del manual, es descargarse la aplicación para el móvil. Es la forma más sencilla y comprensible de gestionar el robot. Durante una limpieza, la aplicación nos informa el tamaño del área de limpieza, el porcentaje de batería, cuánto tiempo ha estado limpiando y cuánto le queda. Y después de la limpieza, puede verificar su ruta, qué elementos están clasificados como un obstáculo y un historial de sus rutinas. También hay una herramienta de programación para limpiezas futuras y otra para seleccionar zonas específicas.
Veredicto:
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