El iPod cumple 15 años

Hoy quizás a alguno le parezca que ese pequeño, muy pequeño, artilugio que hace 15 años se sacó del bolsillo el padre de Apple, Steve Jobs, está pasado de moda, pero en aquel momento fue toda una revolución. Poder disponer de una nada despreciable cantidad de música en un solo dispositivo rectangular, en cualquier momento, fue un golpe de efecto más de la compañía de la manzana.

Esta semana se cumple una década y media desde que el primer iPod se puso a la venta. Desde entonces, un buen número de actualizaciones y mejoras han ido perfeccionando un invento que supuso, aunque no lo parezca, una apuesta arriesgada, ya que nació en un momento delicado para Wall Street, con el pinchazo de la burbuja tecnológica y, por ende, para la propia Apple, que logró esquivar sus efectos.

Además, y, como ocurre en numerosas ocasiones, la creación del iPod fue una carrera contrarreloj de apenas seis meses, ya que a mediados de 2001 Jobs impuso a su equipo de desarrolladores que el dispositivo tenía que estar en las tiendas en la Navidad de ese año para apuntalar con él la compañía y evitar que la competencia le copiara con demasiada prontitud la idea.

En el iPod trabajó un equipo de una veintena de personas lideradas por un fichaje traído de Philips, Tony Fadell, que aportó una nueva visión imprescindible, y con la colaboración de desarrolladores de Apple y de otras empresas, que acabó por ensamblar todas las piezas del puzzle que Jobs tenía en la cabeza.

Entre los éxitos de este reproductor de música estaban la sencillez de su diseño y su rueda central y, sobre todo, su minúsculo tamaño, capaz de almacenar, en su primera versión, 5 GB de música. También la habilidad ya acreditada de la empresa de la manzana de convertir un invento ya existente -los reproductores de MP3 portátiles estaban en el mercado desde cinco años antes- en un artilugio mucho más eficaz, útil y con el sello distintivo de su propia empresa.

A partir de ahí, la historia de éxito por todos conocida. Más de diez modelos de iPod diferentes, del mini al nano, pasando por el shuffle, y un proceso de mejoras continuas desde el simple contenedor de música al dispositivo que tiene en el almacenamiento de vídeos, películas y podcast alguno de sus atractivos.

En estos 15 años, Apple ha vendido más de 400 millones de iPods, aunque en enero de 2015 dejó de facilitar la estadística de ventas. No es casual: las cifras se habían empezado a ralentizar desde dos años antes. La música se había hecho también imprescindible en los smartphones y el streaming había dado una vuelta a más a los hábitos de consumo. Pero esta es ya otra historia.